°39°

76 7 32
                                    

— ¡Esperanos! — una niña gritó mientras corría

— ¡No camines tan rápido! — un niño iba adelante de la pequeña niña.

Ambos estaban corriendo intentando alcanzar a su acompañante quien corría con gran velocidad.

— ¡Shoko! ¡Espera por favor! —gritó la niña haciendo que la castaña se detuviera.

— ¿Por qué me siguieron hasta aquí? Debieron de ir con Yuzuriha.

— No podíamos dejarte aquí. — el otro niño dijo jadeando.

La castaña suspiró.

— Sayu, Soichiro ¿cuántas veces se los tengo que decir? No quiero que me sigan.

— ¡Pero Nahomi nos dijo que no nos separaramos! — chilló Sayu.

— Yo sé cuidarme sola. Ustedes no, es importante que ustedes se queden con Yuzuriha o con Nahomi cuidando de los demás. 

— ¿Por qué nos evitas? — preguntó Soichiro. — ¿No te agradamos?

— No es cuestión de si me agradan o no. Sólo quiero estar sola, y ustedes deberían regresar antes de que un Hollow venga. — Ella volvió a caminar, alejándose de los dos hermanos.

Los rubios se miraron entre sí, asintieron y después volvieron a correr para alcanzar a la castaña.

Sayu se preguntaba ¿por qué actuaba de esa manera? ¿por qué siempre los evitaba? Sin importar lo que ellos hicieran, ella se alejaba.

¿Por qué era tan fría? Una chica no debía ser así. Una chica debería obedecer y quedarse en casa.

Eso era lo que Sayu pensaba. Shoko actuaba como un chico.

¿Por qué? ¿Había sido criada por animales? De entre todas las niñas del grupo, Shoko era la única diferente, una falla.

Shoko estaba frente a un alcantilado, había un tronco que unía aquel lugar con el otro, haciendo un puente riesgoso.

La ojiverde caminó por aquel tronco como si no hubiera un fondo por el cual caer. Llegó al otro lado, pero hizo una pausa y los miró a ambos.

Soichiro miró el fondo, tragó saliva y dudó un poco. Pero se armó de valor y cruzó con cuidado, también llegando al otro lado.

Sayu hizo lo mismo que su hermano, sin embargo, no cruzó.

— ¡Sayu! — el varón gritó. — ¡Hazlo, no vas a caerte!

"Si, claro"

Sayu dió un paso atrás mientras negaba con la cabeza.

— ¡No lo haré!

Shoko soltó un bufido, poniendo ambas manos es su cintura. La castaña miró al rubio, él hizo contacto visual con ella y después miraron a la rubia.

La ojiverde cruzó por el tronco hasta llegar con Sayu.

— ¿Vas a venir?

— No... Me da miedo...

Sayu volvió a retroceder.

— Agh... — rascó su nuca — Que molestia...

Shoko tomó la mano de Sayu u comenzó a caminar.

— Iremos lento, si así lo deseas, cierra los ojos. Yo voy a guiarte.

— Shoko... ¿En serio lo harás?

𝑳𝑨 𝑭𝑳𝑶𝑹 𝑫𝑬𝑳 𝑰𝑵𝑭𝑰𝑬𝑹𝑵𝑶 ~𝑨𝑰𝒁𝑬𝑵 𝒙 𝑶𝑪~Where stories live. Discover now