Les quería advertir a mis amigos que no comieran nada. Pero fue demasiado tarde. Mérida tenía migajas de pan en sus labios. Eugene estaba "limpiando" el plato con su lengua.

- ¿No vas a comer?.- Me pregunto Eugene.

- No. No creo que sea buena idea comer esto.- Comenté. Eugene y Mérida me miraron extrañados.

- ¿Crees qué le hayan puesto algo a la comida?.- Me pregunto Mérida.

- Eso creo... esto es muy extraño.- Me miraron con arrepentimiento.

- Creo que no debimos comer eso.- Dijo Mérida un poco pálida. - Me siento mareada.- De un momento a otro su cuerpo estrello contra el suelo. La vi horrorizada. Se escucharon más impactos de cuerpos contra el suelo. En mi alrededor solo observaba a los niños en el piso. Parecían dormidos. Toque a Mérida y estaba muy helada. La imagen de Rapunzel se hizo presente en mi cabeza. Sacudí mi cabeza, librandome de esa imagen. Sabía que la comida tenía algo.

Se escucho que la puerta se abría, no tuve más opción que acostarme en el piso. Varios pasos se escucharon. Cerre los ojos y finjí estar "desmayada".

- Lo logramos Olga. Ahora estan dormidos.-

- Perfecto. Ahora podemos buscar a Hiccup. ¡Maldito mocoso! No creo que se haya escapado solito. Tal vez uno de estos revoltosos lo ayudo.-

- Yo opino que fueron sus amigos.- Me puse nerviosa. Si descubren qué fuimos nosotros ¿Qué nos harían?. Ideas horribles llegaron a mi mente.

- Sabes, cambie de opinión. No creo que estos mocosos lo hayan ayudado. Todos estaban dormidos. Creo que no le inyecte una buena dosís de sueño a Hiccup. Debemos buscarlo Hans. No quiero que divulgue la verdad.-

- Después ¿Qué haremos cuando lo atrapemos?.-

- Tal vez matarlo. - "No..."  Quería llorar. No quiero que lo maten. Espero que no se despierte del Cuarto Secreto. Espero que Mamá Olga no descubra ese cuarto.

- No... no puedo matarlo.- Dijo en voz entre cortada. - ¡Maldita sea, Olga! ¡Todo menos matarlo! .-

- Mira Hans. No pude dormir al saber que tú mataste al chico de hace 20 años. Ese estúpido niño tenía algo especial. Ahora lo perdí. Solo tengo a dos personas iguales a él. Y ¡No me importa si matas a Haddock! Debes superar lo que hiciste Hans. Desde antes que lo mataras ya eras un criminal. No un asesino. Pero si un criminal.-

- ¡Callate! Yo no queria matar a ese chico.-

- Y ¿Por qué lo hiciste?.-

- Fue un impulso.-

- Mejor tu callate. No sabes por que lo mataste. Pero ya tranquilo... ya pasaron 20 años.. no tienes que seguir asustado. Ni que ese niño reviviera y te matara.- Dijo ella con sarcasmo.

- Creo que... tienes razón. No hay de que preocuparse. Ahora a buscar a Haddock.- Se escucho el ruido de la puerta. Entre abrí mis ojos y vi que no había rastro de ellos dos. Me levante del suelo, después me acerque a la puerta. Tome la perilla y sí, en efectivo estaba con candado la puerta.

Me recoste contra una pared. Y me sente. Estaba muy asustada, quería gritar y llorar. Abrace mis piernas. Observe a Mérida y a Eugene. Aun estaban "dormidos". Estaban muy pálidos, con las manos engarrotadas y sus labios partidos. No quería imaginar en ese momento que estuviesen muertos. Pero ¿Quién más pensaría eso si sus amigos estuvieran en esas condiciones?

Además de Hiccup, también me preocupe por Don Carlos ¿Dondé estaría? ¿Me sacaría de aquí?

En mi estomágo sentí ardor. Tenía mucha hambre. Además de tener hambre, mis manos temblaban. Estaba tan aterrada en ese momento.

Observe mi plato, aun tenía mi panqueque. "¿Por qué no?"

Sentía que lo que iba a hacer seria muy arriesgado. Solamente agarre un pequeñisimo pedazo de panqueque. Y lo introduje a mi boca. El hambre te puede causar a llegar a esos extremos. Esos extremos de comer cosas que ni sabes que contengan.

Mi apetito paró un poco. Si esos panqueques tenían algo que te hacia dormir por mucho tiempo, pues a mí no me duraría mucho; ya que solo tome un pequeño pedazo.

Sentí las cálidas lágrimas en mis mejillas. Llore. No quería que encontraran a Hiccup. Quería salir de aqui con mis amigos. Ver a mis papás. Quería ver a mi familia.

Eso es lo que más añoro. Ver a mi familia.

Aun estaba con el pánico que me causo el Señor Hans. Él sospechó de nosotros. El pánico me abrazo por completo. Una voz entro en mis pensamientos.
"No tengas miedo Elsa... El miedo es tu peor enemigo"

Sacudí mi cabeza. ¿Dondé había escuchado eso antes? Ahora si estoy segura de  que perdí la cordura.

Me perdí a mi misma.

Me sentía pérdida en un bosque. En un frondoso bosque. Sin hallar salida alguna.

Cerre los ojos, pues sentí un leve mareo.
"No la lastimaras... ella te quiere mucho. Hace días que no la ves..."

Mi cabeza empezo a dolerme. Sentía que iba a explotar. Más voces. Más susurros se escuchaban en mis oídos.
"Eres especial... Pero en vez de hablar tanto ¿No quisieras un chocolate?"

Abrí de golpe los ojos y me intente parar, pero al intento sentí mis piernas muy débiles. Me estampe contra el piso y todo se torno oscuro.

Abrí los ojos y estaba en una montaña nevada. Había una tormenta de nieve. No podía ver nada por la tormenta. Solo escuche voces.
"Ya te dije no tengas miedo. Somos amigos ¿No recuerdas?"
"No. Apenas te conozco"
"¡Oh vamos! Claro que somos amigos. Aunque apenas nos conozcamos"
"¡No!. No quiero tener amigos"

Escuche un fuerte zumbido. Y decidí seguir avanzando. La tormenta cada vez era peor. Vi un rayo de luz. Me acerque a el.

Ya no escuche nada. La tormenta había parado, ya no escuchaba voces. Me sentí aliviada por eso. Pero ahora todo estaba oscuro, me dolía la cabeza. Me puse de rodillas, el dolor era insoportable.

Abrí los ojos. No sé por cuanto tiempo dure desmayada. Estaba un poco oscuro el dormitorio, vi el reloj y marcaba las 6:00 p.m.

Aun así, no supe la hora en que me desmaye. Creo que entre las diez y once de la mañana.

Me fije en los niños. Aun seguían dormidos. Mis amigos aun seguían dormidos. Tome la mano de Mérida y me percate que estaba tiesa. La solte y quería llorar. Me acorde de lo que soñe. Fue muy extraño, pero ahora tengo más miedo. El pánico seguía consumiendome.
"Recuerda que debes ser valiente"

Tape mis oídos con mis manos. Ya no quería escuchar esas voces, me ponen nerviosa. Me puse de pie y seguía con las manos contra mis oídos. Escuche el mismo zumbido.

- Ya quiero que pare... quiero que pare.- Susurre. Mientras cada lágrima resbalaba por mi mejilla. Mi respiración se acelero. Queria la consolación de mis padres. Nunca los iba a ver. Ya mis posibilidades fueron destruidas, mis esperanzas rotas, por que Mamá Olga tarde o temprano se enterara que yo escape del Orfanato y descubrí que somos niños raptados.

Tenía que salir de aquí ahora mismo. No sé que hare para poder escapar. Estabamos encerrados. Retrocedí un poco y me apoye en la pared, trate de calmar un poco mi llanto para poder pensar mejor. Una voz me interrumpió:

- ¿Elsa?... .- No. No eran las voces que susurraban en mis oídos.

........-.-.-.-.-.-

7w7 ... Me llego la inspiración de repente XD
¿Qué pasará ahora?
¿Hans y Olga encontraran a Hiccup?
¿Por qué Elsa escucho esas voces?
¿Qué significara el sueño que tuvo Elsa?
¿Quién le hablo a Elsa?
>Pongan más teorías si quieren x3

¤Nota: Recuerden que Elsa comió un pequeño pedazo de panqueque. Los demás niños comieron 2 panqueques enteros. Por eso a Elsa le duro muy poco el efecto y los demás no despertaron...

Sombras de Luciérnagas    ✭☽ Jelsa ☾✭ (Cancelada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora