Capítulo XV: Y cantarán con alegría "feliz cumpleaños" a ti

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Ese viernes fue un desastre total. Desde el punto que mamá se levantó con el pie izquierdo y los tres fantasmas estaban en mi sala como cachorros sin hogar hasta el punto en que al llegar a la escuela, todo se encontraba en una dimensión paralela.

Durante el período libre, no me creía las palabras que salían de la boca de Carrie.

Nick terminó con ella.

A demás, no sólo eso había cambiado, sino que él no se sentó con nosotras a la hora de la comida. Y como cereza del pastel, Dylan tampoco. Ni siquiera miraban hacia nuestra mesa. Los dos estaban con sus amigos tanto del equipo de lacrosse como del equipo de fútbol en el que ocasionalmente jugaban.

Fruncí los labios un poco molesta. Reconocía fácilmente que al comienzo ni siquiera quería a Dylan cerca, pero pensé que era nuestro amigo, más allá de todo.

No creía en que las personas tomaran lados cuando dos peleaban.

¿Por qué había Nick terminado con Carrie si él la quería más que nada?

—Puso la excusa de que había sido demasiado pesada con Julie Molina y que se había cansado —masculló Carrie, el enojo desbordando su tono de voz. Si antes la detestaba, ahora, no la quería ni ver—. Todo el mundo está obsesionado con ella. Y no entiendo la razón pues se dieron cuenta de que esa bandita de niños raros es un fracaso.

Ante la descripción que les hizo, algo en mi interior picó y me entraron ganas de decirle que  no era cierto, pero a mi pesar, me quedé con mi boca cerrada, y de hecho, seguí terminando mis galletas de avena en silencio.

—Él me mintió cuando dijo que jamás pondría a Julie por encima de mí. —Se acordó y subió la vista hacia mí, seria. Ya sé por dónde iba esto—. ¿Tú también hiciste lo mismo? ¿Has estado escogiendo a Julie por encima de mí?

—No.

Quizás un par de veces.

—No quiero desconfiar de ti, Tes. Pero ya Nick escogió su lado. Ahora tú necesitas escoger.

— ¿Y qué quieres que haga? ¿Que ignore a Julie? Es...casi imposible.

—¿Y por qué sería imposible si no comparten clases? —elevó su ceja de forma severa. Busqué una buena excusa, ninguna se me vino a la cabeza. Entonces, se encogió de hombros—. Tu papá le dijo a tu mamá que estabas estudiando con Julie y con Flynn en las tardes. Yo creo que eso cuenta como traición.

Papá había hablado demás. Y mamá también.

—Pero no te estoy traicionando, Carrie. Es solo tutoría para la clase de historia.

—Lo estás —bramó ella. Parpadeé con sorpresa ante el tono brusco—. Me prometiste que no la escogerías antes que a mí. Ahora te pido que lo pruebes. Deja de pasar el rato con ella.

Y tal cual Nick dejó de sentarse con nosotras, de hablarnos en el pasillo entre clases y de animarnos cuando respondíamos algo bien en clase, Dylan dejó de buscarme en hora de comida y después de clases. Lo atrapé mirando hacia nosotras dos veces después. Una durante mi hora libre y otra durante una asamblea de estudiantes para conversar sobre cómo realizaríamos los juegos deportivos.

Supuse que por evitar perder a Carrie, le jugué la misma carta a Julie y a Flynn. Pasó una semana y luego otra, y ni siquiera tenía ganas de hablar con los fantasmas. Aparecieron en casa tres veces en días distintos. Cada vez fueron ignorados. Si pretendía que no estaban ahí, entonces, no sentiría que le estaba faltando a mi palabra con Carrie. Al final del día, la familia iba primero. Decir que les agradó, sería mentir. De hecho, si en algún momento llegué a caerle mal a Luke, le caía peor ahora. 

Starlight |Julie and the phantoms|Where stories live. Discover now