Mᴏʀᴏᴄʜᴀ ➞ Eᴄᴋᴏ [ᴛᴇʀᴍɪɴᴀᴅᴀ]

setenta y uno

Paulina

Me estaba preparando para ir al cumpleaños de Benjamín, el primito de Cazzu.

Me pidió que vaya hacerle la segunda, asique, no dude en decirle que si.

Salí de bañarme, me cambié, me maquille muy poquito y fui por mi carterita de fiestas.

Opté por ponerme un vestido mangas largas blanco, ya que la panza se me nota, me ponga lo que me ponga.

(Nota de la Escritora: hagamos de cuenta que Pau tiene la panza como la chica de la imagén)

Agarré mi celular, le envié un mensaje a Cazzu, ya que ella me dijo que le envié un mensaje, así me pasa a buscar.

Después de 20 minutos, escuché una bocina, así que, agarré una campera negra de Ecko, por las dudas que haga frío y bajé.

[...]

Una vez que llegamos al cumpleaños, pude visualizar a la mamá de Cazzu, quien hablaba con su mamá (la abuela de Cazzu)

Un montón de niños corriendo, por todo el salón, jugando sin parar, algunos, llorando porque se golpearon.

Visualice un niño corriendo hacia donde estaba parada yo; era Benja.

Venía corriendo como si estuviese haciendo una maratón, siempre fue así, es como su prima.

Me agaché, como pude, estire mis brazos y lo envolví en un cálido abrazo, que duró un ratito; hacía mucho no lo veía.

–Tía, ¿estás gordita?– preguntó riéndose señalando mi panza.

Otra cosa que me olvide de destacar; él me dice tía, en vez de mi nombre.

–No mi amor, estoy embarazada– sonreí pasando mi mano por la panza.

Éste me miro triste.

–¿Te vas a olvidar de mí?– preguntó con sus ojos llorosos.

Me dio mucha ternura.

–No Benja, ¿como vas a decir eso?– pregunté sonriendo– Nunca me voy a olvidar de vos.

–Me vas a venir a visitar, ¿aunque tengas un bebé?– preguntó con miedo.

–Obvio que si mi amor– sonreí dejando un beso en su pequeña frente– Anda a disfrutar con tus amiguitos.

–Tía, no me dijiste feliz cumpleaños– se rascó la nuca triste.

Tiene razón, ¡mala mía!

–Felices 5 añitos mi amor– deje un beso en su mejilla– En el auto de Cazzu, está el regalito, pero después te lo doy, ¿si?

Asintió contento, con una sonrisa que cabía justo en su rostro.

–Anda a jugar, divertite– sonreí.