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HongJoong tenía varias razones para no negar la cercanía de Park SeongHwa. La más importante, por supuesto, era porque le gustaba. Sí, debía reconocer que le gustaba mucho sentirlo así, tan cerca suyo, llenándose de su olor a laurel y mezclándolo con el suyo propio. Las otras razones tenían que ver más con todo lo que conocía de SeongHwa. Él podía deducir que el consejero era un alfa solitario y que además, nunca recibió mucho cariño de su familia, el castigo que SeongHwa recibió tiempo atrás no era algo que un buen padre hiciera. Probablemente el viejo Park no era una persona que mimara a su único hijo, y aunque HongJoong no sabía mucho sobre la madre de Park, sí sabía sobre la fama que tenían todos los de esa familia en el reino: racionales, analíticos, y fríos. Bueno, a HongJoong le había tocado conocer de cerca a un muy poco frío Park SeongHwa. Es más, el calor que ese alfa desprendía era abrumador, tanto así que el hálito en su cuello dejó a HongJoong algo mareado y además él lo estaba abrazando tan fuerte que comenzaba a asfixiarse. Pero, aún así, no quiso alejarlo. Era agradable, ¿Por qué negarlo a estas alturas? 

—Señor Park... —susurró finalmente, sintiendo los brazos firmes del hombre rodeando su cuerpo.

—¿Mmmh? —la voz del joven tan cercana y ronca causó cosas raras en HongJoong, tanto así que se sintió como un jovencito hormonal… en realidad él sí era eso, después de todo.

—Me está asfixiando, señor —dijo tímidamente, y SeongHwa, al parecer, recordó que aún seguía siendo un humano, híbrido, pero aún así, era un humano. Entonces se separó de HongJoong como si este le hubiera dado la corriente.

—¡Ay, lo lamento! —se disculpó alejándose, y adquiriendo una postura recta, aunque sus mejillas coloradas y una sonrisa media idiota delataban su sentir —. Yo debí haber preguntado antes de acercarme… no era mi intención… ¿Usted está sonriendo? 

HongJoong no se dio cuenta de que él mismo también sonreía así. Ay, dios. ¿En serio estaban tan perdidos uno por el otro? HongJoong se sentía muy halagado de que un alfa de su tipo lo quisiera de esa forma. Si tan solo su constante temor a ser blanco de chismes no le impidiera atreverse a algo más, él estaría con el ego aún más en las nubes y no discutiendo y negándose a tener citas con el señor Park.

—No, yo sólo quiero estornudar —mintió HongJoong descaradamente, tratando de disimular su actitud—. Soy un poco alérgico al laurel y a los alfas atrevidos, no sé si se lo había mencionado antes… 

SeongHwa entrecerró los ojos, entre perplejo y divertido por la clase de excusas se le ocurrían a HongJoong. 

—Ya, señor Kim, ¿Por qué me hace esto? —preguntó con un tono suave, pero aún así reflejaba cierta urgencia. Es que HongJoong seguía ocultando sus emociones con frases irónicas y bromas tontas.

—Yo no he hecho nada —el omega se hizo el inocente, suspirando y haciendo un puchero—, sólo soy un omega indefenso, ya sabe… 

—Otra vez está evadiendo el tema… 

—Bien —HongJoong lo interrumpió, más serio, mirándolo desde la cabeza a los pies, a su traje tan monótono y que a pesar de ser aburrido, le hacía verse muy bien. Y luego solo se detuvo en su cara, porque si seguía viendo su cuerpo iba comenzar a pensar cosas que no correspondían, por todos los cielos—. ¿Entonces? 

—¿Entonces qué? 

—Pues dígame todo lo que quiera decirme. Hablo en serio, dígame muchas cosas —contestó HongJoong cruzándose de brazos—. Soy todo oídos, sólo sea libre conmigo hoy.

SeongHwa frunció en ceño, incrédulo por las palabras de HongJoong. ¿O sea que si se declaraba al omega, este no iba a detenerle? ¿Y qué significaba eso de "sea libre conmigo hoy"? Kim no podía decir esas cosas tan insinuantes como si no le afectaran tan mal. 

—Señor Kim —de todos modos, el alfa le obedeció—, usted me gusta mucho, es mi héroe, y quiero que sea mi novio —declaró sintiendo que quitaba un gran peso de encima.

Hubo un silencio que para SeongHwa fue muy largo, mientras que para HongJoong fue todo lo contrario… pero en su cabeza. No dejaba de pensar en cómo conoció a SeongHwa, y que hubiera sido todo más fácil si ellos todavía tuvieran ese tipo de relación llena de discusiones estúpidas. ¿Cómo habían llegado a esto? Oh, sí, fue gracias a él mismo, cuando salvó su vida en el bosque y SeongHwa después no dejó de demostrarle lo agradecido que estaba. Claro, porque era su héroe. Él, un omega viudo y de origen pobre era el héroe del segundo al mando en el país.

—Oh —sólo pudo decir, casi como un susurro.

SeongHwa dio un paso adelante, volviendo a acercarse peligrosamente a HongJoong, y este bajó la mirada avergonzado. ¿En serio era eso para SeongHwa? No lo creía, aunque… ¿Por qué Park iba a mentirle? Él había arruinado la cita con un omega elegante debido a él, y quería que los vieran juntos por las cafeterías de Gangnam y comprando plantas. Otra vez la inseguridad a HongJoong le jugaba una mala pasada.

—¿Señor Kim? —dijo SeongHwa esperando una respuesta, llamando su atención.

HongJoong nuevamente se armó del valor para mirarlo. Estaban tan cerca uno del otro que la cara de SeongHwa se parecía mucho más a la de un Angry Bird, con sus cejas fruncidas, pómulos grandes y los labios muy rojos. Ay, dios, a HongJoong le gustaba tanto, tanto… tenía ganas de tocar sus mejillitas y darle un beso asfixiante y que durase horas.

—¿Qué edad tiene usted, señor Park? —preguntó HongJoong de repente. Sí, estaba cambiando el tema otra vez, pero a SeongHwa no le molestó. Era importante que ellos supieran algo tan banal pero a la vez tan personal como esto, y era extraño que después de tanto tiempo no lo supieran. De todos modos era entendible dado el tipo de relación que ambos habían forjado con el paso del tiempo.

—Tengo veintitrés —respondió el alfa—, nací en abril.

—Oh, qué curioso —HongJoong volvió a hablar—. Yo tengo veintitrés también. 

—Ya veo —musitó SeongHwa, no tan entusiasmado como HongJoong, aunque sí le agradó saber que ambos eran del mismo año—, genial.

Es que a HongJoong de verdad le gustó mucho saber que tenía la misma edad de SeongHwa, se sentía un poco diferente, después de todo ellos eran dos jóvenes cuyas vivencias eran totalmente opuestas, y que quizás, tenían un mismo destino. SeongHwa era tan superior en todo a él, pero de pronto, allí en su casa y confesándole sus sentimientos, se veían iguales, como si pertenecieran a la misma categoría. Tal vez eso mismo le dio el valor suficiente a HongJoong para poder expresarse mejor. Aunque le costara mucho, quería hacer el intento. 

—Eres muy dulce, SeongHwa —confesó el omega al fin, casi temblando—, y… pues, a mí también me gustas.

Y luego, como el acto más valiente que quizás había hecho en toda su vida, HongJoong tomó a SeongHwa de ambas mejillas (oh, por la diosa luna, es que tenía tantas ganas de hacerlo), se alzó de puntillas para tratar de alcanzar su altura, y le dio un beso voraz en sus labios.

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aaay al final el cap fue más tierno que otra cosa, pero al fin el seongjoong está ya formado. en el fic anterior pasaron 47 capítulos, acá 30, ven, tuvieron que esperar menos xd

y escuchen sour candy, aparte de que es tremenda canción, la letra refleja exactamente la personalidad del hongjoong de este fic jaaajajdkak yo todo lo comparo con canciones soy lo peor

PRESTIGIO [seongjoong]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora