[ EDITADA ]
Cuándo al fin el grupo de Alexandria había encontrado la balanza necesaria para sobrevivir, una mala decisión acarreo un nuevo problema a sus vidas. Por vez primera, Alexa vio a su grupo hundido en la desesperación. Por primera vez, Ale...
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01' imponiendo límites...
Los motores de los camiones de la gente del santuario se escuchan desde fuera de las rejas de Alexandria. Salgo de mi casa dispuesta hasta ir dónde los demás, a la espera de lo que sea que tengamos que soportar. Observamos con impaciencia como papá abre el enorme portón para dejar que aquella extraños entren a nuestra comunidad. Él está del otro lado, con su preciado bat en una de sus manos. Misma vestimenta, mista sonrisa y, misma actitud de mierda, era imposible no reconocer a Negan. Habla con papá y Gleen, quienes son los más próximos a él. Se que debe estar burlándose de cualquier cosa que le sirva para hacer bromas que al final solo le cuasan gracia a él, pero no logró escuchar que es exactamente lo que dice. Mi grupo, mi familia se acerca hasta dónde están mi padre y Gleen enfrentando toda esta mierda. Camine junto con ellos, porque sabíamos que no era justo dejarlos solo a ambos solos en esto. Entonces me permito mirar hacia atrás, en dónde veo a los demás Alexandrinos tan solo observando, tomando su espacio y a la lejanía para no llevarse el peor golpe si es que debía ser así.
─Pensé que nos darías más tiempo. ─ alcance a escuchar a papá, pues mi atención se había ido hasta aquellas personas que parecían tener miedo y dejarnos toda la carga a nosotros. Fije atención en lo que sí importaba.
─ Es que te eché de menos. ─ respondió el del bate, sonriendo como siempre lo hacía.
Guardamos silencio porque sencillamente era lo que debíamos hacer. No era algo que Negan os hubiese dicho u ordenado, era simplemente lo que nuestra inteligencia nos hacía deducir. Sabemos que no podíamos hacer algún comentario que le molestará u ofendiera, queríamos mantenernos enteros.
Cuando el moreno se percató que su provocación no había resultado supo que entonces debía hacer justo las cosas por las que había venido, por más que nosotros no quisiéramos. Pidió a Dwight que guiará a los demás a todas partes de nuestro hogar, hasta al mas diminuto rincón que pudieran encontrar. El rubio hizo una seña con una de sus manos, y los demás salvadores fueron detrás suyo.
Aquellos que habían seguido al rubio era un grupo pequeño, incluso quizá menos que nosotros, pero aún restaban los demás que seguían a Simón, y quienes se quedaban con Negan bajo cualquier circunstancia, imagino que para protegerle de lo que fuera. Entre todos esos hombres y alguna que otra mujer que fue detrás de Diwgth pude reconocer un rostro a la perfección, demasiado familiar para mí gusto. Daryl, con un saco de papas puesto como si fuese su ropa, y una enorme 'A' de color naranja que debía significar 'Alexandria', pintada en el pecho. Sucio, desaliñado, golpeado y enfermo, así era justo como lucia. Sus ojos observan al suelo con vergüenza, no podía vernos a ninguno a la cara porque sé que no debe reconocerse así mismo. Intente llegar hasta él pero antes de eso fue papá quién le alcanzó, pidiéndole que lo mirara al rostro.
─ Daryl... ─ es lo único que puedo decirle cuando al fin llego hasta él. Papá y yo insistimos en que nos vea, que nos hable, pero su mirada aún sigue en el sucio asfalto de la calle principal.
