Mᴏʀᴏᴄʜᴀ ➞ Eᴄᴋᴏ [ᴛᴇʀᴍɪɴᴀᴅᴀ]

cincuenta y ocho

Paulina

Estaba lo más tranquila durmiendo, un sueño perfecto, pero... Un grito me hizo sobresaltar.

–PAU, ¿VAS A SEGUIR DURMIENDO?– gritó Cazzu alterada.

Me removí en el pecho de Ecko.

–No me vuelvas a gritar así– me limite a decir tranquila, casi dormida.

–Man, pensaba que estabas muerta– dijo mi amiga rodando sus ojos.

–Oh, que exagerada nena– dije bostezando.

Cazzu se rió.

Me levanté del regazo de Ecko, fui al baño, me lavé los dientes y la cara.

Me dirigí a mi habitación, busqué ropa interior, un conjunto de Adidas negro y unas zapatillas deportivas del mismo color.

Si, me bañe para salir a correr, creo que soy la única persona que se baña para hacer ejercicio.

Me bañe, me cambié, me hice una coleta en el pelo y me dirigí a la cocina donde estaban Ecko, Cazzu y Dinamita.

–¿A donde vas nena?– preguntó mi amiga mirándome.

–A garchar con alguien, por ahí– me reí por la cara que hizo Ecko– A correr, ¿no ves la ropa que me puse?

–Yo quiero ir– hizo puchero.

–Vení– me reí.

Se paró del sillón, hizo un bailecito raro y fue a mi habitación corriendo.

Con Ecko y Dinamita nos reímos, por su bailecito.

15 minutos después, apreció Cazzu con un conjunto de Adidas pero blanco, y unas zapatillas deportivas del mismo color.

–¿Vamos negra?– preguntó contenta.

–Espera que agarro dos botellas de agua de la heladera– sonreí.

Ésta asintió ansiosa.

¿Porque está TAN entusiasmada en salir a correr? Si a ella nunca le gustó hacer ejercicio.

Me dirigí a la heladera, agarré dos botellitas de agua bien frías y fuimos a correr por la ciudad.

[...]

–¿Boluda, porque estabas tan ansiosa por salir a correr?– pregunté con confusión.

Estábamos sentadas en un banco, en la plaza del centro de la ciudad.

–Necesitaba un momento para nosotras solas, ya que te tengo que decir algo, bastante importante– sonrió.

–No me asustes idiota– dije sonriendo de lado.

–Con Dinamita, decidimos mudarnos juntos– sonrió.

A mi, se me estaban por salir los ojos.

–Para, ¿paso algo?– pregunté sin entender.

–Em, no– dijo sonriendo de lado.

No sabe mentir, y está pasando de todo.

–Estoy... Embarazada– largó de una.

Ahora sí, me estoy por morir.

–Na mentira, infeliz– se rió– No me voy a mudar con Dinamita, ni estoy embarazada, es otra cosa.

–Entonces decime lo que es– dije molesta.

–Te acordás que hace mucho, yo quería viajar a  Disney...– dijo pensativa.