Al sentir sus piernas perder algo de firmeza por culpa de cómo le temblaba el cuerpo entero, Lee tuvo que apoyar ambos codos en el borde del jacuzzi y se tapó la cara con las manos, sintiendo como las lágrimas, los mocos y la baba empapaban sus palmas. Cerró los ojos con fuerza, haciendo que la velocidad a la que caían las lágrimas aumentase un poco.

—Joder, Lee, te he buscado por todas partes. ¿Sabes lo preocupado que...   —murmuró John B, abriendo la puerta para salir al porche trasero. Al percatarse de que, en el jardín de su casa, había algo que, esa misma mañana, antes de salir, no estaba ahí, se calló de golpe. Echó un vistazo a su alrededor, frunciendo el ceño por culpa de la confusión — . ¿Qué es todo esto?

Lee, sin moverse de donde estaba apoyada, giró ligeramente la cabeza para mirar a su hermano. Él, en cuanto se percató de que la pecosa estaba llorando, suavizó el semblante y dio varios pasos hacia ella. La forma en la que Lee miró a John B, con expresión de cansancio y los ojos rojos e hinchados, hizo que el mayor de los hermanos sintiera una punzada en el estómago y su visión se nublase en cuestión de un segundo.

—¿Qué ha pasado? —se atrevió a preguntar, estirando al brazo para tocar la espalda de Lee. Ella, antes de responder, se movió de su sitio y se acercó a su hermano, abriendo los brazos para abrazarlo con todas sus fuerzas. John B la rodeó con sus brazos y le dio un beso en la cabeza, sintiendo las lágrimas de su hermana mojar su camiseta. 

Podía notar el cuerpo de Lee temblar entre sus brazos, haciéndolo fruncir el ceño, de nuevo, y tragar saliva. Cogió aire y, aunque quería saber qué había pasado y por qué su hermana estaba así, decidió mantenerse en silencio y limitarse a acariciarle el pelo a Lee y repetirle que todo iba a estar bien, dejando algún que otro beso en su cabeza. Lee tardó un rato en tranquilizarse lo suficiente para poder hablar. 

—Está muy mal —susurró ella, con la respiración entrecortada por culpa del llanto —. JB, está jodidamente mal. 

—¿JJ? —John B se separó un poco de su hermana, pero manteniendo sus brazos alrededor de ella. Lee asintió con la cabeza y señaló el jacuzzi —. ¿Se ha gastado el dinero en esto?

—Ha... Ha ido a su casa —empezó Lee, pasando una mano por su cara. Tragó saliva y cerró los ojos por un segundo —, pero su padre... 

—No sigas —pidió John B, acercando de nuevo su hermana a él. Una lágrima cayó por su mejilla antes de poder hacer nada para evitarlo, teniendo que morderse la mejilla por dentro para evitar ponerse a llorar él también —. ¿Dónde está?

—En mi habitación —respondió ella, levantando la mirada para mirar a John B. Al ver la expresión de la cara de su hermano, Lee tuvo que tragar saliva —. Está durmiendo.

—¿Has... —empezó el pecoso, haciendo una pequeña pausa para coger aire y pasar una mano por su pelo —. ¿Has hablado con él?

—Solo me ha dicho que ha ido a su casa y que Luke quería gastarse el dinero en un barco —susurró Lee. Dio un paso para atrás y se pasó las manos por la cara, para después girarse sobre sí misma y volver a apoyarse sobre el jacuzzi —. Y esto, pues... No lo sé, supongo que quería...

—Compensarnos por lo de antes —acabó John B, colocándose al lado de su hermana. Ella asintió con la cabeza y tragó saliva, mirándolo de reojo —. ¿Se lo ha gastado todo?

—Sí. —Lee fue a tocar el anillo que durante los dos últimos días había tenido colgando de su cuello y al acordarse de que no lo llevaba, cerró los ojos con fuerza, tragó saliva y cogió aire. 

fearless || jj maybankWhere stories live. Discover now