(∂ + m) ψ = 0 • [JaeDo]

Final

—¿Qué?— pronto las ganas de llorar me invadieron en su totalidad— ¿Cómo que se va, Jungwoo?

—Toma— mire a su mano y finalmente tomé la carta que me entregaba— Tienes que impedir que se vaya, su vuelo sale en veinte minutos. Te he pedido un taxi y por favor lee la carta en el camino.

—Lo haré— le sonreí decidido— Subiré por algo, espera.

Después de asegurarme de que Jungwoo asintió entré de nuevo y subí las escaleras a toda velocidad mientras mi corazón golpeaba con fuerza contra mi pecho. Al entrar a la habitación Sicheng me lleno de preguntas pero no tenía tiempo de contestar o tan siquiera escuchar lo que decía. Tomé mi chaqueta del closet y mi celular y luego de poner la carta en mi bolsillo salí corriendo de nuevo.

Al estar afuera divisé al taxi y corrí hacia allá pero frené en seco, algo muy importante se me olvidaba. Regresé con pasos torpes y me lancé a los brazos de Jungwoo, lo apreté con fuerza contra mi cuerpo.

—Gracias— susurré a su oído— Nunca podía pagarte de vuelta todo lo que has hecho por mi, te debo tanto y eso incluye disculpas. Gracias por ser la persona que eres, eres un ángel Jungwoo. Espero puedas encontrar a alguien que te trate bien y te admire aún más que yo. Perdón por no ser el indicado, lo lamento tanto.

—Está bien— se separó y me sonrió— Acepto cada una de tus palabras y agradezco que hayas sido mi primer amor— acarició mi mejilla— Anda, te están esperando.

Le sonreí entusiasmado y asentí para luego subir al taxi, estando dentro le di instrucciones al conductor para que fuéramos al aeropuerto. Ya estábamos en marcha, con las manos temblorosas saqué la carta de la bolsa de mi chaqueta y comencé a abrirla. No se que me esperaba y tampoco por qué Jaehyun se iba. Lo único que pude hacer antes de comenzar a torturarme con más preguntas fue abrirla y comenzar a leer.

"Doyoung, probablemente ahora te preguntes porque no he contestado tus llamadas o mensajes. Desactive mi línea telefónica y no he tocado mi teléfono en semanas, no te estoy evitando. Seguro piensas que solo te utilicé aquel día pero quiero que sepas que no fue nada más que amor. Ese día cada una de las palabras que te dije fueron ciertas y salieron desde el fondo de mi corazón. Cada caricia y suspiro fue por y para ti, nunca podría jugar contigo o con tus sentimientos. Solo se que nunca podría ni tampoco lo haría.

Desde que era muy pequeño he pasado casi todos los días en el hospital. Me hacían más exámenes de sangre de los que me hacían en el colegio, parecía que no salía del doctor. Tenía anemia y llevaba ciertas dietas para que estuviera saludable, tomar suplementos, pero todo iba bien. Nos cambiamos para conseguir mejores y más cércanos doctores, fue cuando te conocí. Desde ese entonces me pareciste tierno en todos los sentidos, un niño muy lindo y perfecto. Con el tiempo que pasábamos juntos comencé a tenerte cariño y solamente quería protegerte de todos. Pero no lo hice, porque me distancié de ti, deje de saludarte por los pasillos y simplemente comencé a evitarte a toda costa. Pero quiero que sepas qué hay un a razón, una cruel razón. Una tarde me enteré que tenía leucemia, y me dije a mi mismo que no volvería a hablarte como antes. No quería que me vieras de esa forma ni tampoco que te aferraras a un amigo que siempre estaría en el hospital.

Gracias a la vez que te ayude a curar tus heridas luego del accidente en el parque me di cuenta de la gran falta que me hiciste. Tu sonrisa, tu voz, tus ojos oscuros y tus labios sobre mí. No todo fue perfecto, seguro te preguntas por qué me juntaba con las personas que supuestamente eran mis amigos. Te dije que lo hacía para poder proteger a los demás pero solo era para protegerte a ti, para que cuando estuviera con ellos no te hicieran daño. Pero no pude evitarlo y más de dos veces ellos te hicieron sufrir y no pude detenerlos.