Capitulo 25

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Después de que Sicheng le contará a sus padres acerca de mi situación me hicieron saber podía contar con ellos. Los Dong siempre me han considerado como un miembro de la familia y ahora que me han ofrecido su hogar no podría estar más agradecido. Justo por eso decidí regresar a trabajar para evitar dar molestias y aportar con los gastos.

El señor Dong insistía en que no era necesario el conseguir un empleo ya que ellos me brindarían lo necesario y me apoyarían en todos los sentidos. Aparte no quería que Sicheng pasara el rato sin compañía, era mejor mantenerlo ocupado. Es por eso que debido a mi insistencia mi mejor amigo termino metido en esto, su padre lo obligó a trabajar. Esa fue la única condición para que el mayor hablara con su hermano, dueño de la galería de arte, y le pidiera un puesto para ambos.

Prácticamente el negocio era uno familiar, debido a la edad del padre de Jungwoo él era quien se encargaba del lugar. Él es quien tiene total autoridad y responsabilidades en la galería así como también beneficios. Razón por la cual no fue un gran problema a la hora de aceptarnos como ayudantes durante las lecciones vespertinas.

Podría decirse que comenzaba a tener una rutina más agradable a pesar del arduo trabajo, pero me gustaba. Poco a poco iba adquiriendo ese toque de responsabilidad al mismo tiempo que me hacía más independiente.

Y claro, con ello arrastre a Sicheng a que participara más y a que dejara de estar solamente echado en cama todo el día. Sus padres me han contado que con mi llegada Sicheng participaba más en las tareas de la casa. Y no solo eso, los cuatro disfrutamos de momentos felices y de vez en cuando salíamos juntos a pasar el rato.

Como el día en el que llegue aquí, recuerdo que la señora Dong estaba tan preocupada que me compro un contenedor enorme de helado. Me convenció que me subiría los ánimos y después me preparo un delicioso kimchi. A la hora de dormir me deseo las buenas noches y me alentó a seguir adelante, me dijo que era fuerte.

Esas simples acciones bastaron para que me sintiera completo. Pronto la calidez me cubrió y sentí un alivio enorme al saber que aún tenía personas buenas a mi lado.

Después de casi dos semanas no he tenido contacto con mi padre, pero no me preocupa en lo absoluto. El saber que no estaré condenado a sus mandatos nunca más me hace sonreír involuntariamente. Por primera puedo ser yo mismo y expresarme sin tener miedo al que dirán.

Me gusta este momento de mi vida, es agradable no despertar solo. Que te reciban con un desayuno por las mañanas y en las tardes te esperen con una sonrisa y un "bien hecho". Que te llenen la mente de palabras de ánimo y el corazón de calidez.

No podría pedir más.

Sicheng, levántate— lo moví— No quiero llegar tarde, la ultima vez nos castigaron.

—No quiero— se quejó— Aún es temprano, ¿crees que si nos saltamos la ducha podríamos dormir más y encima llegar a tiempo?— cuestionó algo adormilado.

—Aveces me pregunto de donde sacas tantas estupideces— negué soltando risas— Eso no va a suceder, así que levántate.

El chino ignoró totalmente lo que salió de mi boca y se envolvió en su cobertor nuevamente. No tuve mas remedio que jalar de este pero se aferró ferozmente de el, como si su vida dependiera de ello. Comencé a forcejear para que la soltara y se levantara de una buena vez pero su fuerza parecía mayor. Y cuando por fin logre quitársela caí al suelo por inercia, quejándome por lo bajo.

(∂ + m) ψ = 0 • [JaeDo]Onde histórias criam vida. Descubra agora