Capítulo 2

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(Dos)

Querido diario, ya han pasado algunos días desde que no tengo novio, te lo informo porque a las personas parece importarles más tu situación sentimental, que tu estado de ánimo, como sea, hoy me enteré de algo muy interesante, la profesora que bien podría ser canonizada "según ella", tiene un amorío con el papá de uno de mis amigos, él encontró fotos de ella un tanto... difíciles de describir (en especial porque cuesta encontrar donde comienza ella y termina el otro sujeto), lo cual confirma esa indecorosa relación.

Obviamente ese descubrimiento sorprendió a todos, menos a mí, porque yo ya la había encontrado con alguien más, y como dicen las personas polígamas "donde entran dos, entran tres", aunque esto no termina aquí, por que su instinto lujurioso (al parecer imparable), avanzó y contagió al conserje recién graduado, y terminó por explotar en la brillante idea de esconderse dentro del armario de mantenimiento, durante el tiempo en el que ella dicta sus clases de recuperación, aunque tras seguirlos y observarlos me di cuenta que también suelen utilizar la oficina en-desuso del primer piso, supongo que debe haber algo excitante en el olor a desinfectante y moho.

El punto de contarte todo esto es que me interesa mucho analizar la razón detrás del comportamiento tan falso de las personas, y he llegado a la grandiosa conclusión de que yo no me diferencio en lo absoluto de ellos y posiblemente nadie en este mundo lo haga, porque la necesidad de aparentar ser algo más, la sensación de ser otra persona, o solo el hecho de poder criticar a los demás desde la protección de tu máscara, es una sensación inevitablemente placentera.

P.D: Recuérdame no volverte a olvidar en el parque.

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(Tres)

Querido diario, mi amiga me llamó lesbiana, dice que coincido con el perfil, así que le pedí que me enviara el link de la página donde averiguo eso, y termine comprobando que efectivamente soy un ochenta y nueve por ciento lesbiana, luego hice otro sobre vampiros y resulta que soy un setenta y siete por ciento, vampiro, así que prácticamente soy una vampiresa lesbiana, lo cual no suena tan mal.

En otras noticias, un poco más importantes, el profesor de biología me invitó a salir... suena raro, pero él dice que es solo una tutoría irregular, el problema es que yo no necesito tutorías porque mis notas son perfectas, por supuesto me negué, aunque siempre he pensado que sería divertido salir con un profesor, pero ese sentimiento es normal en alguien de mi edad, el problema es la incapacidad de un adulto por respetar una ley básica de la justicia "no te acostarás con alguien menor de edad", así que me cuesta imaginarme en una relación con alguien capaz de hacer realidad sus ilegales deseos sexuales. ¿Tu qué piensas que debería hacer? 


—¿Qué lees Becca? —me preguntó mi amiga provocando que mi corazón saltara, ojalá lo del soplo no sea algo grave.

—¡Casi me causas un infarto! —le grité, cerrando el diario de inmediato y escondiéndolo en mi bolso.

—No pude evitarlo, lucías tan concentrada —me respondió con su habitual y lineal sonrisa—: Además te estuve esperando en la cafetería para decirte que necesitamos inscribirnos en algún club, y esta vez enserio no podemos evitarlo, porque necesitamos los puntos que darán a los que participen en la feria de demostración.

—El próximo año me esforzaré más en la clase de deportes —le dije recordando mis calificaciones, las cuales eran pésimas—: Solo dame las opciones y acaba con el martirio.

—Creo que encajarías bien en el club de drama, ¿no lo has considerado? —me respondió burlándose de mí.

—Muy graciosa... ya dime las opciones.

—Pues no hay muchas, la mayoría son deportes.

—¡Deportes no!... Soy alérgica a los deportes —le dije mientras caminaba con ella para entrar al instituto (ya casi era hora de que se terminara el receso).

—En ese caso, ¿qué tal las relacionadas con las materias? —me preguntó mientras tachaba los clubs deportivos.

—¡¿Clubes académicos?! ¿Por qué querría estudiar extra? —le pregunté sin poder creer que me ofreciera ir a uno de esos clubs—: Elimínalos, ¿Qué queda?

—Bueno en ese caso... queda arte, oratoria y drama.

—Fantástico... por eso era que no nos inscribimos en ninguno —le dije quitándole la hoja para confirmar lo que decía.

—Elige al azar, de todos modos, no lo vamos a disfrutar —me dijo alzando los brazos para estirarse, algo que mi amiga hacía todo el tiempo, era su tic nervioso.

—Bueno, no sé nada de arte, así que eso queda descartado... soy pésima en oratoria y supongo que en el club de drama debe haber algún papel de árbol que podamos llenar.

—Pues, drama será —me dijo sacando una de las hojas de inscripción—: Entonces nos vemos después de clases para ir al club.

Cada una fue a la clase que le tocaba, la mía era biología, lo que me hizo recordar lo que había leído en el diario, ¿será que el profesor joven que me da clases es el mismo que la invitó a salir?

No había nada que pudiera hacer para comprobarlo así que ignoré la clase y seguí leyendo el diario.


(Cuatro)

Querido diario, vi algo que no debía ver.

Todo comenzó cuando fui a ayudar en una librería de segunda mano, necesitaba el dinero para poder componer mi computadora, así que terminé aceptando ese trabajo de medio tiempo, al principio nada interesante sucedía, pero después de un rato me percate de un par de cosas.

Lo primero era que el dueño tenía una colección privada de revistas no aptas para menores las cuales vendía solo a los clientes que preguntaban por el libro naranja con flores negras, esa era la clave para acceder a la bodega y revisar todo ese material censurable.

Lo segundo es que algunos conocidos entraron a la tienda preguntando por ese servicio adicional y la verdad no me esperaba que aun existieran tantas personas interesadas en comprar esas revistas después de la aparición del internet.

Lo tercero y último es que descubrí que a unas casas había un motel camuflado como restaurante, lo cual tiene sentido porque la comida es pésima y las mesas siempre esta vacías, el punto es que vi entrar en ese "restaurante" a una compañera, y minutos después al profesor de biología con los ojos azules, (el que me invitó a salir), lo que me hizo pensar que tal vez no sea un motel y en realidad se trate de un instituto para aprender Biología encubierto como un motel, lo cual podría ser posible considerando la cantidad de chicas que he visto entrar en ese lugar, nótese mi sarcasmo.

Obviamente no voy a decir nada, porque el problema no es conmigo, pero debo admitir que a veces las personas no saben esconderse bien, es decir, ni siquiera salen separados.


—¡Señorita Cloud! —Yo pegué un grito haciendo que todos se rieran—: ¿Se puede saber en qué está tan concentrada? —me preguntó el profesor de Biología, quien por cierto tenía ojos azules y era muy joven—: Entrégame lo que estabas leyendo y dirígete a la dirección en este momento. —Yo me levanté del asiento y antes de entregarle el diario se me ocurrió algo, era todo o nada. Debía aprender a arriesgarme y a disfrutar de la adrenalina del momento, así que me acerqué a su oído, para que solo él me pudiera escuchar y le dije.

—Sé sobre el motel...

Querido DiarioOnde histórias criam vida. Descubra agora