Lo que queda por hacer

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Hola, hola 👋
Volví si!
Antes que nada, me disculpo por la demora pero caí enferma. Realmente la pase mal estos últimos días pero gracias a Dios estoy mucho mejor ahora. Gracias por esperar y lamento la tardanza nuevamente.

Espero que disfruten del nuevo capítulo!

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Cálido, aquella era la palabra perfecta para describir como se sentía. Su cabeza reposaba sobre el pecho de aquel rubio cenizo que permanecía aún en sueños aquella mañana. Su respiracion era calma, su rostro reflejaba lo cómodo que estaba. El peliverde no quería despertarlo, mucho menos separarse de él...

—...está amaneciendo— susurró al ver los primeros rayos del sol filtrarse por la ventana de aquella habitación.

Pronto el rubio cenizo despertaría y con ello, el fin de aquel bello momento. Habían muchas cosas de las cuales hablar, era algo complicado. Sabía que hablarían sobre lo que debian de hacer. No quería hablar, pero a la vez sí.

Todo empezaba a complicarse.

—Deja de una buena vez de pensar—

Deku dejo de lado sus pensamientos al escuchar la voz del otro. Observó que este permanecía con los ojos cerrados. Tal vez desde antes habia estado despierto.

—...b-buenos dias... Kacchan—

Esmeralda y rubí se encontraron nuevamente. Tantas cosas reflejadas en ambos pares de ojos, muchas preguntas, miedos e inseguridades... incluso algo de desconfianza.

Bakugou se acerco a Deku, dejo reposar por un momento su cabeza sobre aquellas hebras verdes. Cualquiera que fuera la decisión que tomarán... bueno, estara bien.

Y sin decir palabra alguna, el rubio cenizo se separó del peliverde. Se levantó de aquella cama, se colocó sus botas y caminó sin prisa hacía afuera de aquella cabaña. Todo esto ante la atenta mirada del peliverde. Deku permaneció en la cama por unos segundos más, sabía que el otro le esperaba afuera. Estaba nervioso, preocupado pero sobre todo... con miedo.

—Es hora— se dijó a sí mismo.

Tomó sus zapatos, limpió su cara y peinó un poco su cabello. Respiró profundamente para seguir adelante, salió de aquella cabaña encontrando al rubio cenizo el cuál se encontraba cambiando sus vendajes y limpiando su cuerpo. Ninguno dijo nada, fue más bien un impulso, un deseo por parte de ambos.

El peliverde se acerco al otro para ayudarle, limpió los restos de sangre seca sobre la piel del otro. Aplicó algo de hierbas medicinales sobre las heridas y prosiguió a vendarlo nuevamente. El silenció no era incómodo, al contrário, les agradaba.

—Esta listo— anunció el peliverde.

Bakugou no dijo nada, sólo solto un gran suspiro.

Era momento de hablar.

—Uraraka— soltó de pronto el rubio cenizo —Su Don es muy peculiar, raro y difícil de controlar—

Deku permanecía en silenció, no diria nada hasta que el otro terminara de decir lo que debia.

—Élla... su Don fuerza al tiempo a avanzar. No es consiente cuando lo activa pero cuando lo hace, una parte de todos avanza con ella. Podría decirse que es la esencia de cada uno, así, ella engaña al tiempo para que avance sin realmente hacerlo. Pero hay excepciones, nosotros... —

Podía comprender un poco, no entendía muy bien pero... podria decirse que entendía el Don de la castaña.

—Al ser superiores, sus trucos no nos afectan. Y todo lo que hicimos y vivimos en aquel momento fue real— aclaró Bakugou tomándose un par de segundos para seguir hablando —Yo fallecí, mi muerte fue verdadera. Regresé gracias a ella, tomó grandes riesgos al activar su Don. Cómo dije, ella no sabe cuando este, está activado por lo cual.. —

Por un reencuentroWhere stories live. Discover now