Los hermanos DiSalvo llegaron a mi vida como llegan las cosas que van a durar para siempre: sin manuales, ni advertencias.
Sus sonrisas astutas, sus ojos sin mellas ni defectos, el carácter de tres polos y los abdominales definidos como una delicios...
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"Nada como las revistas de la sala de espera para actualizarse con lo que está pasando en 1986"
-––¿Entonces te sientes suicida?
Las gafas de armazón negro y lila de la joven psiquiatra se deslizan hasta la punta de su pequeña y aplastada nariz, una sonrisa netamente profesional brota de su boca mientras sostiene sobre su regazo la libretilla con anotaciones.
––-Ya no es tan así.
-––¿Podrías ser más clara?-––alienta, mordisquenado su bolígrafo y alzando sus ojos gama caramelo momentáneamente en mi dirección.
-––Señorita Rodríguez no creo cometer un acto suicida por...––-y la voz se quiebra, como si fuera una llama de fuego agónica luego de mucho contacto con el agua.
-––¿Quinta vez?
Siento la especie de dolor...pulsante, seco y engorroso que amartilla con fuerza sobre mi pecho, el corazón se me vuelve un puño tan desesperado como roto; y me veo en la necesidad de tragar grueso.
––-Si, pero si las condiciones me lo ponen al alcance de las manos supongo que no haría nada para evitarlo.
La especialista cruza los pies e inclina el peso del cuerpo hacia adelante con una ceja alzada. Luce atraída y enfática como una mosca a la que le ponen de frente un trozo de jugosa carne descompuesta.
-––Hablemos de esas condiciones.
Mis ojos se desplazan por la habitación...
Primero van hacia las paredes blancas y desnudas, luego al escritorio café metálico atestado de papeles, le sigue el diván con olor a barniz quemado y muere en el recipiente plástico de basura cercano a la salida.
––-No las sé, pero me gusta pensar que a cada persona le llega lo que se merece. Cuando te sueltan la mano en tu peor momento aprendes lo que es tocar fondo, es como si vivieras eternamente en una montaña rusa que no hace más que caer. No tengo ni quiero nada a lo que aferrarme. Mi interior libera una batalla y la estoy perdiendo.
Ok, Ok, Ok.
Imagino que se estarán preguntando:
Por las bragas de la Virgen María, Emma, ¿qué carajo haces con una psiquiátrica? ¿Acaso los papacitos de tus vecinos terminaron con tu poca estabilidad emocional o fue el desnaturalizado de tu padre?
Y lo más importante:
¿Cinco intentos de suicidio? WTF. Eso es tener mucho tiempo libre. A mi a duras penas me alcanza para hacer los deberes de matemática a tiempo. ¡Eres toda una loquilla!
