Capítulo XXV: Todas las líneas que ensayamos

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¿En verdad...iba a decirle todo?

Removí con la cuchara de metal el chocolate helado que el señor Molina nos preparó. Carlos buscó sus videojuegos en su habitación mientras Julie estaba arriba buscando alguna ropa que pudiera ponerme para dormir.

—Debo reconocer que cada vez que veo a tu mamá inmediatamente te veo a ti. Son muy parecidas. —El Señor Molina dio un sorbo a su bebida y sonrió con sus ojos claros entrecerrándose un poco—. Estoy muy seguro que cuando tenía tu edad se veía exactamente como tú.

Resoplé en mi cabeza... Si tan solo supiera que éramos casi idénticas...

Alex ya lo había mencionado el otro día. Lo mucho que mamá y yo nos parecíamos. Y según las fotos, pudimos haber sido gemelas en otra vida.

—¿Julie también se parece a su mamá?

Él soltó una risa corta, recostando su espalda de la mesa de la cocina para otro sorbo al chocolate—. Vaya que sí, Tesla. Tiene su misma sonrisa, su mirada. El amor por la música... Veo a Julie y es como si la estuviera viendo.

Su rostro se iluminó.

—Y el humor y la picardía de Carlos... Cada vez que los veo a ellos, veo a su mamá. Es una manera de recordarme que nunca se irá realmente.

—Es un buen papá, señor Molina —confesé con cierta nostalgia. Cada vez que estaba en casa de los Molina, extrañaba a papá. El señor Molina, de hecho, era un constante recordatorio de él. Subió las esquinas de sus labios y abrió la boca para hablar, pero me le adelanté: —En verdad, está haciendo un buen trabajo con sus hijos... Son buenas personas. Al final del día, es lo que importa, ¿no? No que sean buenos en algo, sino que sean buenas personas.

—Pues, ese es uno de los trabajos de nosotros los padres, ¿no? Que nuestros hijos sean las mejores personas que puedan ser. —De a un momento a otro, la situación se había vuelto más emocional de lo que tenía planeado—. Tu mamá y tu papá también hicieron un gran trabajo contigo y estoy totalmente seguro de que ahora mismo, eres la mejor versión de ti.

¿Esta era la mejor versión de Tesla Gray hasta ahora? Podía ser mejor. Organizada, dejar de decir mentiras...

Torcí la boca, con el estómago revuelto. Mejor era cambiar de tema antes de caer en lugares inestables.

—Gracias por convencer a mamá que me dejara quedar aquí. Jamás me había quedado en casa de otra persona que no fuera Carrie.

Sacudió su mano, tranquilizándome—. No, no te preocupes. Le expliqué a tu mamá lo que pasaba y accedió. Recuerdo haber usado mucho las palabras «por favor, por favorcito». —Me vio con gracia y yo me reí—. Está bien. Dijo que sería bueno que pasaras tiempo con tus amigos. Supongo que Julie ensayará más tarde o mañana con la banda y así pasarán tiempo juntos.

Quería ver a Reggie y quizás decirle que mamá estaba extraña. Quería ver a Reggie y disculparme, tal vez.

—¡Los encontré, Tes! —Carlos gritó bajando las escaleras con prisa. Llevaba en sus manos los juegos—. Julie dijo que vendría para jugar con nosotros. Estoy esperando para acabarla. Apesta en este juego.

—Bueno, yo creo que también apesto en este juego.

Me levanté de la mesa y lo seguí hasta la sala donde estaba el televisor ya encendido. Carlos colocó el disco en la consola y me pasó un control mientras se sentaba junto a mí. El señor Molina estaba ahora sentado en la isla de la cocina revisando algo en su teléfono, todavía con su taza en mano.

—No te preocupes. A ti puedo dejarte ganar —Carlos susurró cuidando que Julie no nos escuchara. Yo eructé en una sonrisa y terminé mi chocolate—. Ya que te quedaras aquí, puedo nombrarte oficialmente hermana. ¿Papá? ¿Cuándo vas a adoptarla legalmente?

Starlight |Julie and the phantoms|Where stories live. Discover now