08;La victoria pt2

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¿Que rayos está haciendo aquí el nerd de Simón? A caso Camila está tramando algo

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¿Que rayos está haciendo aquí el nerd de Simón? A caso Camila está tramando algo.

Cada vez que levantaba mi mirada hacia donde estaba sentada Camila junto con Simón, ella sonreía ante cada estupidez que decía, al igual que toda su familia y mis amigos.

—Ben, podrías ayudarme con los platos.—Kattia hizo que saliera de mis pensamientos.

—Claro.— dije para después comenzar a levantar los platos que estaba sobre la mesa.

Me dirigí hacia la cocina junto con Kattia.

—Ya tienes pensado como hacer que Camila te dirija la palabra.— la mire sorprendido.

—No se supone que tú deberías estar de lado de tu hermana.— fruncí el ceño.

—Se supone, pero no lo haré.—se encogió de hombros.— necesito que ella socialice y si ella pierde la apuesta, tú harás que ella salga contigo a varios lados durante 2 días.

—Y tienes alguna propuesta.— me recargue sobre el lavaplatos.

—Molesta a su invitado, ella no va a soportar que le hagan bromas de mal gusto a su Novio.

¿Novio? De que rayos está hablando esta mujer, como que Simón y Camila andan.

—¿Desde cuando están juntos, Kattia?.— pregunté alteradamente.— ¿Por qué Mila nunca me lo dijo?

—¿Estas celoso Benjamín?.— su pregunta hizo que me sonrojara.

Negué rápidamente ante la pregunta que me había dicho.

—O-obviamente N-no katt, ¿A caso estas mal de la cabeza?

Ella comenzó a reír ante mi tartamudeo, de pronto se escuchó la señora Meredith gritar desde el comedor que lleváramos el postre.

Ayude a Kattia a sacar el delicioso pastel de chocolate del molde para poder llevarlo y servirlo.

—Estas listo.— pregunto y yo asentí con una sonrisa de oreja a oreja.

Camila Lee, prepárate para ser mi esclava.

—Hey Simón.— Gwilym llamó su atención— ¿quieres un poco de vino?.

—Claro.— dijo para después tomar su copa.

—Yo la sirvo amigo.— dije y tome la botella de vino.— estira un poco más tu copa Simón.

Aquí comenzaba mi juego. El chico estiró su copa y lentamente iba sirviendo vino en ella, hice que el moviera un poco su mano haciendo que un poco de vino cayera sobre su playera blanca. Todos miraron sorprendidos la escena, mientras que Camila me miraba con demasiado enojo.

—Lo siento Simón, no fue mi intención.

—N-no te preocupes Ben, fue mi culpa.—tomo una servilleta para limpiar su playera de las gotas de vino que había derramado encima de esta.

Solté un bufido, ya que Camila no me había reclamado por lo que acababa de hacer.

—Y bien.— habló kattia.— ¿Que es lo quieres estudiar Simón?

—Pues quisiera ser médico internista.

—Claro, chicos como tú casi siempre lo logran.— dije y todos voltearon a verme.—eres el tipico chico al que le gusta pasar su tiempo dentro de las bibliotecas, buscando títulos que llamen tu atención.

—Yo digo que está muy bien que pases tú tiempo dentro de las bibliotecas.— esta vez hablo Camila.— digo no tiene nada de malo, te hace ser una persona dedicada al estudio y no estar de fiesta en fiesta sin nada que hacer.

—No digo que esté mal Simón.— me encogí de hombros.— solo que deberías salir a conocer todo lo que te rodea, a divertirte y no estar solo encerrado en tu cuarto, como un oso que nunca sale de su cueva, ¿No crees?

—P-pues...— Simón fue interrumpido por Camila.

—Tranquilo Simón, creo que seremos dos osos que nunca saldrán de su cueva para llegar a donde queremos estar.

Todos observaban con atención la escena que Camila y yo estábamos ocasionando.

—De que te servirá tener buenas calificaciones si eres una persona a la que no le gusta socializar por miedo a lo que las otras personas piensen de ti.

—¿Quien quiere pastel?.—hablo Rami.

—Simón, de que te servirá salir a fiestas donde se encuentran demasiados chicos desorientados que se meten debajo de las faldas de las chicas, para tener una aprobación de grupos dónde los integrantes solo son un montón de imbéciles.

—¿Debajo de las faldas de las chicas?.— preguntó Joe.

—Simón, si tú sigues escondiendo te detrás de esos libros, nunca encontrarás a la persona indicada que te haga sentir vivo, morirás sin haber vivido al máximo tu adolescencia, sin haber obtenido alguna cita, sin haber asistido a una fiesta, conciertos, sin haberte divertido como se debe, solo por estar aferrado por unos malditos libros a los que puedes leer después de haber hecho todas las cosas que te acabo de mencionar.—

—Y-yo, creo que d-debo ir a c-casa?.— dijo Simón limpiándose las gotas de sudor que corrían sobre su frente. Se veía un poco mal.

—No tú no te irás, hasta que digas quién de los dos tiene la razón.— Camila lo volvió a sentar en su silla.

—Elige Simón, ¿Salir a divertirte...?

—O...¿Leer libros que llamen tú atención?

—Y-yo...

—Vamos Amigo, solo dilo.— me acerqué un poco más a el.

Simón se veía un poco pálido, y sus ojos comenzaron a cerrarse. Así es... el chico se desmayó ante tanta presión. Todos corrieron auxiliarlo.

—Simón, ¿Estás bien?.— Camila comenzó a dar unas palmaditas en sus cachetes.

—Ire por alcohol.— grito la madre de Camila.

Creo que ahora si nos pasamos con el pobre chico.

—Mira lo que hiciste estúpido, por tu culpa mi cita se desmayó.— Camila me hablaba mientras me tomaba de mi camiseta.

Esperen, que el mundo se pare...Camila perdió, ella me habló.

—¡PERDISTEEEEEEE!.—ella llevo sus dos manos hacia su boca.— ¡GANEEEEÉ! eh ganado amigos.

—¿Qué acabo de hacer?.— murmuró Camila

Simón fue recuperándose poco a poco hasta que por fin estuvo en sus cinco sentidos y pudo ir tranquilamente a su casa. Todos estábamos ya muy cansados y era momento de ir a nuestras casas.

—Les pido una disculpa por lo que pasó hace un rato señor y señora Lee, no fue mi intención.— me disculpé y ellos aceptaron mi disculpa al igual que Gwilym.

Todos nos despedimos y antes de cruzar la puerta para ir a nuestros hogares, me acerqué hacia donde estaba Camila.

—Te veo mañana Mila, espero que tengas un lindo vestido porque mañana nos iremos de fiesta.— solté una risa victoriosa

—Te odio Benjamín, sube a ese maldito auto si es que quieres vivir.—

Le di un beso en la frente para después girar sobre mis talones y dirigirme hacia el auto de Rami.  

JUST FRIENDS? | ben hardy Where stories live. Discover now