68;¿Que será?

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Llego a New York y me dirijo a la salida del aeropuerto para tomar un taxi e ir al departamento de Camila

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Llego a New York y me dirijo a la salida del aeropuerto para tomar un taxi e ir al departamento de Camila.
Antes de llegar paso a un florería y compro algunas rosas para Mila, después de eso sigo con mi camino.

Tenía muchos nervios de ver a mi mejor amiga, la verdad es que no sabía que decir al momento que la vea, pero si algo estoy seguro es que la abrazaré muy fuerte.

—¡Llegamos!— el del taxi me avisa.

—¡Gracias! Aquí tiene.— bajo del taxi junto con mi maletas.

Rápidamente entro al lobby y saludo a la señora de recepción. Ella amablemente me deja pasar. Al salir del ascensor, me pongo a pensar cual de los dos pasillos tengo que tomar para llegar a su puerta.

Después de algunos segundos de estar pensando tomé el pasillo de la izquierda, veo su puerta y antes de tocar suspiro.

—¿Ben?— pregunta kattia.— ¡Oh Ben, pasa!

Ella se hace a un lado y yo antes de pasar la saludo de un beso en la mejilla.

—Yo vine a visitar a Camila.— suspiro y dejo mis maletas a un lado.— me enteré lo que sucedió.

Kattia solo agacha la mirada y asiente tristemente.

—Ella está muy triste, William le iba a pedir matrimonio y ella...— no termino la frase por qué Camila la interrumpió.

—¡Hola Ben!— ella me sonríe.

Yo sin más que decir corro a abrazarla. Ella se hunde en mis brazos y comienza a llorar.

Me parte el alma verla así, su brillo se apago completamente. Pero yo sé que es muy fuerte y saldrá adelante, cómo siempre lo ha hecho.

—Todo estará bien.— beso su coronilla.— te lo prometo.

Camila comenzó a contarme todo lo que pasó con William. Me contó también que él le iba a pedir matrimonio ese mismo día.

Veía cada gesto que hacía y algo me decía que no me estaba contando todo en realidad. Algo me estaba ocultando, pero yo no quería preguntar más, no quería ser impertinente.

—El nunca pudo pedírmelo.— se limpia sus lágrimas.— el nunca pudo saber mi respuesta y mucho menos saber lo de su...

Mila para por un momento y sacude la cabeza.

—¿Saber que, Camila?— le pregunto.

—Nada, solo olvídalo.— vuelve a sacudir su cabeza.

Rápidamente sin dejarme decirle otra cosa, se levanta del sofá y se dirige a la cocina a preparar la cena.

Yo voy detrás de ella y la detengo antes de que empiece a cambiar de tema.

—Puedes confiar en mí y lo sabés.— digo entre dientes.— no me ocultes nada.

Me mira con lágrimas en los ojos y asiente.

—¿Quieres ir a caminar?— me pregunta y yo asiento.

Los dos nos abrigamos y nos vamos dispuestos a caminar por algunas partes de la cuidad de New York.

Camila

Caminamos por un buen rato, la luz de la luna alumbraba el kiosko dónde Ben y yo paramos para descansar y hablar.

Quería decirle todo lo que estaba pasando, sobre mi embarazo pero tenía miedo a su reacción.

—¿Estás bien?— me pregunta.— te veo un poco pensativa.

—Sí, estoy bien.—suspiro.— solo qué...

Me quedo callada por un momento y Ben frunce el entrecejo.

—Dime... sé que tienes algo que decirme.

El me conoce perfectamente, sabe lo que me pasa y lo que siento.

—Mi vida ha dado un giro inesperado, más bien un enorme giro.— comienzo a reírme.— No sabes cuándo será el último día en que verás a las personas que amas...

—Sé concreta, Camila

Mis ojos comienzan a llenarse de lágrimas.

—William y yo nos queríamos, el me quería. Yo no pude despedirme de el, no pude decirle que sí.— suspiro.— no pude decirle cuánto lo amaba, ni mucho menos decirle que tengo un mes de embarazo.

Llevo mi mano derecha a mi barriga y agachó mi cabeza mientras las lágrimas se deslizan sobre mis mejillas.

Ben no hizo ningún ruido y no ví su reacción, algo me decía que el estaba en shock y en algún momento el se iría de ahí.

—Yo...seré tío.— dice y yo volteó a mirarlo.— o padrastro...

Entre llanto suelto una risita. Ben sonríe y me abraza.

—Creí que te irías, dejándome aquí sola.— limpio mis lágrimas.

—¡¿Tan mala onda crees que soy?!— exclama y se lleva una de sus manos a su pecho, dramatizando.

—Rompiste nuestra pulcera de la amistad, cuando te enteraste que me iría a estudiar acá a New York.

El hace un gesto pensativo y yo sonrió.

—No recuerdo.— dice y yo lo empujó.— ¡Felicidades! Ya quiero conocerlo o conocerla. ¿Que será?

Ben estaba tan emocionado y me sentía súper feliz verlo así.

—No lo sé, tendré que hacerme un chequeo.— sonrío viendo mi pequeña barriga.

—El está muy feliz donde se encuentre.— exclama.— Will sabe que será padre y siempre cuidara de ustedes, al igual que yo.

Posa su mano encima de la mía, volteó a mirarlo y le dedicó una sonrisa para después recostar mi cabeza en su hombro.

JUST FRIENDS? | ben hardy Where stories live. Discover now