"No me importa sí viene una persona o quinientas personas más intentando conquistarme, sí yo estoy contigo soy solo tuyo, no me importa quién venga o quién vaya intentando alejarme de ti, no me importa sí todo el mundo quiere qué nos alejemos, si yo...
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Al llegar al hospital rápidamente los doctores que esperaban alguna emergencia me subieron en una silla de ruedas. Los dolores eran más y más fuertes.
—Necesito que...¡AHHH!— grito del dolor— ¡Llama a Ben! Dile que el bebé se adelantó.
Mickey asiente nervioso.
—¡Camila!— me llama.— Ben venía en camino. El iba a pedirte que fueras su novia, te tenía una sorpresa. Así que el ya debe estar aquí.
Me quedo en shock y una sonrisa se dibuja en mi rostro.
—El bebé no nacerá hasta que el este aquí.— le digo a una enfermera.
—Doctora Lee, su príncipe azul tiene que llegar en menos de cinco minutos.— dice mi doctora.— porque la cabecita del bebé está casi saliendo.
—Tranquila amiga.— llega Alec.— yo le llamé, el ya está en la esquina.
Vuelvo a gritar y tiro de las sábanas de la cama del hospital. Sentía que me desgarraba por dentro y mi corazón latía a mil por hora.
Quería tener a mi bebé ya fuera de mi, cargarlo en mis brazos y darle muchos besos.
—¿DÓNDE ESTÁ BENJAMÍN?— pregunto gritando.
—El...— dice Mickey nervioso.— El debe...
—¡Estoy aquí!
Ben entran al cuarto y sonrío al verlo tan guapo y con esos ojos verdes brillantes. El toma mi mano y yo le doy un apretón.
—Estas aquí.— digo jadeando.
—Siempre estaré aquí...a tu lado.— besa mi mano.
—Muy bien, doctora Lee. Necesito que puje cada que pueda.— mi doctora me da indicaciones y yo las obedezco.— el bebé ya viene, solo un poco más.
Pujó hasta más no poder, mucho dolor invadía mi parte íntima.
—¡No puedo!— digo ya llorando.— ¡NO PUEDO!
—Sí puedes Camila.— Ben hace que lo vea.— mírame, tú si puedes. Puedes con todo, necesito que me mires siempre y pujes. Yo estaré aquí, tranquila.
Ben me da mucha paz y hace que me tranquilice un poco. La doctora me vuelve a dar órdenes de pujar y yo la obedezco.
—¡Un última vez!
—¡AHHH!— pujó por última vez.
Paz se invade de mi cuerpo al escuchar un llanto a lo lejos; era mi bebé. Jadeando me incorporo nuevamente para buscar a mi bebé con la mirada.
La enfermera se da la vuelta y me lo muestra. Yo sonrío y lloró a la vez.
—¡Felicidades! Es un hermoso niño.— la enfermera se lo encarga a Ben.
El lo toma con cuidado y llora al verlo. Cuidadosamente el se acerca y me lo entrega.
—¡Hola angel!— le doy un beso en su cabecita.— soy tu mamá.
—Y yo tu tío.— dice Ben.
—Te amo.— le digo y el me voltea a ver sorprendido.— Te amo y quiero estar a tu lado siempre.
—Eso quiere decir que...— hace una pausa.—¿Somos novios?
Asiento y el grita de la emoción. Corre por la habitación diciéndole a todas la enfermeras que había aceptado ser su novia. Yo me sonrojo y me atacó de la risa al ver a Ben de esa manera.
—¿No me darás un beso?— le pregunto y fruncí el entrecejo.
El sonríe y se acerca a mi. Toma mi rostro y cuidadosamente nos acercamos hasta que por fin nuestros labios rozan y se unen en un lindo y lento beso. Mi corazón latía a mil por hora, era un beso real y la sensación no la había sentido con nadie más, ni con William.
Estaba feliz y enamorada. Al quedarnos sin aire los dos nos separamos.
—Como anhelaba este momento.— dice con la respiración acelerada.
—Ambos anhelabamos este momento.— sonrío.— ¡Te amo!
—Y yo te amo a tí.— me da un pico.
Mi bebé hace un quejido y reímos. Alec y Mickey entran a la habitación y miran al bebé y lloran de la emoción.
—¡No lo puedo creer!— dice Alec— Dame a mi sobrino ahijado.
—¡Hey no! Yo soy el padrino.— dice Ben
—No querido, eres el padrastro.— exclama Mickey y lo empuja.
—¿Como lo llamaras?— Alec me preguntó sin despegar la mirada de mi bebé
No había pensado en un nombre, así que no estaba tan segura. Pienso por unos minutos hasta que por fin lo tengo.
—William, se llamará como su padre.— limpio mis lágrimas y tomo a mi bebé en mis brazos.— tú nombre será William, pequeño angelito.
