•Capítulo 22•

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Capítulo con contenido +18 ;)

Dedicado a CamilaYamilethVargas💞

"¿Que dónde hubo fuego cenizas quedan? ¡¿Cuál fuego?! Si con ese fósforito ni la estufa prendía"

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"¿Que dónde hubo fuego cenizas quedan? ¡¿Cuál fuego?! Si con ese fósforito ni la estufa prendía"


——¿Quién anda ahí?

La transfigurada voz del teñido se amplifica desde el otro lado de la puerta como si se tratara de un pequeño y azorado gruñido bajo, provocando, dado lo inesperado, que la respiración se me tranque entre el diafragma y los pulmones; y la frialdad sudorosa se precipite sondeando las palmas de mis manos, grabando a través de punzadas chispeantes un sentimiento inquietante dentro de mi pequeño cuerpecito de pollo.

¡Santísima madre de las estúpidas!

¡¿Es que acaso soy tonta?!

Tonta no, tontísima, con corona y todo.

El trago pesado de saliva descienda estrepitosamente a lo largo de mi cavidad bucal magullándome la garganta, mientras ambos pares de ojos, con la connotada representación de auténticos lanzallamas se escudriñan tratando de descifrar al intruso, o sea, yo...

—Ten esto un momento, cariño.

El chasquido abrupto del intercambio de algo por parte de Black hace inflección en mis sentidos, con la audición clara de sus pasos resonando sobre el viscoso suelo del baño clausurado.

Kyle, el chico dulce, sensato y perfecto, típico de cada uno de los libros que he leído, le frunce el ceño y sus labios se encorvan durante la acción:

—¿Qué vas a hacer?

El del aro metálico brillándole en los labios no dice nada, pero aún de reojo me es fácil interpretar lo que se trae entre manos.

El aparente nuevo amiguito de Kyle, planea atrapar al fisgón, atraparlo, descubrirlo y probablemente,  ¿matarlo?

Yo siendo tú aprovecho estos últimos minutos de vida y le envío un mensaje a tu madre.

¿Apoco eso me ayudará en algo?

Nop, pero le servirá para que vaya preparando las galletitas con chispas de chocolate y el agua con azúcar para repartir en tu velorio.

Incluso, como si las cosas negativas no pudiesen dejar de suceder, mi teléfono no ha parado de sonar, por el contrario, el repliqueo rítmico del beat se intensifica como un escuálido eco mudo volando sobre la atmósfera que los tres tenemos en común...

El aura tétrico y peligroso, basado en sintetizadores y varios efectos sonoros, típicos en los filmes de Wes Craven se materializan, haciendo que todo parezca una de las tantas pesadillas que él registró en cada uno de sus proyectos, y el sentimiento compacto en sus seres excelsos, los cuales fueron obligados a evolucionar a través de los años, luchando contra garras, entidades sobrenaturales, delincuentes y caníbales, dibujan al fino estilo de un pintor una clara sombra de ideas en mi cabeza:

Mis Malditos Vecinos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora