Capitulo 29

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—Enserio Jungwoo— le sonreí mientras me deshacía sutilmente de su agarre— Necesito pasar a la galería y recoger algunas cosas antes de ir a casa.

—No quiero que algo malo te pase— abultó sus labios— Aparte, se supone que hoy cenaríamos todos juntos.

—Aún lo recuerdo, es por eso que debería irme ya antes de que se haga más tarde— me coloqué la mochila en los hombros y comencé a caminar— ¡Diles a los señores Dong que estaré ahí pronto!

—¡Seguro!— contestó a mis espaldas— ¡Anda con cuidado!

Todos los días antes de ir a trabajar pasaba por mi antiguo vecindario y le hecha un "vistazo" a mi padre de lejos. Aún estando consciente de lo cruel que pudo ser conmigo algunas veces, me gustaba saber que él seguía bien. Siempre es la misma rutina, camino con cautela hasta la casa, me acerco a la pequeña ventana que da directo a la sala de estar y simplemente lo observo algunos minutos.

Después de todo no eres tan malo, Doyoung.

La mayoría de las veces él esta ahí, mirando el televisor, comiendo alguna sopa instantánea o simplemente bebiendo. Aunque otras veces no había rastro alguno puesto a que tampoco su auto se encontraba estacionado en la entrada.

Recuerdo la vez que tuve que esconderme detrás de un arbusto ya que mi padre llego acompañado de una mujer mientras yo espiaba por la ventana. Desde ese momento comencé a ser más cuidadoso, mi orgullo se vería afectado si se enterara que aún estoy al pendiente de él, de cierta manera. Con el paso del tiempo descubrí que llegaba del trabajo a las cuatro en punto, entonces comencé a ir después de esa hora para evitar accidentes.

Justo como ahora, caminaba a pasos rápidos debido a que por la tarde estaría ocupado y no quería demorar más de lo que ya había hecho. Acomodé mis cabellos con las manos mientras miraba a ambos lados asegurándome de que no había nadie. Estando a escasos pasos de llegar a lo lejos observé una figura al pie de la puerta de mi pasada casa. Y conforme me acercaba aún más pude reconocer a ese chico alto y con cabello castaño, era Jaehyun.

Pero todos mis sentidos se activaron cuando vi lo decidido que estaba por tocar la puerta.

—Jaehyun— lo llame justo antes de que sus nudillos impactarán contra la madera— N-no toques...

—Oh— se volteó al instante algo asustado ya que llegue de la nada— Hola— me sonrió tímidamente.

—Hola— suspire devolviéndole una dulce sonrisa.

Pero no dijimos nada luego de eso, conectamos miradas y eso fue suficiente como para que mi corazón latiera fuertemente. Han pasado casi dos meses desde que no lo miraba, había dejado de asistir al instituto y pocas veces miraba que la camioneta de sus padres estaba en casa. Pero esa sonrisa, sus hoyuelos, sus dulces ojos y aquella cálida presencia, definitivamente había pasado bastante tiempo desde la última vez que lo contemplé.

—¡Jae!— una voz nos interrumpió— ¡Jae!

Ambos volteamos al otro extremo de la calle y lo primero que vimos fue a una mujer dirigiéndose a nosotros. Jaehyun me pasó por un costado y fue en su dirección también.

—¿Que sucede madre?— Jaehyun cuestionó.

Espera, ¿madre?

Tu padre y yo...— pero no termino debido a que noto mi presencia— ¿Do-doyoung?

Jaehyun volteó a verme algo tímido mientras rascaba su nuca, yo le sonreí y me acerqué a la mayor.

—Hola señora Kim— estire mi mano— Ha pasado tanto tiempo— solté una risita adorable.

(∂ + m) ψ = 0 • [JaeDo]Where stories live. Discover now