[ EDITADA ]
Cuándo al fin el grupo de Alexandria había encontrado la balanza necesaria para sobrevivir, una mala decisión acarreo un nuevo problema a sus vidas. Por vez primera, Alexa vio a su grupo hundido en la desesperación. Por primera vez, Ale...
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30'juntos otra vez...
Alexa se estabilizó con ayuda de Sidiqq, le administro unos calmantes que solamente servivirian algunas horas para que ella pudiera sentirse más tranquila. A pesar de haber querido hacer mucho más por ella, aquel médico tenía las manos atadas debido al estado en el que la castaña se encuentra, sin lo necesario para poder ayudarle a su salud física.
Por lo menos aún.
Daryl se sentía tan culpable como para no poder hablar, ni siquiera moverse. Recarga su cuerpo de una de las paredes de su habitación, con la mano en su boca porque por alguna razón involuntaria y que no logra comprender, siente la necesidad de morderse las uñas. Observa atento a su mejor amigo, quién está sentado en el borde de su cama junto a su hija, preguntándole por décima vez si se encontraba bien o si necesitaba algo más. La culpa no lo deja tranquilo ni siquiera para poder respirar bien y al parecer alguien en la habitación pudo notarlo. Glenn lo mira atento, preguntándole con la mirada si todo estaba bien, porque en el semblante de ese hombre se podía ver a kilómetros que todo estaba yendo mal. Lo que es cierto, tomando en cuenta esa situación.
─ Lamento que tengas que pasar por esto, amor.─ se lamentó Rick, besando la cabeza de su hija. Alexa sonrió con los ojos cerrados, estaba tan cansada como para quedarse dormida en ese instante.
Después de que Glenn quiso hablar una vez más de las cosas que hacían falta para terminar y comenzar el plan, Rick le informó a su hija que tenía que irse para seguir con los preparativos qué, con mucha suerte, iba a salvarle la vida. La castaña atinó a asentir con la cabeza, la sonrisa en el rostro se le borro de pronto pero su padre no lo noto. Una vez que Rick se había ido, Daryl intentó moverse pero simplemente se quedó en ese lugar, sintiéndose pequeño en medio de una gigantesca situación.
─ ¿Qué anda mal?.─ preguntó el asiático, con el ceño fruncido. Se sentó al lado de Alexa y suspiro al sentir el comodo colchón en su espalda. Esta cansado, ahora más porque hace lo doble de lo que hacía, tomando en cuenta que Maggie debía descansar porque estaba apuntó de dar a luz. Pero no importaba si todo ese sacrifico significaba tener a su esposa e hijo a salvo y a su mejor amiga sana.
Alexa abrió los ojos y se lamio los labios, los tenía tan secos. Intentó tomar el vaso de agua en la mesa de centro, pero Glenn se movió primero y se lo alcanzó.
El pecho de Daryl estaba por explotar, porque tal vez todo el mundo lo culparia por el estado en el que Alexa se puso hace algunas horas atrás. Y sí, probablemente ellos tenían la razón. Pero no sabría como cargar con la culpa.
─ ¿Cuál es el plan?. ─ preguntó la castaña, bebiendo el vaso de agua como si hubiese estado en el desierto por días.
─ Ya lo conoces.
─ La estructura, idiota, quiero conocerlo todo.─ golpeó el hombro de Glenn sin nada de fuerza, él hizo una mueca por eso, hubiese preferido que ella le golpeara con tanta fuerza como para dejarle un moretón.─ si tienen que hacer toda esta estupidez por lo menos quisiera saber que es lo que van a hacer con exactitud. Es que se siente mal estar aquí mientras ustedes están allá.
