Starlight |Julie and the phantoms|

1994: Recuerda este momento y prométeme esto: que estarás conmigo por siempre

Dejó la guitarra en su base y respiró profundamente, pasando una mano por el cabello que apenas empezaba a gotear sudor. Llevaban un par de minutos practicando pero los tres sabían que tenía la cabeza en otro lado y se notaba en su música.

—¿Por qué mejor no nos tomamos cinco minutos? —Alex se levantó del banco y dio una sonrisa tenue—. Tomamos algo, enfriamos la cabeza...hablamos sobre lo que pasó.

—Voy a buscar las bebidas. —Reggie decidió hablar. Entre los tres ojearon a su amigo y suspiraron.

Luke se sentó en el sofá lleno de viejas camisetas y algunos envoltorios de comida. Bobby y Alex le acompañaron compartiendo una mirada silenciosa, entendiendo precisamente qué le tenía así. Básicamente, lo tenía escrito en su frente.

—Oye, amigo. Ris va a estar bien. Es sólo que, bueno, es necesario que a veces cada uno vaya por su lado. No pueden estar todo el tiempo encima del otro, menos en tu situación. Tenía que poner límites. 

—He estado pegado a ella toda mi vida. 

Luke torció la boca.

—Tienes que entenderla. 

—No ha soltado ese tonto libro desde que Lovers le dijo que si no sabía sobre eso, no sería buena en arte. Y adicional a eso, ese cerebrito salió de la nada otra vez, ¿quién se cree que es? La invita a salir y ocupa su tiempo, piensa que realmente tiene una oportunidad. 

Bobby palmeó su hombro—. Ris sí decidió darle una oportunidad, Luke. No podemos hacer nada...y con respecto a Lovers, pues, siempre hemos sabido que es una amargada, pero Ris va a buscar su aprobación cada vez que pueda porque así es ella y eso le importa. 

—Uno, el cerebrito no le conviene. Se va a aburrir con él, solamente habla de números y teorías científicas. A Ris la mueve es el arte y dos...simplemente quisiera poder buscar una forma en que Lovers se arrepintiera de hacerla sentir como si no es suficiente. Trabajó mucho en su presentación y ella la rechazó para la demostración, dos veces. No salió de su habitación ni siquiera para comer. 

—No puedes ayudarla todo el tiempo, amigo —Bobby le recordó, intentando usar su voz más suave y comprensiva. Alex estuvo de acuerdo, en parte—. Es una chica grande, va a llegar un momento en que tendrá que pelear por ella misma. Si la Lovers sigue apretando los botones, ten por seguro que ella responderá. Eventualmente.

Alex cabeceó—. Además, de ir a esa exhibición, te meterías en problema. Y peor aún, la meterías a ella en problemas.

—A no ser que no nos atrapen.

Reggie se dejó caer en el suelo frente a ellos, juntando sus rodillas después de pasarle las botellas de cerveza. Los tres le miraron.

Obtuvo tres respuestas diferentes.

—¿Por qué cada vez que abres la boca es para apoyar una idea que nos va a dar problemas, Reg? —Alex se quejó, echándose hacia atrás en el sofá junto a un pensativo Luke—. Míralo, ya está hecho el daño. Ya tenemos suficiente con nuestra situación. 

—¿Qué sugieres, Reggie? Escucho cualquier idea. A este punto, estoy desesperado —le participó el castaño.

Bobby torció la boca—. Estoy con Alex esta vez, chicos. Si te atrapan, Luke, Ris va a estar en grandes problemas con la señora Lovers y tú con tus padres. Eso es un lugar público, hay vigilantes en la escuela, nos verán y...

—Sólo es una mala idea si se enteran —Reggie retomó su comentario. Agitó sus cejas—. Tenemos dos días, y dos blancos completamente diferentes, así que escuchen.

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Mantuvo su puesto en la última fila de las gradas, moviendo rápidamente su tenis negro contra el suelo mientras veía a todos lados una vez más antes de regresar al reloj en su muñeca. Las tres de la tarde. Sólo quería que todo terminara para poder ir a su habitación y dormir tanto como pudiera. O tanto como la soledad le dejara. No ver a Luke todos esos días, le había pasado factura peor de lo que esperaba.