Una joven coreana está OBSESIONADA con una chica de una clase superior. La ha estado acosando desde primaria. La acosa de forma siniestra y no soporta que alguien se interponga entre ella y su amada. ¡Está dispuesta a todo! Incluso a MATAR por su am...
Hoy, son las 6:48 de la mañana. Me levanté a las 5:40 para estar lista. A esta hora generalmente se levanta unnie... no puedo desperdiciar ninguna hora del día sin verla... no me interesa siquiera el no dormir... mientras pueda verla, soy feliz, todo lo relacionado a ella siempre será mi más pleno bienestar.
Su habitación está ubicada en un segundo piso, pero eso no es problema para mí, porque me subo al árbol junto a su ventana... ventajosamente este árbol tiene muchas hojas, las suficientes como para cubrirme, nadie me descubrirá espiando a mi querida Unnie.
Unnie siempre deja sus cortinas abiertas, es tan descuidada... amo y odio eso, cualquiera podría verla, pero yo no soy cualquiera, así que está bien si yo la veo.
Podía verla apenas en la oscuridad, necesitaba esperar a que sonase su despertador.
1...2... y ¡3!
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Comenzó a sonar el despertador de unnie, ella se dio vueltas buscándolo con su mano... se veía tan graciosa, me reí para mí misma. Ella dormía sin sostén, tan vulnerable... los pechos de unnie eran hermosos, mi respiración se agitaba solamente en pensar en ver todo su cuerpo desnudo... ha de ser tan perfecto, haría todo lo que fuese por estar con ella en esa cama, apeteciendo su amena fragancia... ese aroma singular... tan linda.
Mi preciosa unnie finalmente apagó la alarma, se levantó y encendió la luz, dormía en un pijama que lucía bien en su cuerpo, sus pechos no eran muy grandes, pero tampoco eran pequeños, simplemente del tamaño perfecto. También lograba divisar la forma de sus pezones en esa camiseta, ella siempre dormía con unos pequeños shorts holgados, sus piernas eran preciosas, delgadas y pálidas... dignas de ella.
Yo me encontraba agarrada a una rama, ya estaba acostumbrada, he hecho esto durante mucho tiempo, desde hace años ya, ahí estaba yo observándola... tenía que ser cuidadosa de no emitir ruidos, si unnie me descubría todo se arruinaría para siempre.
Aún era de noche, la luz del sol no pretendía iluminar todavía y las calles estaban silenciosas, unnie siempre solía madrugar... ni sus padres estaban despiertos aún, pero ella era la primera en despertarse y levantarse. Hacía frío... pero podía soportarlo, el ver el cuerpo de unnie me hacía entrar en calor, no había problema.
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