El destino así lo quiso

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El mundo esta lleno de tesoros y sorpresas que encontrar, descubrir, explorar..... de vivir.

La humanidad avanzo y sobrevivió ante las dificultades, avanzaron con el tiempo. Las montañas dejaron de cubrirse de aquellas frías e inmensas sabanas blancas para darle paso a los verdes campos, la Tierra dejo de vestir de blanco para empezar a usar otros colores.

Las flores florecieron, las montañas lucieron aquellos frondosos arboles llenos de hojas hasta las copas, los campos se inundaron de aquel hermoso pasto verde, los cielos eran cubiertos por aquel hermoso cielo azulado, el sol bañaba cada rincón del mundo proporcionándole a todo ser vivo el calor y calidez que emanaba.

Las personas habían sobrevivido, tal como lo hicieron antes lo volvieron a aplicar en esta nueva era....

Se adaptaron

Al nuevo cambió, a las nuevas dificultades, a las nuevas labores... a todo. Observaron, analizaron y practicaron. Crearon cosas, enseñaron lo que sabían y evolucionaron. Cada hombre y mujer hoy en día sobrevivía ante este nuevo mundo, a las criaturas que ahora habitaban en ella, a cosas inexplicables que se desarrollaron, a todo.

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—Mi señora— 

Una mujer mayor de ojos rojos y un cabello rubio ceniza se encontraba observando a lo lejos.

—Hay algo que le inquiete?— pregunto una mujer de cabello rojizo.

—Sakius, temo por la seguridad de nuestra gente— confeso la rubia ceniza —Temo no poder proteger a mi gente y....—

—Mi señora— interrumpió la otra mujer —Nada malo pasara a protegido al pueblo siempre, esta vez no sera la excepción—

—Que Atsuks te escuche— rogó la rubia ceniza.

Ambas caminaron por los limites de la tribu. Ellos eran la tribu Drakons, personas capaces de transformarse en dragones. Habían otras tribus similares a ellos pero los Drakons eran especiales, eran los únicos capaces de adoptar la forma de un dragón completamente mientras que las otras tribus solo llegaban a transformar ciertas partes de su cuerpo. Hoy en día eran la ultima tribu que existían pero no se extinguirían en unos siglos. 

La líder de la tribu era la rubia ceniza Bakugou Mitsuki, una mujer de carácter fuerte e intimidante. Bendecida con el poder del dios Atsuks. Toda una joya en su tribu. 

—Mitsuki— se escucho a sus espaldas —D-digo.... mi señora—

La rubia ceniza miro con burla y diversión a aquel castaño.

—Mi señor, veo que luego de tanto tiempo es imposible para usted poder adaptarse a nuestras costumbres— expreso divertida —Esta bien si dices mi nombre, yo te llamare por el tuyo, Masaru—

Bakugou Masaru, un hombre ordinario que pertenecía a alguna aldea de los humanos al sur del país. El hombre había caído ante la belleza de la líder de los Drakons. El castaño sabia que ambos pertenecían a mundos distintos, que ella nunca se fijaría en el, que olvidara a aquella hermosa mujer. 

Pero no pudo.

Se acerco a Mitsuki sin importar sus orígenes, una amistad se formo y con el tiempo expreso sus verdaderos deseos con la mujer.  Se presento ante el consejo de ancianos de la tribu, revelo su deseo de poder cortejar a su líder pero los ancianos le negaron tal acto. La relación con la tribu se volvió tensa, algunos apoyaban al castaño y otros lo rechazaban. Para poder ganar la oportunidad de poder cortejar a Mitsuki, Masaru hizo un acto noble, valiente y arriesgado para él....

Por un reencuentroWhere stories live. Discover now