𝑳𝑨 𝑭𝑳𝑶𝑹 𝑫𝑬𝑳 𝑰𝑵𝑭𝑰𝑬𝑹𝑵𝑶 ~𝑨𝑰𝒁𝑬𝑵 𝒙 𝑶𝑪~

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-¿Cómo lo llevas Shinji?

-¿El que ya no soy capitán? Pues creo que mucho mejor de lo que imaginé

-No puedo creer que lo tomes a la ligera

-Sabes como soy, además de que no era mi momento de ser capitán, soy aún joven para eso

-Si te refieres a ser inmaduro concuerdo contigo

-No seas tan estricto Ryuu, sigo siendo joven para tomar ese cargo y no me sentía listo para eso, siempre te pedía ayuda cuando se me dificultaba algo

-Y yo siempre te apoyaba sin pedir nada a cambio

-Te lo agradezco, pero aún así es una carga menos para mi

-¿Por qué te retiraron del puesto?

-Larga historia

-Tengo tiempo de sobra, así que cuentame

-Esta bien- dijo Hirako con pereza -Fue hace 43 años cuando tuve una misión muy importante, tenía que proteger al clan Akita mientras ellos hacían cosas raras

-¿Raras?

-Una especie de ritual, en realidad eran sacrificios. Estaban por asesinar a una niña recién nacida pero no me interpuse porque tenía órdenes estrictas de no intervenir, solo protegerlos. El punto es que cuando estaban a minutos de asesinarla aparecieron unos hombres portando unas máscaras que cubrían la perte superior de su rostro y muchos de ellos gritaban que debían salvar a la criatura; supuse que era lo más ético que se podría hacer, después de todo es lo que hacemos. Pero el líder de los Akita, que era llamado "el profeta" me ordenó que los detuviera y no tuve más remedio que movilizar a mis hombres pero no logré atrapar al hombre que le arrebató la niña de los brazos, los demás fueron capturados y uno de los "sabios" se los llevó a otro lugar, en realidad sólo se llevó a 3 por que los otros prefirieron suicidarse, hicieron todo lo posible para que el hombre de la máscara con la niña lograra escapar y lo consiguieron. No pudimos encontrarlos; envié a varios de mis subordinados para buscar alrededor y yo me quedé con "el profeta", al cabo de unos minutos él me explicó que ese grupo de hombres eran enemigos de ellos incluyendo a la Sociedad de Almas por completo, querían a la criatura porque creían que ella sería su líder en un futuro, lideraría un ejército de leviatanes que destruiría todo. Hablaba de la bebé como si fuera una aberración, alguien quien haría que la paz se esfume.

-¿Leviatanes? ¿sacrificios? - toda esa información lo había dejado atónito

-Así es, al principio no lo comprendí pero quizás por eso la Central 46 quería que los protegieramos. Sabes como son esos ancianos, tan cercanos a las tradiciones y creencias.

-Vaya... ¿después de que invaideran la casa de los Akita encontraron algo?

-No, hasta años después que un grupo de mis hombres que me acompañaron en ese día encontraron al hombre en el bosque de Kusajishi. Sabían que era él por que su reiatsu era inconfuncible, vasto y lleno de hostilidad. Lo atraparon desprevenido y lo interrogaron pero al final se suicidó, no reveló ninguna información que nos sirviera para encontrar a la niña que tanto importaba para los Akita. -Ryuu aun pensaba en todo eso, nunca había escuchado sobre los leviatanes y no creía que una niña pueda causar tanto mal. - Y eso es todo Ryuu, como no logramos encontrar a la niña y varios integrantes de la familia resultaron muertos y otros heridos, el "profeta" decidió hablar con los viejos de la Central 46 para decir que yo era alguien incapacitado para tener cargo de capitán y fue por eso que ahora soy un subordinado común

-Se que tú mismo te consideras aún muy joven para ser capitán pero yo creo que eres capaz de hacerlo, despues de todo fuiste el capitán más joven hasta ahora y te mantuviste en el cargo durante mucho tiempo. Quiero que sepas que voy a ayudarte, yo y Shoko lo haremos.

-Te lo agradezco pero aún así no creo que sea mi momento para ser capitán, mi ascenso fue prematuro.

-No me importa que haya sido prematuro o no, Shoko te vamos a ayudar

-¿Shoko? Es la única chica de tu escuadrón ¿cierto?

-Sí, es como una hija para mí.

-Perdona que te lo diga pero es algo rara

-La mayoría piensa que ella es rara así que ya estoy acostumbrado, de todos modos... No es rara, simplemente que ha sufrido demasiado y eso le ha hecho que se distancie de muchos y por eso no tiene amigas como una chica cualquiera. Ella es como un diamante en bruto, ha mejorado en estos años, y ascendió rapidamente al 5to puesto de entre todos los que llevan más tiempo en mi escuadrón. 

-¿Sufrimiento?

-Sí, no me ha dicho que es lo que vivió en su pasado pero fue algo duro

-Aún así es rara ¡Puede hacer que las mariposas se posen en sus dedos!

-Eso no es ser raro, solo muestra la pureza de su alma, muy pocos pueden hacer eso

- Agh, es imposible discutir contigo

-Por eso siempre gano las discusiones- dijo con una pequeña sonrisa levantando los hombros - Y aunque digas que es rara, debes de saber que ella es mi orgullo, y que además de que no conviva con los demás esta dispuesta a ayudarlos sin pedir nada a cambio. -Se levantó y se dirigió a la puerta - Ella ya esta buscando algo para ayudarte, al igual que yo Shinji. Debo irme, si necesitas algo avísame... Nos vemos

-Uh claro, adiós Ryuu

Ya que estaba fuera, fue a su habitación y al llegar comenzó a escribir lo que le dijo Hirako, claro que no todo, lo más importante, como lo del sacrificio, los leviatanes, la niña que sería la supuesta líder que traería destrucción, todo eso era muy confuso. Nunca había escuchado sobre los leviatanes y tenía pensado en ir a la biblioteca para ver si podría encontrar algo relacionado con los Leviatanes. O en dado caso preguntarle personalmente al capitán Yamamoto. Quería saber todo, deseaba ayudar a su amigo pero no le era posible sin las respuestas. Y no quería involucrar demasiado a Shoko, no sabía si eso sería peligroso pero... sentía que ella tenía algo que ver en todo eso ¿Podría ser ella la niña que estaba apunto de ser asesinada? su edad concordaba con el tiempo transcurrido de la misión de Shinji, su hermano murió años después de haberla salvado de muchas personas... Dejó todo de lado y se recostó, ya era demasiado tarde y al siguiente día tenía cosas importantes que hacer.