12; cuidaré siempre de ti

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Los Rayos del sol invadieron la recámara haciendo que mis ojos se fueran abriendo poco a poco

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Los Rayos del sol invadieron la recámara haciendo que mis ojos se fueran abriendo poco a poco. Mi cabeza estaba matándome, al abrir totalmente mis ojos observé todo a mi alrededor, sabía muy bien que este no era mi cuarto si no el de Ben.

Me senté en la orilla de la cama tratando de recordar todo lo que hice ayer, pero nada se me venía a la mente. Decidí bajar pero antes tenía que lavar mi cara y hacer mis necesidades porque ya no me aguantaba.

Al verme al espejo me asusté con mi reflejo; que carajos pasó ayer y por qué mi poco maquillaje está corrido. Lave rápidamente mi cara y después de que estuviera totalmente limpia baje a la cocina y me encontré con Addison la hermana pequeña de Ben.

—Buenos días Addison.— saludé a la pequeña de 10 años con un beso en la mejilla.

—Buenos días Camí.— me correspondió de la misma forma.— ¿Necesitas algo? Ben aún sigue dormido.

—Si necesito una pastilla para el dolor de cabeza.— sostuve está con mis dos manos.

Addison se levantó de su asiento y fue rápidamente a un cajón que estaba cerca del horno de microondas, saco muchos frascos y me los mostró.

—Aqui están algunos medicamentos Camí, espero puedan ser de tu ayuda.

Le di las gracias a la pequeña y comenzé a revisar cada uno de los frascos que me había entregado. Encontré mi medicamento y fui por agua para ingerirlo 

—Buenos días chicas.—

Ben entró a la cocina con un poco de baba en su mejilla y todo su cabello desordenado, se veía tan tierno recién levantado.

—Ben.— la pequeña Addison corrió hacia donde estaba su hermano y este la cargo.— a Camila le dolía su cabeza y yo la ayude a buscar una pastilla para que se sintiera mejor.

—Buena chica.— le dio un beso en la mejilla.— creo que deberías ser Doctora, al igual que Camila.

Addison termino su desayuno y corrió hacia su recámara.

—¿Que pasó ayer Benjamín?.— cuestione y Ben se quedó en silencio.— contestame.

—Bailaste mucho, bebiste mucho.— suspiró.— y a consecuencia de eso trataron de aprovecharse de ti, después de eso vomitaste cerca del auto de Rami el cual debo lavar.

Al momento de que Ben iba diciendo todo los desfiguros que hice comenzaron a darme muchas náuseas, creo que el alcohol que ayer comenzaba hacer efecto en mi.

—¿Pero no me pasó nada?.— dije con la cabeza abajo.

—No, llegué antes de que algo te pasará, hablé con Kattia para que te dejarán quedarte aquí en mi casa y ella accedió.

Me alegro tener a Katt como mi hermana, no sé qué haría sin ella.

—No vayas a permitir que vuelva hacer eso.— lo señale con mi dedo.— ¿Entendiste? 

—Te veías muy graciosa bailando la macarena.— comenzó a reír.

—Callate Benjamín.— le levante mi dedo del medio.

—Deberias ir a clases de baile, esas caderas se mueven horribles.—

seguía burlándose, tomé un puño de cereal y se lo aventé en la cara y ni aún así dejaba de reír.

—Uy qué mala eres Camila, me acabas de sacar un ojo con uno de esos cereales.

—Ya me harté.— tomé un vaso lleno de agua y se lo tiré en el mismo lugar que le tiré los cereales, al ver su cara comenzé a reír.

—ahora si, Camila Lee corre por tú vida.— Ben comenzó a perseguirme por toda la casa.

Me dirigí rápidamente a su recámara y cerrar la puerta para que no me hiciera nada, al momento de ir subiendo las escaleras dí un paso mal y caí.

—Camila estás bien.— se puso en cunclillas a lado de mi.— Camila responde.

— Caíste.— comenzé a reír por la cara de susto que traía.— hubieras visto tu cara.

—Estas muerta.— Ben me cargó en su hombro y daba golpes en su muy grande espalda.

—Bajame Ben bestia, ahora.

Llegamos a su recámara y me recostó en ella y comenzó a hacerme cosquillas y yo no paraba de reír.

—¡YA BASTA!.— hice que los dos cayeramos al piso, yo caí encima de él.

Ben

Al caer al piso Camila y yo, nos quedamos en silencio por un momento, yo apreciaba su rostro fino, sin ninguna pisca de maquillaje, Camila era hermosa no entiendo porque ella se esconde detrás de todos esos libros que hablan de anatomía. Unas ganas de besar sus labios inundaron mi cuerpo.

Nuestros rostros se iban acercándose más y más y nuestras respiraciones chocaban. La tome de su mejilla para ir hacercandola más a mi.

Fui cerrando mis ojos poco a poco hasta que Addison entro a interrumpir.

—Camila, es tu hermana en el teléfono.

Camila bajo de mi roja como un tomate, y fue a contestar. Mi corazón estaba latiendo a mil por hora.

Mi mejor amiga está haciendo que yo sienta cosas extrañamente "bonitas" dentro de mi ser, pero esto no puede pasar, los amigos nunca se enamoran eso es de ley. Tengo que quitarme estos pensamientos de mi cabeza.

Me levanté del piso frío y entre al baño hacer mis necesidades. Al salir del baño me encontré con Camila.

—Me tengo que ir Ben.— dijo colocándose sus zapatillas.

—Vamos, yo te llevo.— tome las llaves del auto de Rami.

—No es necesario, yo puedo ir caminando.— no me dirigía ninguna mirada.— gracias por cuidarme.

Camila tomo su bolso y a paso veloz salió de mi habitación, yo corrí atrás de ella.

—Yo te llevaré, vamos.— tome su mano y ella la soltó.— es una orden señorita.

—Bien, vamos porque llegaré tarde a mi cita.— se adelanto

¿Cita? Con quién iba a salir, corrí para ponerme delante de ella.

—¿Con quién saldrás Camila?.— pregunte y ella no contestaba.— CONTESTAME!!!

—¡No eres nadie para gritarme, entediste!.— entró al auto.

Maldita sea, maldije en mi mente. Rodé el auto y subí en el, en el camino todo estaba en silencio.

Volteó a ver Camila de reojo y ella tenía su vista puesta en el paisaje y sus ojos estaban llenos de lágrimas.

Estacione el auto en frente de su casa y antes que bajara del auto, llame su atención.

—Cami, perdón por dejar llevarme por mis impulsos.— volteó a verme.— tu muy bien sabes que eres muy importante para mí, y no dejaré que salgas con algún patán que quiera solo aprovecharse de ti. Cuidaré siempre de ti.

—Puedo cuidarme sola Ben, cumpliré 18 en menos de un mes y te agradezco que quieras protegerme.— suspiro.— pero no creo que Simón quiera aprovecharse de mi.

Solté un risita, Simón se veía un buen chico pero aún así la protegería de cualquiera que se le acerqué. Camila bajo del auto después de despedirse de mi con un beso en la mejilla, ella entró a casa y yo me fui directo a la mía para darme un baño.

No quise pedirle nada más a Camila, basto mucho con lo que pasó ayer.

JUST FRIENDS? | ben hardy Where stories live. Discover now