Capítulo 4

691 45 23
                                    

Lelena's PoV:

✞ ゜・。。・✥・。。・゜✞


Ella nos mira y nosotras sabemos que ya no hay marcha atrás, así que no tenemos más remedio que adelantarnos y rezar para que el idioma que estamos hablando ahora mismo sea el nórdico, y de este modo no hagamos el gilipollas delante de los hijos de Ragnar.

—Hola, ehmm... —yo les miro y ellos me miran—. Nosotras somos viajeras, queríamos saber dónde esta Kategatt.

Veo claramente cómo los cuatro hermanos: Ubbe, Hvitserk, Sigurd y Ivar nos examinan de arriba a abajo, y yo miro mi ropa y me tapo más con la manta para que no se me vea.

—¿De dónde sois? —pregunta Ubbe.

Bien, esto significa que nos entienden.

—Eso ya da igual, nosotras somos del mundo, de ningún lugar en concreto —responde Iris por todas.

Ellos se miran y parecen dispuestos a soltar las armas y a ayudarnos, pero Ivar siempre suele complicar demasiado las cosas:

—Hablas como una cristiana —asegura Ivar—, ¿sois cristianas?

MIERDA. Lo último que debían pensar.

Arlett hace intenciones de querer decir algo, pero Iris y yo la mandamos una mirada de advertencia para que no diga nada que en este contexto no estaría bien.

Después, giro mi cabeza hacia Ivar y me quedo mirándole, sin sabes que contestar, pero justo cuando veo que él se tira al suelo con un hacha en la mano, se perfectamente lo que debo decir.

Cojo aire, lo suelto, reúno todo el valor posible para hablarle a uno de mis personajes favoritos de la serie, y clavo mi vista, de alguna manera, en sus claros ojos azules.

—Me ofenden tus palabras, hijo de Ragnar —él para en seco—. Me ofende que pienses que creo en un Dios falso. Me ofende que pienses que no creo en Odin, padre de todos, ni en sus hijos, Thor y Frey —Le analizó seriamente—. Me ofenden tus palabras, Ivar sin huesos.

Ellos se quedan en silencio mirándonos, y como si lo hubiéramos preparado antes, Iris se adelanta y continúa hablando:

—Me ofende que pienses que no creo en el destino tejido por los dioses para nosotros. Un destino que hemos de aceptar y por el que debemos agradecer a los dioses cuando nos juntemos con ellos para beber y luchar en el Valhalla.

Cuando acaba, los cuatro hermanos nos siguen mirando, y nosotras lanzamos una mirada a Arlett para que improvise algo, pero algo acorde con lo que hemos dicho:

—Me ofendes que pienses... que creo en una religión... que ve la nuestra... de paganos... —la lanzamos una mirada para aconsejara que no siga por ahí—. Será mejor que no lo volváis a mencionar, para no cabrea a los dioses y para no ponerlos en vuestra contra.

Al final, lo último la queda bastante vikingo.

Cuando acabamos nuestros discursos, debo reconocer que nos han quedado prácticamente perfectos, y eso se puede ver en las caras de confusión y vergüenza que tienen los cuatro chicos frente a nosotros.

Ver esta reacción, simplemente me hace sentirme orgullosa, pues no me puedo creer que este ante estos personajes ahora mismo, y que les está dirigiendo la palabra, al igual que ellos nos la están dirigiendo a nosotras.

—Perdonad a nuestro hermano... —habla Ubbe—, a veces habla sin pensar.

Nos quedamos en silencio, nosotras esperando a que ellos nos indiquen donde está Kategatt, o simplemente intentando reprimir un auténtico grito fangirl, y ellos esperando a vete tú a saber qué.

¿Estamos soñando? /Vikingos/Where stories live. Discover now