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Otro día, otra semana, otro mes ¿Hakuji no se cansaba? Al parecer no.

La primera vez que Hakuji golpeó a Shoko fue en marzo, ya habían pasado 3 meses estando en junio. Hakuji había tomado por competo el control sobre ella alejandola de todos, mantenía a la joven en una habitación subterranea que era protegida por los mismos guardias que habían sellado su reiatsu, aunque claro, al mayor le había costado demasiado trabajo mantenerla controlada.

Antes de que Hakuji la encerrara había tenido la oportunidad de hablar un par de veces con Tokinada quien se veía sumamante preocupado por ella, bueno, también preocupaba a Koyuki y a sus dos amigas. Sabía que Tokinada planeaba algo para ayudarlas ya que le había propuesto un plan el cual aceptó gustosa aunque conllevaba ciertos riesgos. Incluso Koyuki estaba dispuesta a cooperar.

Hakuji hacía visitas frecuentes a la castaña, y en cada una de ellas llevaba a algún subordinado para que revisara sus heridas y verificara su regeneración la cual era la más rápida que había visto en mucho tiempo. Ya que en solo 2 semanas las heridas en su espalda habían sanado, solo quedando las cicatrices.

La rápida regeneración de Shoko le daba más oportunidad para hacerle daño calmando así su furia, aprovechando que su reiatsu estaba sellado no tendría inconvenientes.

Al no escuchar quejidos o suplicas de parte de la menor había pensado en no darle alimento, forzándola a llevar una dieta a base de agua debilitándola aún más.

Era sorprenderte ver que una niña pudiera soportar ese maltrato, dejando en claro la resistencia que ofrecía su cuerpo y mente. Algo que era realmente valioso para él, porque una vez que se cansara de torturarla haría experimentos en ella. Después de todo, a los líderes les encantaba experimentar con jovencitas especiales, y Shoko no era la excepción.

Tokinada se había enterado que Hakuji y Murata tendrían una reunión con los Akita, si aprovechaba esa oportunidad podría ayudar a Shoko. De hecho a había comenzado a escaparse para planear rutas de escape ganandose varias reprimendas de parte de Murata, aunque no les daba importancia en lo absoluto, ni siquiera le importaba los golpes que recibía.

Conociendo a su familia y a los Akita, sabía que planeaban hacer experimentos con Shoko; por lo que escuchaba de Hakuji se enteró que la castaña poseía una gran habilidad regenerativa junto a una increíble fuerza de voluntad. Hakuji tomaba en cuenta las habilidades de ella, no solo físicas sino también mentales, además había admitido que la menor era muy bella asún siendo tan joven, también dejó muy en claro que sus ojos eran especiales convirtiéndola en una buena candidata para usarla en sus experimentos.

¿Que más podría planear para ayudar? No había mucho en realidad, no tenía un reiatsu tan fuerte como el de la castaña y mucho menos fuerza física, habían varios guardias resguardando las entradas de la residencia y sabía perfectamente que en donde estaba Shoko también estaba protegido el lugar.

Sin duda debía esperar pero ¿ella podría resistir más abusos?

Fue cuando recordó a su contacto, Airi.

Si le pedía ayuda a ella quizás podría hacer algo para ayudar, solo necesitaba contactarla, sin embargo, corría más riesgos.

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-Capitán Ryuu - llamó Hisoka haciendo una reverencia

-¿Qué ocurre?

-Es sobre Shoko... Se que ya pasaron algunos meses y su reiatsu no ha sido alterado pero estoy preocupado por ella, bueno, todos lo estamos... Y solo quisiera saber si usted ha tenido contacto con ella

𝑳𝑨 𝑭𝑳𝑶𝑹 𝑫𝑬𝑳 𝑰𝑵𝑭𝑰𝑬𝑹𝑵𝑶 ~𝑨𝑰𝒁𝑬𝑵 𝒙 𝑶𝑪~Where stories live. Discover now