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Cuando era solo un cachorro y debía soportar las distintas atrocidades de sus hermanos, HongJoong, una vez lograba huir de sus golpizas u obligaciones que limitaban con la esclavitud, se encerraba en su habitación, se sentaba de cuclillas, y tapaba su carita con ambas manos para sentirse protegido. Y eso había calado tan hondo en él, que ahora siendo un adulto también solía hacerlo. Ni siquiera se daba cuenta de aquello, pero de pronto amanecía abrazado a sí mismo como cuando era un niño. Bueno, una vez que había entrado a su casa, al fin solo, y pensando en lo horrible que se sentía el hecho de no ver a SeongHwa nunca más, encendió la luz y se quitó el asfixiante suéter, terminó apoyado en la puerta, con su trasero casi pegado al suelo y con sus zapatos aún puestos.

Y recordó la primera vez que se besaron justo en ese lugar. HongJoong estaba tan emocionado de que un alfa se hubiera fijado en él que terminó derretido allí mismo, en plena entrada y en la noche. Ahora también estaba todo oscuro, sin embargo las cosas eran totalmente distintas. Sentía que de a poco se desmoronaba por dentro.

HongJoong estaba mal, física y emocionalmente. Su marca ardía y él sudaba debido al calor que emanaba de su propio cuerpo. Se había quitado el suéter, y aunque solo se quedó con una simple camisa etérea puesta, casi transparente, necesitaba quitársela también e incluso los pantalones. En ese frío y casi extinto invierno nocturno, ¿Por qué estaba tan mal y acalorado de repente? ¿Por qué SeongHwa le afectaba tanto? Lo amaba mucho pero no era su alfa destinado, incluso cuando ellos conectaban tan bien.

Ojalá nunca se hubiera sentado con él en el matrimonio de los actuales reyes para no haberlo conocido, y ojalá nunca hubiera sentido su invasivo e intenso olor a laurel cuando… en realidad él ni siquiera lo había visto la primera vez que lo sintió. Él ni siquiera estaba consciente de su existencia cuando sintió su olor. Él incluso pudo oler su auxilio cuando estaba en medio del bosque y salvó su vida, y aún así seguía asustado de perderlo y no corresponderle. ¿Entonces el consejero del rey sí era su alfa destinado?

Oh, no.

¿Sí lo era?

No solo había sentido su olor en el bosque, sino que SeongHwa también hizo cosas por él: lo salvó de sus hermanos y lo protegió cuando ya no lo necesitaba. Y su marca antigua y que le recordaba estar ligado a otro alfa seguía doliendo… mierda, sintió las imperiosas ganas de arrancarse la marca con sus propias garras, así que descubriendo su rostro, deslizó una mano por su cuello. El dolor fue tan intenso que le hizo jadear… pero no importaba, porque ya no quería tener esa cosa allí. 

Sin embargo él estimaba a su fallecida… ¿A su alfa? ¿Esa mujer alguna vez fue su alfa? 

En realidad no, ella nunca lo fue.

Porque su alfa era Park, y él, debido a la poderosa marca que le había dejado su ex esposa, intentaba rechazarlo de todas las formas posibles. 

Y eso no lo iba a permitir más.

Oh, era el omega más estúpido de todos, alejando a su pareja destinada de sus brazos. ¿Acaso importaban los padres de SeongHwa cuando él era su destinado? ¿Importaban los periodistas chismosos? 

Lo que en realidad importaba era su alfa, y le estaba haciendo mucho daño con su actitud y todo debido a esa estúpida marca.

Dios, debía hacer algo. ¿Él ya se había marchado? Seguro estaba muy molesto. ¿Debía ir al reino? ¿Y si SeongHwa ya no quería verle la cara?

No le importó nada, porque lo único que deseó en ese momento fue que SeongHwa mordiera su cuello y lo tomara como suyo.

Se levantó tan impulsivamente del suelo debido a la idea que no fue consciente de sí mismo. Él abrió la puerta nuevamente en búsqueda de SeongHwa. Omega imprudente que ni siquiera se abrigó para salir, y que tampoco notó al abrir que SeongHwa no se había ido a su casa, sino que estaba esperándolo justo allí afuera.

Y chocó con su cuerpo, totalmente en shock. 

Por supuesto que él lo estaba esperando. Eran destinados de todos modos… 

—¡Oh… por dios! —exclamó HongJoong al verlo—, SeongHwa, yo… sólo muérdeme.

SeongHwa seguía con su cabello desordenado y tenía esa mirada, sí, esa peligrosa sobre la suya, tal como la describían en las revistas de chismes. Estaban tan cerca que el alfa podía sentir el cuerpo caliente de su omega, su fuerte olor a cerezas, y sus ojos brillantes que lo veían consciente de que eran el uno para el otro. Oh, por la diosa luna, fue la imagen más lujuriosa que SeongHwa había visto en su vida. Y HongJoong ahora usaba una camiseta tan fina, que en su mente solo se formó la imagen suya rompiéndola con sus propias manos para así tener un acceso completo a su cuello y poder enterrar sus colmillos, tal como el joven lo estaba pidiendo.

Así que cerró la puerta tras de sí y lo hizo.

×

Inserte Desire aquí ¿?

Ya, el seongjoong está formado porque seongjoong tus patrones, vivaa :')

Igual este fic sigue siendo flop

Perdón el cap desordenado pero qué más iba a poner si era puro sentimiento contenido que iba a explotar en calentura y eso

PRESTIGIO [seongjoong]Where stories live. Discover now