(∂ + m) ψ = 0 • [JaeDo]

Final

—Sicheng— le aventé una almohada ya que era la décima vez que no prestaba atención a lo que estaba diciendo— ¡Sicheng!

—¡Oye!— me miró con recelo y pauso la partida que tenía en la consola— ¿Qué quieres?

—Te estoy hablando desde hace media hora idiota, ¿tan difícil es poner atención?

—Sabes que estaba jugando, ¿no?

—No sabía que eso era más importante que tú mejor amigo, casi hermano— me hice el ofendido— Ya no quiero nada.

Vi como Sicheng se puso de pie y se dirigió hasta la cama en donde yo estaba acostado. Se acomodó a mi lado y luego de tomar una galleta de las que estaba comiendo me sonrió.

—Lo siento, hasta yo reconozco que puedo llegar a ser un poco desconsiderado— me dio un zape— ¿Y que sucede?

—¡Ouch!— lo fulmine con la mirada— Es solo que...

—Dime.

—Jaehyun dejó de hablarme de nuevo— suspiré— No se si fui un tonto de nuevo y me deje llevar por él y su estúpida sonrisa o algo sucedió.

—¿Por qué no lo llamas o vas a su casa?

—¿Crees que no he tratado?— cuestioné claramente ofendido— Las llamadas no entran a su celular y los mensajes no los contesta. Fui a su casa dos veces la semana pasada pero nada, nadie atendió y pareciera como si no hubiera nadie de todas maneras.

—Woah, no se que decirte— frunció el ceño y tomó otra galleta del paquete— Tampoco ha ido al instituto, eso es raro.

—¿Crees que...?

Pero no pude terminar, el timbre me impidió seguir con lo que estaba por decir. Como los señores Dong no se encontraban en casa y conociendo a mi amigo tuve que ir yo a atender. Acomodé mi cabello en el espejo al costado de la puerta y cuando estuve algo presentable finalmente abrí. Y me sorprendió bastante a quien vi recargado cerca de la puerta, era Jungwoo.

—Hola...— dije algo tímido— ¿Cómo estás?

—Bien, muy bien...— rascó su antebrazo— ¿Y tú?

—Yo he estado bien, igual— sonreí y el asintió.

Luego de eso un incómodo silencio nos envolvió y su mirada no hacía más que pasearse por el suelo. Se notaba que estaba bastante inquieto y nervioso, y seguro era por nuestro último encuentro. Ahora qué lo tenía frente a mi tenía que disculparme con él y dejarle en claro mis sentimientos.

—Jungwoo— lo llamé y volteó a verme con las mejillas notoriamente rosadas— Te debo una disculpa.

—¿A mí?— frunció el ceño.

—Todo este tiempo estuve jugando contigo, dejando tus sentimientos de lado y aplastándolos en el camino. Lamento tanto haberte dado señales en aquel tiempo, yo estaba con el corazón roto y no me daba cuenta que estabas saliendo lastimado. Perdón por besarte y hacer todo para que me apoyaras, aún sabiendo que solo lo hice para olvidar a Jaehyun, yo estoy muy arrepentido. No se si aceptarás mis disculpas pero ten p-

—No tienes porque disculparte, enserio— me sonrió con tranquilidad— Ahora se que Jaehyun te merecía mil veces más que yo, nunca podría compararme con el amor que te tiene.

—Pero, ¿d-de qué hablas?— en serio no entendía nada— ¿Q-qué...?

—Jaehyun me explicó tantas cosas acerca de ustedes pero en especial de él— se acercó y me entregó un pequeño sobre— Siento que lo correcto es que hables con él antes de que se vaya, me dijo que te la entregara mañana pero para entonces ya sería tarde.