Jefe de la mafia.

Capítulo 57.

Y... aquí tenéis el capítulo que faltó la semana pasada, espero que os sirva, es más largo que todos los anteriores, se vienen curvas, no voy a decir si buenas o malas. 

¡Disfrutad! 

—Fondly❤

UN MES DESPUÉS.

— Ese, ese, ese. —me anima Mason.

— Has dicho eso de los último cuatro, Mai. —le digo dándome la vuelta.

— Es que estás preciosa con todos, ¿a que sí? —dice, buscando apoyo en mi mejor amiga.

— La verdad es que si. —le ayuda Boo.

— No me ayudáis. —Me giro hacia ellos, y les miro mal.

— Mira, todos te quedan genial, aunque si te soy sincero, los apretados, de colores claros, te quedan de pánico. —añade Mason.

— Esa respuesta me gusta más.

— Creo que elegiría el blanco. —dice Boo, cogiéndolo del perchero que tengo a mi lado. Me da la vuelta, y me lo coloca encima para que me mire en el espejo.

— Definitivamente, si. —la apoya Mai.

— Vale, creo que este va a ser el elegido.

— ¡Bien! ¿Podemos ir ya entonces a por mi café? —pregunta Mason ansioso. Vuelvo los ojos al cielo, y asiento.

Me dirijo a la caja mientras ellos esperan fuera de la tienda, y pago el vestido. Cuando salgo, casi veo a Mason correr hacia la cafetería que lleva un mes queriéndonos enseñar. Según él, hacen el café mas bueno del mundo. Así que hemos venido a comprobarlo, además de a comprarme un vestido para la fiesta de mañana.

Jay, el que dio origen al apodo de Lucy, y hijo del dueño de la discoteca a la que más vamos, hacía una especie de fiesta de inauguración. Han remodelado la discoteca al completo, y ha anunciado la fiesta por todo lo alto. Nosotros tres iremos juntos, y allí se supone que nos encontraremos con el grupo de amigos de Lucy, el grupo con el que nos juntábamos de vez en cuando, antes de que yo desapareciera por meses.

En cuanto a mi desaparición, Mason lo sabía todo, a diferencia de Boo. A él tuve que contárselo todo, después del día de mi intento de secuestro, y de la llamada con Thiago. Para mi sorpresa, no me dejó de lado, no me dejó sola, si no que me apoyo. Estuvo tres días sin poder creérselo, y casi enfadado conmigo por haber hecho algo así, además de que no paró de llamarme loca durante una semana entera.

Pronto tendré que contárselo a Lucy, por que ella o aguanta más, y por que ahora mismo estoy en el mejor momento desde que llegué a mi vida normal de nuevo, no creo que me rompa en mil pedazos de nuevo, en un intento de contárselo. Aunque lo que más me aterra de hablar con ella, es como reaccione, me da tanto miedo, que sueño incluso con sus posibles malas reacciones.

No me ha vuelto a pasar más nada, ningún intento de secuestro ni nada por el estilo. Ahora sé que cada vez que bajo y salgo por la puerta de mi edificio, en algún lado habrá una cámara vigilándome, los ojos de Thiago o de los chicos estarán atentos a mi cuando salgo de allí. Me pongo siempre de los nervios, no puedo evitarlo.

Por otra parte, sé que me vigilan sus chicos en persona, es una sensación a la que aún no me he acostumbrado, pero lo ignoro. Sé que lo hace para protegerme, y además no tengo problema en ello, por que así me siento a salvo, de alguna manera sé que si me pasará algo, ellos me salvarían al momento, y ojala así sea su algún día algo vuelve a pasar. Demasiadas veces que me he movido por la ciudad sola, o con Lucy y Mason, he notado como me seguían, los he visto, pero nunca son ellos, solo son los que no conozco de su cargo.