[ EDITADA ]
Cuándo al fin el grupo de Alexandria había encontrado la balanza necesaria para sobrevivir, una mala decisión acarreo un nuevo problema a sus vidas. Por vez primera, Alexa vio a su grupo hundido en la desesperación. Por primera vez, Ale...
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26'te amo
Alexa pasó de una habitación solitaria en la enfermería a la suya propia, en la casa que tantas veces ha dejado. Apenas ha dejado la enfermería hace algunas horas atrás pero siente como si todo hubiese pasado demasiado rápido, porque, se ha obligado a ver las cosas de esa forma tomando en cuenta la secreta gravedad de su salud. Harlan Carson y ella no hablaron después de aquello, no había necesidad porque ella esta segura de que todo se lo dejo bastante claro a aquel médico.
Pidió estar a solas para poder descansar, dormir horas largas y no levantarse de la cama al menos que fuera realmente necesario. En realidad, ella no durmió ni un poco, ha estado despierta viendo el techo blanco, con lágrimas desbordando por sus ojos azules, pensado en absolutamente todo, incluso en lo más insignificante. Pero los demás no lo saben, por lo que accedieron a su petición.
Entre ensoñaciones de lo que su vida hubiese sido sin tanta mierda, sonríe como una tonta al imaginar su vida deseada. Le parece gracioso como todo se resume a una simple buena causa, para ella misma, con la resolución de todos sus problemas a una buena salud mental. Sin embargo, pronto analiza la situación y sabe que la leucemia podría haber llegado a su cuerpo incluso en el otro mundo.
El árbol fuera de la ventana de Alexa se sacudió y algunas hojas lograron entrar a la habitación, la castaña dejo sus intrusivos pensamientos de lado y se sentó en el borde la cama, con el entrecejo levemente fruncido miro hacia la ventana, esperando ver un ave o quizá una ardilla, pero la mano de alguien se sujeto de la cornisa, la cabeza de Daryl apareció en el panorama, y cuándo pudo sujetarse también con la otra mano, miro al interior de la habitación, sonriendo a la castaña que lo observa con diversión mientras niega con la cabeza.
─ Tú no tienes límites.
─ Los límites me importan una mierda si se trata de mi amor. ─ ambos sonrieron durante segundos, Alexa sentada en su cama y Daryl en la misma incomoda posición. Por suerte, la ventana de esa habitación esta en la parte trasera de la casa, por lo que el único testigo de aquello es el muro de lámina.─ ¿crees que pueda pasar?.
La castaña reaccionó en ese instante, asintió con la cabeza y corrio a ayudar al hombre que paso una de sus piernas por la ventana, el pecho de Daryl chocó contra el de ella, ambos se tambalearon, él la tomo de un brazo y la apego más a su cuerpo, los dos cayeron pero fue él cazador el que cayo en el piso duró, dándose un golpe en la cabeza con la mesita de de madera.
─ ¿Estás bien?
─ ¿Te lastimaste?. ─ preguntó el cazador, mientras soba la parte de su cabeza que recibió el impacto.
─ No, yo estoy bien. ─ respondió ella, levantándose de la suave superficie en la que ella cayo, el pecho de Daryl.
