veintitrés

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Paulina

[Viernes - 9:30]

Me desperté, Ecko seguía durmiendo.

Me fijé el celular, mire todas las redes, y me di cuenta que cuando vuelva de este viaje, me quedaba una semana libre y empiezo el colegio, por suerte en el trabajo me dan más días.

Vi en una tarjetita, que el desayuno era de 9:30 a 11:30.

Desperté a Ecko, que a duras penas, se levantó y se cambió, buscamos a Cazzu, y bajamos a desayunar.

11:00, terminamos de desayunar y fuimos a recorrer un poco Roma, porque Cazzu y Ecko, a las 12:30 tenían que ir a practicar para el show de esta noche en el boliche.

Fuimos a un bar, para hacer un poco de tiempo.
Vino una chica que trabajaba en el local, a tomarnos el pedido.

Le veía cara conocida a esta chica.

–Que van a querer las señoritas, y el señor– la chica le sonrió a Ecko.

Cazzu la miro con cara de orto.

En cambio, yo me reí.

–Yo quiero un palo– dijo cazzu, la chica la miro confundida– Para que te lo metas en el orto.

Yo la mire con los ojos como plato, la chica se río, y Ecko miro para otro lado.

–Yo quiero un sándwich de jamón y queso, con una coca cero– dije sonriendo.

–Yo quiero lo mismo con ella, nada más que la coca común– dijo Ecko.

La chica sonrió anotando.

–¿Vos vas a querer algo?– preguntó la chica mirando a Cazzu.

–Si, ya te dije– respondió seria.

–Además de eso– sonrió la chica.

–Si, un sándwich de campo con cebolla, queso y huevo, con una coca común– dijo seria todavía.

La chica anotó, sonriendo.

–Chicos, enseguida se lo traigo– dijo levantando las cartas.

Se dio la vuelta, y se fue.

Cuando se fue la chica se fue, yo mire a Cazzu con cara de orto.

–¿Porque hiciste eso Cazzu?–  pregunté un poco molesta.

–¿Vos sos idiota o que?– preguntó enojada.

–Que, ¿porque?– pregunté confundida.

–Hermana, no viste como le sonrió a Ecko, ¿no viste como lo miro? Es obvio que se lo quiere levantar– respondió poco más tranquila.

Yo no soy desconfiada, se que él no me haría eso, por más que ella se lo quiera levantar.

–Yo confío en el, y se que no se va cojer a una mina que vio una sola vez, en Roma– dije segura y sonriendo.

Cazzu me miró levantando una ceja, se cruzó de brazos, y desvió la mirada a la calle.

Esperamos nuestro pedido, llegó, la chica entregó el pedido, literalmente, mirando fijo a Ecko, incluso casi se le cae una coca, por mirarlo.

Ahora, ¿lo mira porque sabe que es Ecko, o lo mira porque es lindo?

Comimos todo, para las 12:00, habíamos terminado todo, así que teníamos 30 minutos todavía para ir al boliche a que ellos ensayen para esta noche.

Llamamos a la chica para que nos traiga la cuenta.
Vino sonriendo con el ticket, y se lo dio a Ecko.

Ecko lo miro serio, saco la billetera y pago.

Mᴏʀᴏᴄʜᴀ ➞ Eᴄᴋᴏ [ᴛᴇʀᴍɪɴᴀᴅᴀ]Where stories live. Discover now