Jefe de la mafia.

Capitulo 71.

— ¿Entonces que vamos a hacer con todo esto? —pregunta Matt.

— Realmente no sabemos que piensan de vosotros, quizás piensen que explotó la bomba y habéis muerto todos. —responde Marc.

— No creo que sean tan estúpidos, ya todos conocemos a Derek. —Thiago.

— No lo serán, pero si cabe la posibilidad, ¿No creéis? —digo yo entonces. — No sé cuanto tiempo pasamos inconscientes, pero seguro que no fue poco.

— Aún así, ellos volverían allí después de lo que pasó, no estaban vuestros cuerpos. —dice Nicolás.

— Ya, pero también cabe la posibilidad de que vosotros nos recogierais. No habríais dejado nuestros cuerpos allí. —vuelvo a responder.

— Becca tiene razón en eso. —miro a Loren. 

— Bueno, estamos pensando cosas de las que no tenemos idea. Si pusieron una cámara allí, sabrán todo lo que ha pasado. —Vuelve a hablar Loren.

— Puede que solo hubiera una en la casa que comprobara que todo saliera volando por los aires. —dice Luc.

— No creo que fueran tan estúpidos.

— Bueno, dejemos este tema ahora, es mejor hablarlo en otro momento. —dice Thiago mirándome. Luego pasa la mirada por Mai y Lucy, a mi lado. Sé que no quiere seguir por ellos y por mi. — Tú deberías volver con Tyler. —dice en dirección a Mia,

— Thiago no empieces... —le responde.

— ¿Estás viviendo con tu hermano Tyler? —pregunto yo.

— Sí, es donde más segura estoy. Y como sabrás mejor que nadie, solo quiere que esté a salvo y casi no piso esta casa, gracias a Dios que me ha avisado de que tú estabas aquí o de lo contrario lo hubiera matado.

— Te entiendo Mia, te entiendo. —digo mientras ambas sonreímos con los ojos de Thiago encima. Este cruza los brazos.

— Solo quiero protegeros. —dice casi resentido. Ambas nos giramos hacia él. 

— Lo sabemos. —le responde la hermana. 

— Deberíais sentiros afortunadas de ser las únicas dos mujeres en la vida de ese tipo y de que os ponga vuestras vidas por delante de la suya. —dice Loren colocándose recto con una mueca de dolor por la pierna.

— Ya, es cierto. —dice Mia de nuevo. Todos posan su mirada en mi como si tuviera que decir algo yo ahora. Justo comienzo a pensar que puedo decir o hacer pasa salir de la incomoda situación teniendo en cuenta que tengo a Thiago justo delante de mi a menos de un metro, pero gracias a quien sea, mi móvil comienza a sonar. 

Lo saco del bolsillo de los pantalones, y prefiero volver a estar en la situación anterior cuando veo el nombre en la pantalla. Cierro los ojos con fuerza y murmuro una maldición por lo bajo. Mai y Lucy miran el móvil con los ojos abiertos excesivamente y los demás esperan expectantes para saber que pasa. 

— ¿Quién es? —pregunta entonces Thiago. 

— Es un... — los recuerdos sobre Jay encima mía me golpean con fuerza. — es un amigo. 

— No sabemos si es fiable, deja que responda yo. —dice acercándose más aún a mi. Cuando intenta cogerlo, lo aparto poniéndolo en mi espalda, a lo que él hace una mueca. — Becca, estando en la situación que estamos, puede ser cualquier con el móvil de tu amigo, te tienen vigilada a ti y a todos.

— Es imposible, él no es alguien con quien esté a menudo, déjame que conteste yo. —digo mientras se acerca más a mi.

— Dame Becca. —dice con el ceño fruncido.