Arleth #Depredadores1 [En Edición]

06. Zorro Herido

Arleth caminaba en silencio por los pasillos cuando se encontró con el lobo quien con una sonrisa burlona caminaba a su lado mientras miraba a los demás quienes los observaban curiosos y sorprendidos; la felina se detuvo y volteo a verlo, notando cuando el lobo se adelantaba para entrar al salón para poder ir a su lugar, ella bufó levemente mientras avanzaba hasta su asiento, dejando su mochila en la mesa, apoyando sus brazos sobre esta para luego acomodar la cabeza en sus brazos y cerrar sus ojos.

Un suspiro escapo de sus labios pues no había dormido bien la noche anterior, se había sentido inquieta por alguna razón que desconocía, esto había provocado que su animal se encontrara alerta, impidiéndole descansar.

—¿Estas bien? —Preguntó el menor con curiosidad mientras la miraba.

—No te interesa —Dijo ella de manera mordaz, sin prestarle atención al menor.

—Luces mal —Murmuró él encogiéndose de hombros mientras hacia una pequeña mueca.

—Bien, ahora déjame descansar —Finalizó ella para luego escucharlo soltar un suspiró.

El menor imito la acción de la castaña acomodando su cabeza sobre sus brazos mientras la observaba, lucía cansada y lo que más le daba curiosidad era lo tranquila que lucía de esa manera, en ese preciso momento su aura era completamente diferente a como era la mayoría del tiempo, lucia tan indefensa, tal vez dormía, pero con un gran felino era algo de lo que no debía confiarse, la felina no lucía como la fría tigresa a la defensiva que era la mayor parte del tiempo.

Los demás alumnos comenzaron a entrar mirando con cautela a la tigresa que se encontraba recostada sobre la mesa, él incorporo su cuerpo casi de inmediato, sonriendo levemente mientras observaba a los demás.

—Esta dormida, no hará nada —Informó él haciendo un ademán con su mano.

El grupo asintió levemente y se sentaron en sus lugares con un poco más de seguridad, el maestro fue el último en entrar, se acercó a la mesa de la castaña y dio un golpe en está provocando que la tigresa se incorporara del susto.

El maestro sonrió levemente cuando los ojos de la castaña se detuvieron en él, su mirada no tardo en volverse tajante mientras se hacia el intento de levantarse, pero una mano la detuvo, el maestro volvió al frente de la clase mientras que ella miraba al azabache quien la sostenía del brazo, el menor la soltó y miro al frente prestando atención a lo que el maestro hablaba, simplemente no podía creer como es que la castaña había pensado en enfrentar al profesor, era  estúpido.

Las horas pasaron y junto con ellas las clases, estaban en el receso del almuerzo, ella y Yuan se encontraban sentados en una mesa en la cafetería, la gran parte de los alumnos que se encontraban en el establecimiento, ahora se encontraban en el gimnasio apoyando al equipo del liceo en el partido de baloncesto.

Yuan jugaba baloncesto en las clases de deporte, pero no era un fanático como para ver partidos, ambos se encontraban bebiendo café caliente para hacer que sus cuerpos entraran en calor, Arleth tenía el tazón de café en sus manos cuando sintió una extraña sensación en su pecho, a lo lejos se escuchó el bullicio del gimnasio, pero un leve dolor en la zona de su marca hizo dejar caer el tazón que tenía entre sus manos.

—Arleth ¿Qué sucede? —Preguntó el menor con preocupación.

—Algo le paso...

—¿A quién? —Preguntó siguiendo la mano de la castaña hasta que esta toco su cuello—. Lian —Murmuró mientras soltaba un suspiro algo molesto de siempre terminar con ese chico en sus conversaciones.

La castaña cerro sus ojos unos segundos, incorporando su cuerpo mientras tomaba unas servilletas para limpiar el piso, Yuan recogió los trozos del tazón y poco después ambos salieron de la cafetería, el menor intentando evitar que la omega corriera hacía el gimnasio en busca del mayor, pero ambos se detuvieron cuando una gran cantidad de estudiantes aparecieron por el pasillo con una camilla en la cual iba el alfa quejándose, cerrando con fuerza sus ojos mientras sostenía su hombro.