Capítulo XVI: En resumen, te diré la historia larga

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—Tengo dos reglas para esta salida de mañana —dijo mamá mientras manejaba con mucha precisión.

Desde el asiento del copiloto, esperé a que las mencionara aunque ya podía hacerme la idea: nada de cosas alocadas en caso de que hubieran personas mirando—siempre habían personas mirando—y, regresar a casa antes de las nueve p.m. porque papá llamaría como de costumbre.

—Nada de tontear por ahí, siempre pudieran haber personas esperando un desliz...y, quiero que estés en casa puntual. Tu papá quiere hablarte sobre un tema importante.

—¿Algo malo? ¿La academia? ¿Las notas?

Negó—. Tendrás que esperar a que él lo diga esta tarde.

Mamá me dejó en la entrada de la casa de Julie. Reuní energía para que me durara toda la tarde. Completar eso iba a significar dos cosas para mí: la primera, volvería a hablar con tres chicos que ahora sabía eran conocidos de mamá cuando estaban vivos. A pesar de que no habíamos hablado desde el cumpleaños de Luke, sentía que las cosas entre nosotros podrían ir mejor y la segunda, me costaría mi lealtad hacia Carrie.

Presioné el timbre de la casa y escuché un par de voces y pasos rápidos antes de que alguien abriera.

Carlos Molina elevó una ceja, dándole un vistazo a mi atuendo. Botines altos en color blanco, falda de jean negro, y suéter manga larga verde manzana. Mi idea había sido inspirada por la película de Ralph el demoledor—. Buena elección, fantasma y puedo decir que regresaste... ¿Vienes a pasar tiempo con mi hermana o conmigo?

—Tu hermana —le envié una mirada de pena—. Pero también vengo a ofrecerte si quieres ir conmigo a Planet Games mañana. 

¿Así se hacían planes?

¿Así hacías que las cosas estuvieran bien?

—Papá y yo te pasaremos a buscar a la una. —Carlos sonrió y apuntó al garaje—. La hermana rara está por allá hablándole al aire. Estás advertida.

—Gracias, Carlos.

—¿Mañana también podemos pasar a comprar algunos perritos calientes y unas sodas? —preguntó en voz alta mientras yo me alejaba. Le grité que sí para finalizar en frente a la blanca puerta del garaje.

Gracias a mí altura logré verlos a través de la ventana. Estaban los cuatro, practicando. La música se escuchaba bien, pero no reconocí la canción. Incluso cuando mi repertorio de canciones era muy limitado, me hubiera gustado poder hacerlo. Inhalé y exhalé varias veces antes de atreverme a abrir la puerta. ¿Qué tan mal puede ir después de ayer?, me intenté animar. Tan pronto pasé, dejaron de tocar y su atención alcanzó a estar en mí.

Me sentí como un extraterrestre con tres cabezas.

¿Había sido una mala idea?

—Volviste —Julie se sorprendió, colocando el micrófono en la base. Lo ajustó para que no se cayera.

—Vine a disculparme —especifiqué—. Por...todo. Por no quedarme a ayudarlas a ti y a Flynn en la fiesta y por darte la espalda estos días. Sólo que...las cosas se pusieron extrañas y bueno, lo siento. No sé si eso será suficiente...Oh. 

Pretendí no estar aturdida por la rapidez con la que me abrazó, aceptando mi básica disculpa. Una ráfaga de sensación agradable se alimentó en mi interior cuando sus palabras fueron tranquilizadoras en vez de críticas. Carrie no hubiera actuado así.

Reggie guiñó un ojo en mi dirección, levantando la mano para hacer un gesto que se asemejó al de una pistola de juguete en el aire.

Sonreí en su dirección y volví hacia Julie.

Starlight |Julie and the phantoms|Where stories live. Discover now