cuarenta (maratón 1/5)

601 42 19
                                    

Paulina

[Lunes - 8:30]

Me encontraba el aula sola, sentada en mi banco, con los brazos cruzados, y dando una vista panorámica a mi aula.

No podía creer que ya estaba en quinto año, me quedaba este año, un año más y no le veo más la cara a estos pajeros, ni a los pelotudos de los profesores.

Un portazo me sacó de mis pensamientos; Era Renzo, entró haciendo un bailecito raro de cuarteto, el cual me hizo reír.

Dejó de bailar, para mirarme fijo.

–¿Hoy no estás de mal humor?– preguntó gracioso.

Rodee los ojos.

–Si, estás de mal humor– se rió.

Lo miré con cara de pocos amigos.

–¿Cuando será el día que no vengas de mal humor?– preguntó mirándome fijo.

Me tape la cara frustrada.

–Nunca– afirmé.

Asintió levemente.

–Entiendo– suspiro frustrado.

Me reí.

Se dio vuelta desde su banco.

–¿Te reiste man?– preguntó mirándome.

Negué con la cabeza.

–Si, no me engañas, te reiste– repitió riéndose.

–Si te digo que si, me dejas de joder, entonces, si, me reí– rodee los ojos y me mordi el labio.

Sonrió triunfante.

Me quedé callada, volví a examinar el aula, esperando que venga la idiota de Matemática.

Otro portazo; La idiota de matemática.

Me miró fijo, y luego miro a Renzo.

–¿Y los demás?– preguntó volviendo su vista a mi.

–Entramos a las 8:30, nada más que nosotros somos los únicos que llegamos siempre temprano– mentí.

Ella asintió no tan convencida.

En realidad, si entrábamos a las 8:30, pero yo nunca venia temprano, pero peleé con Ecko hoy, y no tenía tantas ganas de verlo.

Se sintió un portazo más; Cazzu.

Saludo con la cabeza, se vino a sentar al lado mío, y me dio una mirada de pocos amigos.

–¿Que pasó?– pregunté confundida.

–Peleé con Dinamita– largó con un poco de enojo.

–Boluda, yo peleé con Ecko– dije con la misma confusión de recién.

–¿Que te pasó?– preguntó elevando una ceja.

–Mensajes raros– sonreí falsamente.

–Lo mismo que a mi– puteo en voz baja.

La mire fijo, sin ninguna expresión.

Es demasiada coincidencia.

Les cuento; le encontré un mensaje medio raro, en WhatsApp, de parte de Agustina.

Discutimos, pero como no quería que la discusión termine en pelea, vine al colegio.

Pasó la hora de matemática.

Y toco el timbre, recreo.

¡Mi salvación!

Nos encontrábamos haciendo la fila para comprar en el kiosco del colegio.

Mᴏʀᴏᴄʜᴀ ➞ Eᴄᴋᴏ [ᴛᴇʀᴍɪɴᴀᴅᴀ]Onde histórias criam vida. Descubra agora