10; Rojo Carmesí

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—¡Mierda!

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—¡Mierda!.— salí rápidamente de mi cama, me había quedado totalmente dormida.

Eran las 6:30 y Ben pasara por mi a las 7:00 y yo aún no estaba lista. Corrí hacia mi armario y comenzé a sacar varios conjuntos, opte por ponerme unos jeans rasgados con una playera de tirantes blanca con un suéter color negro y mis conversé. Entre a la ducha y no tarde ni 10 minutos enrede la toalla en mi cuerpo y salí.

—Tu que haces aquí.

—Es enserio Sister.— dijo Kattia tomando mi outfit.— Esto no te llevaras a la fiesta.

—¿Que tiene?.— le arrebate el conjunto de sus manos.— es casual y cómodo Sis.

—Es aburrido y jodidamente asqueroso.— la mire sorprendida por como había actuado.

—No tengo tiempo para buscar otro outfit Katt.— comenzé a peinar mi largo cabello.— Lo siento me iré con ese.

Mi hermana salió de mi habitación soltando varias maldiciones las cuales yo ignoraba. De un momento a otro entró nuevamente a mi habitación con un vestido corto color negro con destellos dorados.

—No me pondré eso.— señale el vestido que está tenía en sus manos.

—Oh claro que sí lo harás.— me lo extendió.— Vamos Camí, Pontelo.

Tome el vestido y entre al baño, me lo coloqué y en verdad era demasiado lindo era de mangas largas y super pegado. Me mire al espejo y me gustaba como me quedaba. Salí y mi hermana pego un pequeño grito.

—Te ves Hermosa Sis.— llevo sus manos a la boca.— todos morirán por ti.

—Mejor me pongo mi primer conjunto.— gire sobre mis propios talones para regresar al baño.

—No, te llevaras ese.— Kattia me tomo del brazo.— y punto.

Está me llevo al tocador y comenzó a secar y planchar mi cabello, coloco un poco de sombra café en mis párpados y rímel en mis pestañas, ruborizó mis pómulos y colocó un labial color rojo carmesí. Me mire al espejo y me veía realmente bonita.

Se escuchó el timbre de la casa y mis latidos de mi corazón empezaron a retumbar en mi pecho.

—Cami, Ben está aquí.— grito mi madre desde abajo.

—Espera Camila las zapatillas.— Mi hermana me extendió unas zapatillas no tan altas de color dorado.

Me las coloqué y le di las gracias a mi hermana, baje las escaleras y me encontré con Ben bestia, el cual traía un pantalón de vestir con un bleiser color negro y con una camiseta blanca. En verdad se veía demasiado guapo.

—¿L-lista?.— reí ante su tartamudeo.

—Lista.— dije y me adelante hacia la puerta.

BEN

Ya iba tarde por Camila así que le pedí prestado su auto a Rami y este accedió.

En el camino iba pensado en Camila y Simón, y si en verdad ¿están saliendo? Esa pregunta me estaba atormentado así que decidí poner la radio para ya no pensar en eso.

Después de 10 minutos de camino por fin llegué a casa de los Lee, baje del auto y toque el timbre lo cual la señora Meredith abrió.

—Hola Ben, pasa.— dijo y yo obedecí.— deja la llamo.

La madre de Camila le gritó, para después se escuchará un "Ya voy" de mi querida amiga. Espere junto con Gwilym a que Camila bajara., después de unos segundos Camí bajo, volteó para saludarla y quedé pasmado por lo que mis ojos veían, traía puesto un vestido color negro pegado el cual hacia que marcará su figura, con su cabello totalmente lacio y su maquillaje demasiado natural con sus labios bien definidos con un color rojo carmesí. Se miraba realmente hermosa.

—¿L-lista?.— pregunté con cierto tartamudeo el cual me maldije por hacerlo.

—Lista.— dijo y comenzó a caminar hacia la puerta.

—Cierra la boca, te entrará un mosca.— susurro Kattia en mi oído el cual hizo que volviera a mis cinco sentidos. 

—Cuidala Benjamín.— grito Gwilym y el señor Lee al mismo tiempo a lo que yo solo asentí.

Caminé hacia donde estaba Camila y le lanze las llaves del auto y ella me miró confundida.

—¿Que pretendes que hago con esto.— alzó las llaves moviéndolas de un lado a otro.

—Tendras que manejar, estoy muy cansado para hacerlo.

—Estas demente verdad Hardy.— comenzó a balbucear.— Y-yo no tengo mi permiso aún.

—Tranquila vamos a ir cerca, ningún oficial te detendrá.— tome sus pequeñas manos frías.— confía en mí Camí.

Ella asintió y subimos al auto, lo encendió y comenzó a manejar mientras yo le decía por donde tenía que ir para llegar a nuestro destino.

JUST FRIENDS? | ben hardy Donde viven las historias. Descúbrelo ahora