Capítulo 53: Terca y Orgullosa

181 21 2
                                    

— ¿Qué harán durante las vacaciones? —Pregunto la mayor mientras dejaba el vaso vacío sobre la mesa.— ¿Saldran a algún lado?

— Oye, crees que una madre como "Mariel Shin" permitiría que fuera a algún lugar lejos de lo que conoce —Dijo la tigresa dejando los cubiertos a un lado.

— Vamos, nos conoce a las tres ¿Como podría negarse? Soy muy responsable a parte confía mucho en Yannah y sabe que Nia no haría nada malo —Dijo Zaysel  con demasiada confianza.

— Zay, no conoce lo suficiente a la madre de Arleth —Dijo la serpiente haciendo una mueca.

— En todo caso, ¿a donde iríamos? —Cuestionó Nia prestando atención a la mayor mientras reía un poco.

— Tendríamos que pensar en eso —Dijo la loba soltando un suspiro.— Oigan los chicos podrían venir, seria una linda manera de despedir el año

— Imposible, lo que mamá menos quiere es que este cerca de un chico, bueno a menos que sea Nam o algún felino —Dijo la tigresa rodando los ojos. — No quiere verme cerca de Thian y si sabe que él también va, sera como verla con un "No" tatuado en la frente y con mayúsculas, deberían divertirse sin mi.

— Entonces no le digamos —Dijo la irbis restándole importancia.— Digamos que nos quedaremos solo las cuatro

No era mala idea, su madre no tenia que porque saber que alguien más iría con ellas, pero aún así las probabilidades de que la dejara ir, eran muy bajas, aunque no lo quisiera admitir durante los últimos dos días no dejaba de pensar en aquél lobo gris y él no lo sabía, pero ella lo había escuchado y no dejaba de pensar en eso.

— Yah' —Dijo Yannah golpeándole el hombro.— Te estamos hablando y no nos prestas atención

— Ay, Yannah sabes que soy débil, porque tienes la costumbre de golpearme —Exclamó ella golpeando el hombro de la menor quien se quejo mientras reía.

— Ya, para —Dijo la serpiente sobando su hombro.— Entonces, ¿Lo haremos?

— Claro —Dijo la mayor alegremente. — Sera una manera de celebrar antes de la universidad —Habló con una malvada sonrisa.

Las tres menores rieron un poco y continuaron comiendo mientras planeaban a donde irían, la tigresa por otro lado, sabía muy bien como era su madre y pocas veces la dejaba salir, quien sabe que dirá cuando le pida permiso para ir de vacaciones con sus amigas.

(...)

— ¿Estas son horas de llegar? —Pregunto la adulta mientras se cruzaba de brazos a los pies de la escalera.

— Te dije que no sabría a que hora llegaría —Dijo ella soltando un suspiro.— A parte, no hice nada malo y estaba con las chicas, puedes llamar las si quieres

— No vienes con su aroma así que supongo que debo creer te —Dijo la mayor soltando un suspiro.

La menor miro a su mamá por unos segundos debatiendo entre si debía hablarle de los planes de las chicas ahora o no, prefirió no decirle nada, aun faltaba para eso, si lo hacía su mamá podía aceptar y luego negarse, en cambio, optó por cambiar de tema a uno que era un poco más complicado.

— ¿Por no te agrada Thian? —Cuestionó ella con algo de cautela.

La mayor paso una mano por su corto cabello y miro a su hija con seriedad, camino hacía el salón y se sentó en el sofá para encender la televisión.

— Mamá...

— Es un perro —Dijo la mayor con una serie expresión.— Los perros hacen lo que quieren con los felinos...

— Thian no es así, él, esta pendiente de mi desde que nos conocimos y es muy atento... Él, me cuida —Dijo ella pasando una mano por su cabello mientras miraba a su madre.

— Entonces algo quiere de ti, siempre hacen las cosas con intenciones ocultas —Dijo la mayor a la defensiva, Arleth no la entendía.— No te has acostado con alguien ¿cierto?

— Claro que no —Dijo ella negando rápidamente.— Te dije que Thian no es así...

— No me refiero solo a él, ¿Yuan? ¿Nam? ¿Y el zorro que estuvo aquí? —Cuestionó la adulta con voz fría.

— Mamá —Dijo Arleth con decepción mientras inconscientemente llevaba una mano a su cuello aunque la mayor no lo noto debido a que parecía como si se abrazara.— ¿Cómo puedes hablar  de tu hija así tan fácil?

— Lo hago porque se como son las hormonas, se que los celos son terribles, llaman a los alfas y no se controlan, no si el celo llega de la nada por un mal calculo de días —Dijo ella mirando fijamente a su hija.

¿Qué?...

Con el alma en un hilo, Arleth se levanto con los nervios a flor de piel, miro por unos segundos a la mayor y le dio la espalda para irse a su habitación, pero se detuvo cuando su madre continuó hablando.

— Arleth, no te esfuerces demasiado, no voy a aceptar a ese lobo, no lo quiero ver cerca, no quiero que tengas su aroma, mucho menos quiero ver que tengas su marca, sabes que no te irá bien —Dijo la mayor con la mirada puesta en la televisión.

— ¿Por qué? Es mi alfa, no puede evitar que este con él, ¿Solo usted puede estar con su alfa? ¿Es capaz de verme sufrir solo por su orgullo y terquedad? —Cuestionó ella antes de salir sin esperar respuesta.

No la entendía, desde pequeña le decía lo mismo, su mamá jamás estuvo con un can, por lo mismo no entendía porque el odió hacia los mismos, quería entenderla, pero no podía.

Arleth #Depredadores1 [En Edición]Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt