40; maratón 3/4

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"No, quédate"

La cena había transcurrido de la mejor manera

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La cena había transcurrido de la mejor manera. katt se veía extremadamente feliz junto con su prometido; a Camila le hubiera encantado ver a su hermana así de feliz.

—¡Quiero hacer un brindis!— el señor Bradley levanto la copa mientras tomaba la mano de la señora Meredith.— por mi hija y su prometido, por la familia, por los amigos y también por los enemigos, por mis tres hijos aunque uno de ellos esté en cualquier parte del mundo.  ¡Salud!

Todos levantamos la copa y tomamos de ella.
Mi campo de visión se encontró con Elena, la cual no paraba de mirarme.

—Gracias a todos los que están presentes, faltan dos personas muy especiales para mí.— habla kattia.— mi hermana Mila y mi primo Víctor. Pero sé que desde el país que esten ellos están brindando con nosotros.

Esboce una sonrisa tímida al escuchar el nombre de mi mejor amiga.

Después de las palabras de cada uno de los miembros de la familia, la cena finalizó. Algunos familiares comenzaban a irse, así que decidimos festejar en un bar mis amigos y yo.

No sin antes ir a dejar a Addi a casa junto con Eddie.

—No tomes mucho, ¿Ok?— me dice mi hermana fuera del auto.

—Te lo prometo.— beso su frente.— Nos vemos Eddie.

—Nos vemos Ben.— el chico yo  estrechamos nuestras manos y nos dimos un abrazo.

Volví a subir al auto y conduje hasta el bar. Al llegar vi que Elena bajaba de un auto adentraba al bar.

Después de dejar mi auto con el valet parking, caminé hacia la entrada del bar. Con mi vista buscaba a mi amigos y claramente a Elena.

—Aquí estamos.— escuchó la voz de Kattia.

—¡Qué bar tan elegante!— exclamé

—Lo acaban de inagurar la semana pasada.— dice Rami.

Después de unos tragos encima, comenzé a sentirme un poco mareado. Sé que le había prometido a Addison no tomar mucho y menos cuando manejo porque podría causar un accidente, pero Gwilym se llevaría el auto; el casí no toma alcohol.

Me dirijo al baño para poder refrescarme y hacer mis necesidades, al salir una voz hace que me detenga.

—Hola Elena, pensé que ya te habías ido.

—No, pero en un rato me iré.— me dice.— ¿Quieres un trago? Yo invito.

Pienso mi respuesta unos segundos y decido tomar otro trago más.

—Claro, vamos.

Elena y yo no tomamos solo un trago, si no dos más. Ella aún estaba en sus cinco sentidos, y yo pues nos estaba muy bien que digamos.

—Vamos a mi departamento.— me dice al oído y yo me estremezco.

—No puedo, Gwilym me llevará a casa.— suspiro.— ya estoy un poco tomado.

—Pero yo no, puedo llevarnos en tú auto.— se sienta en mis piernas.— ¿Que dices?

—Está bien, vamos.

Elena da un brinco y me toma de la mano para después salir de ahí y pedir mi auto.

Al llegar a su departamento, Elena me ayudó a subir. Entre en el y me recostó en el sillón.

—Te haré un café.

Antes de que se vaya, la tomo de la mano para que se detenga.

—No, quédate.— le digo con la voz ronca.

Ella se sienta a un lado de mi, la miró y las ganas de besarla se hacen presente.

En un dos por tres ella y yo nos estábamos besando. Sin darnos cuenta Elena ya estaba encima mío y yo tratando de quitarle el vestido.

JUST FRIENDS? | ben hardy Donde viven las historias. Descúbrelo ahora