•Capítulo 7•

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"¿Existirá alguna mujer que no diga que todos los hombres somos iguales?"

Cuando mi alarma suena quedarme en la cama no es una opción.

Es hora de levantarme y de, como dice mamá, "enseñarle al jodido sol como se brilla".

Emito un profundo bostezo mientras me restriego los ojos y coloco los pies dentro de las pantuflas acolchadas.

Como un cadáver recién resucitado, deambulo por el comedor y tomo de la estantería mis granolas saborizadas con pasas, nueces y chocolate, no sin antes por las plegarias que mamá le hace a mi padre para que levante su trasero de la cama y se comporte como el hombre de la familia.

Sonrío desde mis adentros cuando él gruñe soltando un par de maldiciones y se tranca en el baño de un portazo.

Al parecer alguien no asimila bien sus despertares.

Cinco minutos después, ella atraviesa la puerta, viéndose ridículamente genial, con pantalones chartreuse ajustados, la blusa blanca de algodón, zapatillas a juego y su bata médica con las inscripciones: "Doctora Hadel".

Estampa un sonoro beso en mi mejilla y vierte un poco de jugo de mango de una de las jarras del refrigerador a su vaso.

Se lame los labios, untados de labial rojo, antesde darle un enorme mordisco a su tostada y me mira minuciosa.

--Tienes cara de sueño. --comenta.

--Si. --el monosílabos somnoliento brota de mis labios de forma inmediata.

--¿A qué hora te dormiste anoche?

¿Yo?

¿Dormir?

¿Anoche?

Ja, que buen chiste mami.

Decir que cuando llegué a la cama me fue imposible conciliar el sueño se queda corto.

Estuve espantada.

Cerraba los párpados y ahí estaban ellos...los DiSalvo, con sus múltiples ideas de cómo volverme más loca de lo que al parecer ya estoy.

National Geographic debería saber que el 666 no es el verdadero número de la bestia, les daría el real pero el trío infernal me mataría por andar divulgando sus datos personales...

Sumando problemas, ¿cómo se supone que le explique a mis padres que ahora salgo con Jordan?

¿Parámdome delante de ellos y diciéndoles: "Amados progenitores, ¿recuerdan a nuestro maravilloso vecino Jordan, el perfecto imbécil de metro con noventa cubierto de tatuajes como presidiario con cadena perpetua? Sí, ese, con físico de Hulk y mentalidad de Bob Esponja. Bueno, luego de que me pusiera un apodo degradante y me acosara con improperios subiditos de tono, no me quedó de otra que caer rendida ante sus encantos. Ahora somos novios, pero seamos realista, esto no va a durar mucho, no es un cliché, aquí el chico malo no va a cambiar por la chica correcta porque los hombres pueden tener veinte mujeres pero cuando llega la indicada...tienes veintiuno porque así son ellos"?

Mis Malditos Vecinos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora