Capítulo 65

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Nate ni si quiera se acerca a mi, no puede moverse de la confusión. Si la mía es brutal, no se como tiene que ser la suya. Yo sé que tiene que ver con el tema Thiago, pero nunca me hubiera esperado que alguien me mandaría una caja con un corazón verdadero dentro, ni siquiera quiero averiguar si es de una persona o de algún animal.

No sé cuanto tiempo pasa hasta que Nate pasa de no entender nada, aponerse histérico.

— Becca, ¿Qué cojones está pasando? Dime que no tienes una explicación a esto por favor. —Mi silencio es más que una respuesta para él. —Becca... me estás jodiendo, ¿no? Esto es una broma pesada seguro, ¿no es así? —dice levantándose del suelo.

— No sé... no sé que decirte.

— ¿En que estás metida? —pregunta de nuevo, esta vez con horror. No le respondo. No tengo idea de cómo voy a explicarle esto sin que sepa la verdad. Es prácticamente imposible, por que ni siquiera yo sé que está pasando. —¡Mayer, joder!

Su grito me saca del shock y le miro.

— ¡No tengo ni idea de que decirte joder!¡Deja de atosigarme con preguntas, estoy intentando pensar! Estoy igual de sorprendida que tu.

No sé como lo hago, pero encuentro las fuerzas para levantarme. Cojo el bolso manteniendo la mayor distancia posible con el paquete y su contenido, y saco el móvil de Thiago. Doy en el botón principal nada más encenderlo, y me pego el móvil a la oreja.

Lo coge al segundo tono.

— ¿Becca?—pregunta con preocupación. El alma se me cae a los pies con solo escuchar su voz.

— Ha ocurrido algo. —me limito a decir.

— ¿Qué ha pasado?¿Estás bien? —Joder como echaba de menos su voz.

— Si.

— ¿Qué ha pasado?¿Te han hecho algo?

— Me han... me han enviado un paquete, yo... —No sé ni como explicar lo que acaba de decir sin derrumbarme.

— ¿Que paquete Becca?

— Es...es un corazón. —suelto de una.

Silencio.

— ¿Es algún tipo de broma o... —pregunta mientras escucho ruido a su al rededor.

— No, esta mañana han pegado en la puerta y estaba ahí, yo.. no vi a nadie.

— ¿Dónde estás?¿Estas sola? —Una puerta suena, y oigo alguna voz detrás de él. Seguro son alguno de los chicos. 

— No, estoy con un amigo. —le informo totalmente perdida en su voz y las de los que están con él.

— Quédate donde estás.

Lo siguiente que escucho es el pitido tras finalizar la llamada. Me ha colgado. No puedo procesar que me haya pasado esto, y menos aun puedo procesar el haber escuchado su voz de nuevo. Soy incapaz de superar a este chico de ninguna manera. El simple hecho de escuchar su voz me devuelve todo el dolor que había conseguido superar, de nuevo. Vivo en un bucle constante en el que no paro de recaer una y otra vez pensando en Thiago.

Me giro hacia Nate, que sigue en silencio, apoyado en la columna con la mirada perdida. Dejo el móvil en el bolsillo trasero de mis pantalones, y me acerco a él.

— ¿Quién eres? —La pregunta me pilla desprevenida e incluso me duele.

— Soy Becca, solo soy yo, solo que... solo que hay cosas que no te he contado,... —Unos pasos apresurados se escuchan subir por las escaleras. El pulso se me acelera en cuestión de segundos y el pánico me envuelve de pies a cabeza.

Jefe de la mafia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora