Capítulo 4.

1.2K 52 0
                                    

Una vez han metido a Derek en el coche, Thiago se sube en la parte delantera de este, y yo me siento detrás con Loren y otro más. Thiago me tira una chaqueta que impacta en mi cara. Le miro con cara de asco, aunque lógicamente no me vea, y me la pongo.

— ¿Por qué habéis tardado tanto? Me dijisteis que estaríais cuando yo llegara.

— Por que sí. —responde Thiago.

— Sí, pues por haber tardado me habéis obligado a enrollarme con él y por poco casi me fuerza.

—Deja ya de hablar. —Si no fuera porque es capaz de cualquier cosa, y además llevan pistola todos, le metería una buena hostia. No les importa una puta mierda que haya tenido que lidiar con un tío pervertido durante una hora. No quiero ni imaginarme que habría pasado si no hubieran llegado a tiempo.

Durante el viaje no me tapan los ojos, al menos puedo disfrutar un poco de Manhattan, pero cuando empezamos a salir de la ciudad, Loren me coloca la misma cinta de antes en los ojos, y me quedo así por unos veinte minutos más, hasta que llegamos a donde sea que hayamos llegado. Cuando Loren me destapa los ojos estamos en el despacho o eso creo que es, de Thiago. Quizás no querían que me enterara de su nombre, pero lo he hecho.

Cuando mi vista se adapta a la habitación, me veo de pie en una pared junto a cuatro de los chicos, y me doy cuenta de que una puerta se abre bruscamente. Mi mirada se dirige hacia la puerta, y después a la mesa donde está Thiago sentado con una expresión entre cabreado y de superioridad, aunque esta última, nunca abandona su rostro.

Vuelvo a girar mi cabeza hacia la puerta y entran dos tíos también de negro, cogiendo a Derek de los brazos. Avanzan con él hasta el centro de la habitación, una vez han llegado al frente de la mesa, uno de los hombres le pega una patada en la parte trasera de la rodilla y lo deja arrodillado en el suelo, maldiciendo. De repente levanta su mirada y me mira directamente a mí, cuando me ve, intenta deshacerse del agarre de los hombres, a ellos les pilla de imprevisto y veo cómo avanza con rapidez hasta donde me encuentro. Cuando llega delante mía, me echo a un lado rápidamente para esconderme detrás de Loren, y el puñetazo que iba directo a mi cara, gracias a Dios, acaba impactando en la pared que tengo al lado. Antes de que nadie pueda cogerle, me coge del brazo con fuerza y me empuja hacia él, pero le alcanzan los chicos que le tenían sostenido, y los de mi lado.

— Zorra mentirosa. —escupe mientras vuelven a arrodillarle. — No eres más que tetas y cuerpo, no vales más que para follarte asquerosa. —Las palabras impactan rápido en mí.

Intento pasar de su comentario y vuelvo a mi posición anterior. Todo el barullo que había, de repente se va cuando Thiago arrastra la silla y se levanta. Me pregunto quién coño es y cómo puede tener a tanta gente a sus órdenes, siendo la mayoría más grandes y fuertes que él.

Se acerca a Derek, y se agacha delante de él.

— No sabía que fueras tan gilipollas Derek, ¿tan rápido caes en las garras de una tía? —dice soltando una carcajada sonora — Eres patético. Y más patético aún es salir por ahí, sabiendo que te llevo buscando tiempo. —dice mientras se pone en pie.

— Pues ya sois lentos, ¿Enserio tan lento eres que has tardado un año en encontrarme? No sé quién es más gilipollas aquí, si tú o yo. —Tan rápido como acaba de hablar, Thiago le propina una patada en la boca, al instante, Derek agacha la cabeza y maldice mientras escupe sangre de inmediato.

Dios mío, como puede hacer eso tan fácilmente sin siquiera tener compasión por él. Quitando el asco que le tengo a ese tío, no sé por qué se supone que le han hecho todo esto, tampoco creo que me lo digan, pero bueno.

— A ver si ahora tienes los cojones de abrir otra vez la puta boca. —Derek le mira con asco, pero no abre la boca, tal como ha dicho Thiago. De repente, deja de mirar a Derek y me mira a mí. — Ya va siendo hora de que la encerréis, por ahora no nos hace falta.

Jefe de la mafia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora