Capítulo 11

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Hvitserk's PoV

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Nos levantamos todos a la hora a la que solemos levantarnos siempre, y como hacemos todas las mañanas, nos damos los buenos días con unos ligeros puñetazos entre nosotros, y aunque en más de una ocasión nos gustaría dar el puñetazo en serio, yo intento aguantarme.

Desayunamos algo de lo que Margareth nos trae, pero sinceramente no me importaría que algún día solamente viniera ella. Solamente ella.

Entre risas nos acabamos todo (aunque pocas veces ocurre así), y salimos de casa con nuestras armas cargadas, y con Ivar montado en la silla, la cuál también debemos cargar nosotros.

Pero a diferencia de otros días, hoy no vamos directos hacia nuestro lugar de entrenamiento, sino que paramos antes por la cabaña de Lelean para recogerlas a todas.

—Veo que hoy morimos —oímos sus voces dentro—, se van a dar cuenta de que no sé coger ni una espada. 

—Vamos Arlett, no seas tan negativa... —la voz de Lelean es interrumpida

—Pero vamos a ver, que he cogido una espada ayer por primera vez en toda mi vida. ¡Esto va a ser un desastre!

—Pues si ves que te va mal con la espada, empiezas a usar el arco, que la puntería la tienes muy buena —ahora es Iris la que habla.

—Y si no, les sorprendes con tus ideas, que seguro que se te ocurren buenas estrategias para una batalla, y posiblemente puedas crear planes increíbles con Ivar.

Vaya, parece que alguna está bastante nerviosa de tener que luchar ante nosotras, pero me sigue sorprendiendo lo mucho que nos conocen, aunque posiblemente haya dicho eso de Ivar porque todavía no le han visto con una espada en la mano... Giro mi cabeza para mirarlo y parece que está perdiendo la paciencia.

—... Tú porque estudias artes escénicas y sabes actuar, ¡pero es que yo no se hacer eso!

A veces tengo que admitir que son realmente raras y que no sé de que narices hablan, a veces dicen cosas que realmente no tienen ningún sentido, al menos para  nosotros, puede que de donde ellas sean usen ese tipo de expresiones.

—Bueno que, vamos a llamar o nos vamos a quedar aquí esperando hasta que se haga de noche.

Ivar levanta demasiado la voz, y tanto es así que hasta las chicas lo escuchan y se callan al instante, como si realmente no quisieran que nadie escuchara la conversación, entonces la puerta se abre de repente y aparecen sus cabezas curiosas.

—¿Lleváis ahí mucho tiempo?

—El suficiente para...

—Para deciros que si estáis nerviosas o no habéis usado un tipo de arma antes, no debéis preocuparos —Ubbe interrumpe a Ivar y dirige esas palabras a Arlett—, siempre se puede mejorar y aprender.

En eso, mi hermano tiene razón, como en muchas otras cosas.

—Bueno, ¿nos vamos? —sugiero

Compartimos una mirada entre todos, pero claramente tenemos la intención de empezar a movernos. 
Empezamos a movernos por entre las calles de Kategatt que nos guían haca la muralla que tenemos, y una vez que la cruzamos, empezamos a caminar por entre los bosques, por entre los frondosos árboles que ya están empezando a recuperar sus hojas, y que nos indican que ya nos quedan tan solo un par de meses para partir con nuestras expediciones hacia las colonias inglesas, o en mi caso, en busca de ese mar interior por el que Bjorn siente tanta curiosidad.
Seguimos el estrecho camino que esta marcado en el bosque, y no tardamos mucho en llegar al claro en el que solemos estar entrenando, y en el que nos encontramos por primera vez con estas tres misteriosas chicas.

¿Estamos soñando? /Vikingos/Where stories live. Discover now