cincuenta y uno

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Ecko

¿Que carajo hacía Fabián acá?

¿Porque carajo le dijo bombón a Paulina?

¿Que carajo quiere a las 4:30 de la mañana?

Les explicó; Fabián, era un tipo con el que mi mamá salía, estuvieron juntos mucho tiempo, hasta que empezó a maltratarla, y un día, le levantó la mano.

Desde ese día, que lo llevó la policía, no lo había vuelto a ver nunca más.

Ahora mismo estábamos mirando los dos, yo con un poco de asco.

–¿Que querés?– pregunté de mal humor.

–Pasar, y saber dónde mierda está la puta de tu madre– respondió queriendo pasar.

Me paré frente a él.

–¿Puta? Fue la única que te quiso, violento e hijo de puta– largué con odio– Sabes que no vas a pasar, y si no te vas te vuelo la cabeza de un tiro.

Estaba perdiendo la paciencia.

–Ahora me voy a ir, pero te juro pendejo, que voy a volver– me amenazó.

Me reí.

No espere a que se vaya, cerré la puerta, le puse traba y llave, por las dudas.

Subí, fui a la habitación de mamá, toque la puerta una vez, nada.

Toqué la puerta nuevamente, nada.

¿Porque ninguna abre la puerta?

Estaba por tocar nuevamente, pero abrió Pau bostezando. Es tan hermosa.

Agarró a Sam, apagó el velador, y nos fuimos mi habitación.

Me saqué el pantalón, y me puse uno corto, para estar más cómodo.

–¿Vamos a seguir cocinando?– preguntó haciendo puchero.

–Bueno dale, vamos– sonreí.

Agarró a Sam y lo dejó sobre mi cama.

Nos dirigimos a la cocina, dónde se encontraba el huevo, sobre la olla a mitad hacer, seguimos cocinandolo.

Fuimos a comerlo al sillón, terminamos de comer y pusimos una película.

Pau se acostó en el sillón, dejando sus piernas, en mis piernas, muy cerca de mi entrepierna, ese era el peligro, le reste importancia y le empecé acariciar los gemelos.

Paulina

¡Que comience el juego!

Hacia mucho no teníamos contacto físico, en otro sentido, con Ecko.

A propósito, hice un leve movimiento con mi pierna, rozando mi pie, con su entrepierna, por lo que me gané una mirada instantánea de parte él.

Yo seguí mirando la película, conteniendo la risa, volví a repetir la acción, Ecko volvió a mirarme.

Me había cansado de ese jueguito, no iba a llegar a ningún lado, asique fui directa.

Me senté en su regazo, abrazando su cintura, con mis piernas, uní nuestros labios con un profundo y tierno beso, éste me acariciaba la cintura por debajo de mi blusa.

Corté el beso, le sonreí, me dirigí a su cuello, éste tiró la cabeza para atrás por inercia, lo ataque por completo, dejé algunos besos, succione hasta dejar marcas, probablemente, mañana me maté, por hacer eso.

Seguí bajando, le saqué la remera, Ecko imitó mi acción, ambos tiramos las remeras por alguna parte de la casa.

Me bajé de encima de su regazo, me arrodillé frente a él, lo miré sonriendo, éste me devolvió la sonrisa.

(Escena 🔥, se recomienda no leer, si son sexofobicos⚠️)

Le bajé los pantalones, junto con el bóxer, tomé en mis manos a nachota... Su talento.

Lamí el glande, unas 3 veces, luego, la adentre a mi boca, la sacaba y la metía lentamente, la parte que no entraba en mi boca, la masturbaba.

De vez en cuando miraba a Ecko, quien gemía sin parar, continúe con mi trabajo, éste me hizo una colita improvisada para manejarme a su manera.

Luego de 15 minutos, se vino en mi boca, tragué el líquido calentito y espeso.

Me paré, Ecko me sacó el pantalón, junto con la tanga, me sentó en su regazo y me besó.

Dirigió su mano a mi vagina, y sonrió.

–Apa, ¿así te pongo?– preguntó con voz ronca.

–Así, y peor– sonreí dándole un pico.

Éste sonrió.

Agarró su miembro, y lentamente se adentró.

–Espera– dijo en un jadeo.

–¿Que paso?– pregunté con voz ronca.

–No nos pusimos forro– dijo saliendo de mi.

–Ash– dije enojada.

Este sonrió con vergüenza.

Agarró su pantalón, sacó un forro, se lo colocó y ahora si, se adentró nuevamente.

(Fin de escena 🔥, puede seguir leyendo normal)

Luego, de ese tremendo polvo, nos cambiamos, y fuimos su habitación.

Sam, estaba dormidito en el lugar donde yo lo había dejado.

Fui al baño, hice mis necesidades, me lavé los dientes, saqué todo, menos la tanga, me coloqué la remera que Ecko me había regalado.

Me acosté a su lado, traje a Sam entre medio de nosotros dos, y cerré los ojos.

Me estaba por dormir, Ecko me empezó a acariciar el muslo.

–¿Que pasó? ¿Te quedaste con ganas?– pregunté sonriendo.

–Si– hizo puchero.

Me reí.

Puse a Sam en mi lugar, y me subí encima de él.

Lo besé, pero él sonrió en el medio del beso.

–¿Que pasó?– pregunté confundida.

–No tengo más forros, tenemos esa suerte– dijo triste.

–Con lo caliente que estoy, es lo que menos me ineteresa– dije sincera.

–¿Que hacemos entonces?– preguntó mirándome a los ojos.

–Espero que esto te lo responda– respondí sonriendo.

Lo volví a besar.

Me empecé a mover en círculos encima de él, una vez que la tenía parada nuevamente, nos sacamos la ropa, y ya sabemos cómo termina...

Terminamos el segundo polvo de la noche/ mañana, me puse la tanga, la remera de él y él se puso el bóxer.

Agarré a Sam, lo puse en medio de nosotros y lo abracé, cerré los ojos y me dormí.

Ecko le dio un beso en la cabecita a Sam, me pasó la mano por la cintura, y se durmió también.

☆☆☆

Este capítulo es CORTO, y MUY sexual, asique OJO!

SI NO LES GUSTA EL CONTENIDO SEXUAL, PORFAVOR NO LEAN.

Este es el primer, y último capítulo tan sexual así, si?
Así que disfruten.
Se vienen caps buenos!

¡CAPÍTULO 51!

Mᴏʀᴏᴄʜᴀ ➞ Eᴄᴋᴏ [ᴛᴇʀᴍɪɴᴀᴅᴀ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora