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Podría llegar a pensarse que HongJoong era el único encargado de asesorar al rey omega, pero aunque este lideraba todo el asunto, en realidad había un grupo relativamente grande de betas y omegas que lo ayudaban, pues HongJoong no podía hacer todo solo. De todos modos, quien tenía mayor contacto con YunHo, era el mismo HongJoong. También había un maquillista llamado Yeo HwanWoong, un omega muy bajito y apuesto que siempre andaba sonriendo, y por supuesto, Kim MinJi (omega que lamentablemente todavía no encontraba a su alfa y a veces se quejaba con HongJoong) quien asesoraba a YunHo de vez en cuando. 

Pero en esta ocasión, HongJoong fue el que decidió encargarse de las uñas del rey. El nuevo año ya había comenzado y por ende el asesor tenía ciertos propósitos que cumplir, y uno de estos, era dejar el cargo que con tanto orgullo había llevado. Él adoraba ayudar a YunHo (sin contar el hecho de que además ganaba mucho dinero haciéndolo e incluso había aprendido a leer), sin embargo todo su trabajo era demasiado agotador, y sinceramente, quería más tiempo para estar con su querido SeongHwa. Así que tenía planificado darle su puesto a Shin Yuna. Ella lo merecía con creces, y seguro que con YunHo se llevarían muy bien. Yuna merecía tener prestigio, merecía ser la mejor, y también debía darse cuenta de lo valiosa que era, cosa que a veces no hacía.

De todos modos, esperaba que ella aceptara el cargo, y si no, Lee TaeYong era un joven bastante talentoso, y su madurez le gustaba lo suficiente como para darle mayores responsabilidades. 

—Aish… —se quejó YunHo, sacando de sus pensamientos a HongJoong, quien deslizaba el pintauñas sin errar por las uñas del rey. Estaba tan acostumbrado a hacer esas cosas que ni siquiera necesitaba estar concentrado para que saliera perfecto. Y como eligieron un tono sin diseños, la cosa era mucho más fácil.

HongJoong dejó el esmalte sobre la mesa, y YunHo descansó su mano a mitad de hacer, con todos sus dedos muy separados para no dañar el trabajo.

—¿Qué? —dijo HongJoong—. ¿De qué te estás quejando?

YunHo se quejó de nuevo, y dándole una mirada cómplice a HongJoong, al fin lo encaró.

—Tú, omega, cada vez hueles más a laurel.

HongJoong suspiró, sin avergonzarse. Era obvio que iba a oler a su novio si se la pasaba todo el tiempo con él. ¿Qué más iba a esperar YunHo? ¿Que oliera a castaño? ¿Que oliera a nuez? Eso habría sido muy raro.

—Bueno, yo he tenido que aguantar por más de un año tu olor a castaño post calentura —soltó sin filtro—, Y no me he quejado.

YunHo abrió la boca impactado, sin saber si reír o enojarse de lo grosero que podía ser HongJoong. Bueno, eran a estas alturas muy amigos, podían hablar de sus cochinadas como todos los omegas solían hacerlo. Incluso WooYoung, San, y él charlaban de eso desde que eran unos adolescentes, por ende, también podía hacerlo con Kim HongJoong.

—Mientras a MinGi le guste todo bien —añadió YunHo con cierta coquetería—. Son las consecuencias de satisfacer tan bien a mi alfa. 

—Eso está perfecto —habló HongJoong volviendo a tomar el esmalte de uñas—, la cara de un alfa excitado es lo mejor que podrías ver.

"Sobre todo si era la de Park SeongHwa después de haberle hecho algunas cosas con la boca", pensó en sus adentros para no delatarse.

YunHo sonrió muy genuinamente, él siempre se veía muy guapo cuando sus ojitos se achicaban y mostraba todos sus dientes, le daba un ángel que incluso omegas como Kim HongJoong consideraban una maravilla.

 —Eh… por cierto —HongJoong cambió abruptamente de tema—. Yo… necesito decirte algo.

—¿Eh? ¿El qué? —consultó YunHo.

HongJoong terminó de pintar la uña del meñique a la perfección. El dorado en las manos de YunHo se veía muy bien.

—Creo que ya no podré seguir siendo tu asesor —respondió HongJoong de forma solemne.

Bueno, eso sí pilló a YunHo desprevenido. Él casi sintió ganas de llorar. Realmente amaba a Kim HongJoong, ¿Acaso al omega no le gustaba su trabajo?

—Oh —sólo atinó a decir.

Ya habiendo terminado con la sesión, HongJoong descansó en la silla que estaba sentado frente a YunHo, dejando caer sus hombros y haciendo un puchero de tristeza. A él también le afectaba decir eso, porque también amaba a YunHo. Sin embargo, este ciclo había terminado y necesitaba avanzar.

—Ya sabes que adoro estar aquí, y que amo vestirte y arreglarte tan precioso. Eres mi tesoro y me gusta verte brillar. Me siento orgulloso de ti ahora que eres el rey. Pero también necesito dedicarme a mi otro trabajo. Eso es lo que yo hacía antes de venir a ayudarte a ti. Es lo que me apasiona.

YunHo también hizo un puchero y miró la superficie de la mesa, cabizbajo.

—Entiendo —dijo con la voz temblorosa—. No puedo tenerte para mí todo el tiempo, y ahora tienes un novio, debe ser estresante tener dos trabajos.

HongJoong suspiró.

—Honestamente me gustaba estar siempre ocupado, llegar a la casa solo a dormir, estar con mis niños y estar contigo, pero estoy siendo muy egoista queriendo abarcarlo todo. Debo dejar algunas cosas, y el reino es una de estas. Necesito hacer las cosas bien, y empezar a dedicarme más a mí mismo.

YunHo sonrió tristemente, aún con las manos sobre la mesa, temiendo a que sus arreglos en las uñas se arruinaran.

—¿Vendrás a verme?

—¡Por supuesto, majestad! —exclamó HongJoong de inmediato—. Tenemos que leer cuentos de hadas en la biblioteca del castillo y chismosear sobre nuestros alfas.

Ya con mejor ánimo, YunHo liberó una risita. Era verdad, HongJoong no se iría de su vida, él era además novio de su consejero real. De hecho, ahora que lo pensaba, era lo mejor, para evitar habladurías y conspiraciones en su contra.

Aunque no estaba seguro de eso último.

—Yo he pensado en alguien —volvió a hablar HongJoong—. En una persona que puede asesorarte igual de bien que yo.

—Oh, ¿En serio? —curioseó YunHo suspicaz. Para él Kim HongJoong era irremplazable—. ¿Y quién?

HongJoong, antes de contestar, pensó en que ahora no sólo necesitaría un nuevo asistente en su tienda de ropa, sino que alguien más completo, alguien que reemplazara a su niña.

—Shin Yuna —respondió con orgullo—. Ese es su nombre.

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Como siempre, gracias por el apoyo 🤧

PRESTIGIO [seongjoong]Where stories live. Discover now