PRESTIGIO [seongjoong]

40

—Como verás, en estas fechas el trabajo es muy demandante, pero durante el año todo funciona más tranquilo. 

Con la inminente partida de Kai quedaría un cupo disponible en la lujosa tienda de HongJoong. Por eso, el dueño mismo de esta se hallaba entrevistando a un joven beta para que al momento de que Kai se marchara, el nuevo ya manejara un poco la dinámica y no estuviera tan perdido con sus labores. HongJoong seguía triste por la partida de Huening, aunque el beta postulante tenía una estatura bajita y carita adorable, como la de una ardilla, y también sus respuestas extrovertidas le daban buena impresión.

Desde la zona de los vestidos, una curiosa Yuna miraba disimuladamente como HongJoong charlaba cerca de la entrada con el beta, reordenando las prendas como para pasar desapercibida; y YeonJun, junto a un cliente, echaba un ojo al tipo como quien no quiere la cosa. De todos modos el beta iba a ser asesor, los ayudaría, entonces todos estaban curiosos de conocerle en caso de que el señor Kim lo contratara.

Excepto Kai, quien siempre era indiferente a todas las cosas. Él solo estaba en la caja viendo su celular, aprovechando que su jefe no lo estaba mirando y que no debía hacer ninguna factura. TaeHyun y TaeYong tenían su día libre.

—¿Entonces trabajas en un restaurante? —preguntó HongJoong.

—Así es —respondió el joven.

—¿Ya no quieres trabajar allí?

—No es eso —explicó el chico—. El problema es que termino mi turno muy tarde, a la medianoche. Prefiero trabajar más temprano.

—Y ya habías vendido en una tienda de vestuario antes, así que tienes experiencia en esto —dijo HongJoong conforme.

—Sí, aunque… —el chico observó con sus ojitos pequeños todo el lugar, coincidiendo por un momento su mirada con la de una omega bonita y más alta que él. Ella evadió su tímidamente vista y siguió haciendo su trabajo, y el beta contuvo la risa—… yo nunca trabajé en un lugar tan lujoso.

HongJoong volvió a ver el curriculum que tenía en sus manos, para grabar en su memoria el nombre del beta. Era la tercera persona que postulaba al cargo hoy y la primera que le gustaba.

—Entiendo, joven Han… oh. 

HongJoong no siguió hablando. Es que de pronto el suave olor de SeongHwa lo distrajo de su charla con Han, cosa extraña, porque era muy temprano. Generalmente el alfa lo buscaba cuando el turno ya iba a terminar, pero ahora no era el caso. En efecto, SeongHwa entró silencioso al lugar, hizo una reverencia formal a los demás trabajadores, y esperó a que HongJoong terminara lo suyo, y de hecho el omega eso hizo: volvió a fijarse en Han. El beta, impactado, miraba boquiabierto al consejero del reino. HongJoong estaba acostumbrado a ese tipo de reacciones en la gente tanto como las que estos mismos tenían al verle a él (muecas extrañas y murmullos posteriores).

—Eh… joven JiSung —lo mencionó por su nombre. El beta volvió a poner su atención en HongJoong y murmuró un escueto "Lo lamento, señor Kim"—. Creo que eres muy apto para el cargo. Aún así seguiré viendo a más personas, las que ya acordaron venir mañana. En caso de no elegir a alguien más, te llamaré de inmediato.

JiSung sonrió cortésmente e hizo una venia de agradecimiento.

 —Lo esperaré —respondió con confianza.

Luego de que el muchacho se fuera de la tienda, lo primero que HongJoong hizo fue partir donde SeongHwa. Este lo esperaba al lado de un maniquí, de pie, muy erguido, como si fuera uno de los mismos.

—Hey —lo saludó HongJoong—. Todavía faltan muchas horas para el término de mi turno. 

—Lo siento —se disculpó SeongHwa. Parecía estar algo tenso—. Necesito hablar contigo.