"No me importa sí viene una persona o quinientas personas más intentando conquistarme, sí yo estoy contigo soy solo tuyo, no me importa quién venga o quién vaya intentando alejarme de ti, no me importa sí todo el mundo quiere qué nos alejemos, si yo...
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Después de haber comprado el vestido de Elena el cual fue elegido por su hermana, rápidamente tomé un taxi y me dirijo hacia el hospital. Al llegar me encuentro con Alec ya de salida para ir a casa.
—Hey, ¿Que paso?— me pregunta alterado.— tu turno empezó hace 30 minutos.
—Luego te explico, tengo que cambiarme los tacones.
Sigo con mi camino y pulso los botones para que el ascensor baje por mi.
—Llegas tarde.— me dice Will
—Lo siento, fue un desastre con el vestido de mi prima.— termino de lavar mis manos.— pero ya estoy aquí.
Me acerco a Will y sin abrazarnos nos damos un beso pequeño en los labios, para después colocarnos los cubrebocas.
Hoy tendríamos un transplante de corazón en un niño de seis años, el cual había esperado casi tres años en la lista de trasplantes.
Los padres del pequeño están felices y emocionados, es tan duro para la familia pasar por esta situación. El pequeño estaba en buenas manos.
—¿Lista?— me pregunta Will y yo asiento.
*****
Después de unas cuantas horas todo había salido a la perfección, yo tenía que ir a dar la buena noticia a la familia. Después de hacer lo que tenía pendiente, fui a descansar un poco a los cuartos de descanso. No sin antes checar si todo estaba bajo control con el pequeño Tim.
—Necesito que lo veas a todas horas.— exclama Will
Está noche a él no le tocaba guardia, así que iría a descansar.
—No lo perderé de vista en ningún momento.
—Gracias ángel, te quiero.— me da un largo beso con mucho amor.
Will se va de ahí y yo me dirijo a los cuartos solo para dormir unos cinco minutos y regresar a checar a Tim
Al recostar mi cabeza contra la almohada todo se volvió oscuro.
—vayamonos de aquí.
—¿Que te pasa? Tú tienes que estar ahí adentro.
—Camila, yo no puedo.— suspira.— no entiendes que yo quiero decir algo y no me dejas
—Estas muy borracho ya.
—No, estoy bien y si lo estuviera no importa porque dicen que los borrachos y los niños dicen la verdad.
—Vayamos adentro Ben
—No puedo Camila, quiero estar aquí... contigo.
—Pero yo no, no más Ben.
Un sonido tan agudo comenzó a escucharse desde lejos, la imagen de Ben se iba desapareciendo y era inútil ver, aparte de que la lluvia ya se había desatado.
Después de que Ben desapareció de mi vista el sonido era tan horrible, hacía que mis tímpanos retumbaran horrible. De un momento a otro, desperté.
—¡Que mierda!— tallo mis ojos y miro mi reloj, me había quedado dormida casi dos horas.
El sonido que me molestaba en mi sueño era el de mi monitor el cual sonaba para una emergencia.
¡Oh no, Tim! Pensé.
Salgo de ahí corriendo mientras chocaba con la gente que se atravesaba en mi camino. Al llegar al cuarto del pequeño veo que retiran el respirador de el
—No, Tim.
—Doctora Lee, ¿dónde rayos se encontraba?— una enfermera me cuestiona
—Y-yo estaba descansando.— tomo mi cabello en forma de frustración.— ¿Que ha pasado?
—Vealo usted misma.— me entrega el expediente.
Comienzo a revisarlo, mientras lo leía las lágrimas salían de mis ojos. Tim había rechazado su nuevo corazón y yo no estuve ahí para ayudarlo.
Ahora no sé cómo voy a explicarle lo que sucedió a William, se enojará demasiado conmigo.
