Familia

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Hola! 👋
Lo sé! Me tarde.
He tenido muchas cosas en este tiempo, algunos problemas, atareada con el trabajo, ciertas cuestiones que en serio me desmotivan. Por eso agradezco este pequeño escape de la realidad, escribir me despeja y me ayuda.

Les agradesco inmensamente su paciencia. En serio gracias por su apoyo, porque no seria nada sin ello.

Espero que disfruten del capítulo!

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—Hablaré con Hawks— anunció tomando una mochila —Llegaré por la tarde, si ocurre algo solo manda un dragón. Llegaré lo más rápido posible—

El peliverde asintió con calma mientras acariciaba su vientre abultado.

—Te estaremos esperando—

El rubio cenizo beso la frente del peliverde para luego acariciar el vientre de esté.

—Regresare pronto— aseguró para luego salir de aquella cabaña.

La pequeña sonrisa del peliverde desapareció cuando el rubio cenizo desapareció del lugar.

—Por favor...  calmate— pidió algo adolorido el peliverde —Papá regresara pronto, no pasara nada malo lo prometo—

Había descubierto que los pequeños le entendían perfectamente cuando les hablaba. Aquello era bueno pero tenía sus partes malas. Uno de ellos se movia mucho, pateaba varias veces provocándole dolores al peliverde. No necesitaba preguntar cual de los dos era, sabia que era él... podía sentir como se alteraba el pequeño cuando Bakugo tenía que irse.

Había pasado un mes desde que la castaña les habia dicho que serian padres. Mismo que se habian enterado que el par que esperaban serian mellizos, un niño y una niña. Estaban emocionados pero sobre todo felices de aquello. Aunque habian ciertas cosas que le preocupaban, durante el mes pasado habia tomado varias pruebas con la castaña. Al parecer la niña era hija de ambos pero el niño...

—Papá regresara pronto Katsuma, por favor confía en mi— pidió mientras acariciaba su vientre sintiendo que el movimiento cesaba.

La castaña les habia comentado que el niño no tenia la esencia del peliverde, solo la de Bakugo. Aquello les preocupo pero en un segundo intento días después, Uraraka habia notado un poco de la esencia del peliverde en el niño.

Su embarazo no era normal, lo sabia. En poco tiempo su vientre crecio, los dolores iban y venían asi como de los antojos y estados de animos. Sus hijos no tardarían lo normal, Uraraka le habia comentado que tal vez en tres o cuatro meses estaria dando a luz aunque podria equivocarse. Todo aquello debido a que querian traer al hijo del rubio cenizo. Él lo aceptaba, estaba pasando por aquel proceso solo para poder traer al pequeño con ellos.

—¿Izuku?—

—Uraraka, pasa—

La castaña entró sonriendo levemente.

—¿Cómo te encuentras?— preguntó mientras se acercaba al otro.

—...adolorido... creo que me odia—

La castaña miró al peliverde con pesar negando lo escuchado. Se acerco y con la mirada pidió permiso para acariciar el vientre del otro.

—Katsuma-chan, Mahoro-chan he venido a verles—

Uraraka sonrió al sentir como los pequeños se movian en respuesta a sus palabras.

—Veamos como van— anunció al otro para comenzar a conjurar.

Por un reencuentroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora