"No me importa sí viene una persona o quinientas personas más intentando conquistarme, sí yo estoy contigo soy solo tuyo, no me importa quién venga o quién vaya intentando alejarme de ti, no me importa sí todo el mundo quiere qué nos alejemos, si yo...
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Las clases terminaron muy rápido de lo habitual.
Salí corriendo de clase de historia para no encontrarme con Ben en algunos de los pasillos del instituto e ir a casa. Por mi suerte no me lo tope por ningún lado.
—¿Mamá? Ya llegué.— grite para después cerrar la puerta.
—Hola Cariño, ¿Cómo estuvo tú dia?.—dio un beso en mi frente.
—Demasiado cansado y muy raro.—suspire con pesadez.
—¿Raro?.—frunció el ceño.
—Pues verás, Ben y yo hicimos un apuesta que trata que no nos debemos de dirigir la palabra y si alguno de nosotros dos pierde tiene que hacer lo que el otro le ordené durante dos días.
Mi mamá escuchaba atenta a lo que yo le contaba y al terminar de explicar le soltó una carcajada. Yo la mire confundida.
—¿Por qué te da tanta gracia?.—pregunte seriamente.— he estado cuidándome de ese Demonio toda la mañana, no es divertido mamá.
—¡Ay Mila!.—suspiro.— ¿Porque aceptaste? No creí que mi hija la más sería, aceptará ese tipo de "retos".—
—Perdería mi orgullo y quedaría como una gallina frente a él, si no aceptaba.— hice un puchero.— pero mi pesadilla ah terminado, hoy estaré todo el día encerrada en mi habitación y así será más fácil no perder, así que si llega a venir le dices que cai en un profundo sueño y despierto hasta mañana en la noche.
Mi madre río ante mi comentario estúpido que acabó de hacer.
—Aun no cantes victoria, hermana.—kattia se unió a nuestra conversación.
—¿Escuchaste todo?.— fruncí el ceño y ella asintió.
—Tu sueño profundo creo que deberá posponerse hasta el siguiente viernes.
—¿De que estás hablando Kattia?.— me levanté de mi asiento para ir hacia mi hermana.
—Veras, Gwilym recibió un llamada hoy por la mañana...—hizo una pausa.
—¿Y ...?.—dije impaciente
—Le dieron el papel en la serie nueva.— dijo con emoción alguna
Estaba tan feliz por mi hermano, sabía que lo iba a lograr. Estoy muy orgullosa de el.
—Eso es increíble.—dije saltando en mi lugar.
—Pero esos nos es todo.—
—¿Hay más?.— pregunté y ella asintió.
—Para festejar mamá hizo lasaña, e invitamos a Rami, Joe y Ben a comer.— soltó mi hermana.
La felicidad que antes se apoderaba de mi cuerpo fue desvaneciendo cuando escuché a mi hermana decir que Ben vendría a comer a la casa. No me molesta en lo absoluto que venga, solo que me asusta el hecho de que se me olvide la apuesta y terminé haciendo lo que Ben me ordené por dos días.
