¿Estamos soñando? /Vikingos/

Capítulo 14

Lelean's PoV

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Abro los ojos cuando la luz entra de manera brusca por la puerta de la cabaña y la voz de Ubbe nos despierta a todos:

—¡Arriba!

Yo me doy la vuelta sobre el montón de paja en el que duermo e intento tapar mi cara bajo la manta que ayer me dio Hvitserk.

—Dios mío, mamá, cinco minutos más.

Me sale completamente del alma y oigo la risa de Iris a mí lado.

—Esto es peor que levantarse para ir al instituto —añade Arlett.

—Señoritas —Ubbe se nos acerca—. La hora de levantarse también es para vosotras.

Me quejo en cuanto Ubbe sale de la cabaña, pero no tengo más remedio que levantarme e intentar levantar a mis amigas, ya que ellas no parecen tener intenciones de incorporarse y hacer que su día empiece.

—Vamos chicas —las digo mientras las empujo por los hombros para no permitir que se vuelvan a quedar dormidas—. Mírenlo por le lado bueno, vamos a estar todo el día en el campo...

—Eso no ayuda —me suelta Arlett e Iris y yo nos reímos.

—Pues si eso no te vale..., te puedo decir que puedes estar con Ubbe todo el día...

Iris se incorpora rápidamente para ver la reacción de Arlett y somos capaces de observar de primera mano lo roja que se pone ella de la vergüenza, lo que hace que nos reímos todavía más fuerte si es que es posible.

—¡No me gusta! —nos suelta ella de la manera menos convincente imaginada. 

Al final Arlett se acaba levantando incluso si es en contra de su voluntad, y por parte de Iris no tengo ningún problema, ya que ella se levanta en cuanto se da cuenta de que puede ver a Ivar.

Las tres salimos a la parte de fura en cuanto estamos listas, y allí ya están los chicos, aunque no parecen estar esperándonos, ya que ellos parecen estar listos para irse porque ya tienen todo preparado.

—Para comer nos encontramos otra vez aquí —nos informa Ubbe—. Haced lo que queráis hasta entonces.

Nosotros los miramos, pero ellos tan solo se alejan sin decir nada.

—Pues nada...

—Se ha quedado buen día...

Nos quedamos viendo como se alejan en la lejanía.

—Me da a mi que al final no vamos a pasar el día con los chicos.

Comento yo apenada e Iris se encoje de hombros, pero Arlett no se come la lengua.

—Y ahora que narices pretendéis hacer.

Iris y yo nos miramos pensando que podríamos hacer, y solamente se nos ocurre una única cosa para no parecer una auténtica carga.

—¿Cazar?

Arlett nos mira y está claro que aunque la asombra, se lo estaba esperando.

Y por la cara que pone, da a entender que ya nada más la puede sorprender, pero ya os digo yo que todavía la quedan muchas cosas por ver.

— Nos vamos a cazar, vemos a ver si somos capaces de cazar algún conejo o algún animal cualquiera, y les demostramos que todavía somos más alucinantes de lo que ellos se imaginaban.

Iris ha dado en el clavo de lo que vamos a hacer, así que sin perder ni un solo segundo, acabo de comer la carne que nos han dejado para desayunar, echo de menos mis cereales para desayunar y empezar el día, y me armo con un arco, flecha y con un hacha.